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Analistas y operadores locales ingresaron en una etapa en la que prima la cautela hasta tanto se conozcan las agendas económicas de los candidatos 
30/06/2015 - 11:48hs

Todo indica que el entusiasmo que reinaba entre los empresarios e inversores ante el fin del ciclo kirchnerista entró en modo de espera hasta las elecciones de octubre. Ahora las opiniones se dividen entre aquellos que siguen pensando que el candidato Mauricio Macri es el más indicado para las reformas económicas necesarias para que retorne el crecimiento y quienes creen que Daniel Scioli podrá lograrlas por su mayor potencial de gobernabilidad.

El potencial default griego no afecta este diagnóstico: la clave para estos inversores de la Argentina es saber quién garantizará un mejor clima de negocios, según las consultas que La Nación hizo entre operadores de bonos y analistas de bancos extranjeros.

La decisión ha sido, como se la denomina habitualmente en la jerga, de "esperar y ver" hasta que pasen los comicios y se vislumbre no sólo el sucesor de la presidenta Cristina Kirchner, sino también su agenda económica real y su capacidad de gobernar.

El analista del banco Credit Suisse Daniel Chodos sostuvo desde Nueva York que "el apetito por el riesgo argentino cayó después del anuncio de (Carlos) Zannini como vicepresidente de Scioli, pero parecería que el mercado por ahora le está dando el beneficio de la duda a lo que puede ser un posible gobierno de Scioli. El anuncio logró poner a los compradores de bonos en una situación de espera, pero no se generó una venta masiva de activos argentinos".

Sin embargo, para Chodos, aunque el mercado haya tomado como algo negativo el nombramiento de Zannini, al considerar que reduce las chances de que Scioli cambie las políticas actuales, "el próximo gobierno, sea quien sea, se va a ver forzado a hacer cambios de política económica, no por convencimiento, sino que por necesidad".

En este contexto, "Zannini y una primera minoría en el congreso es un activo más que un peso para un posible gobierno de Scioli, una posibilidad de que la gobernabilidad sea mejor para Scioli que para Macri".

Un informe de Credit Suisse indica que "no es probable que Scioli sea un pato rengo si gana; la presidenta Cristina Kirchner posiblemente siga siendo relevante en el mediano plazo, pero no con capacidad de mantener su amplia base de poder, ya que el sistema político en la argentina le brinda una significativa cantidad de poder al presidente".

Desde el banco Bulltick, Alberto Bernal también sostuvo que los inversores están "en compás de espera", ya que "lo que quiere un presidente es la reelección y si Daniel Scioli arregla con los holdouts la economía de Argentina se acelerará materialmente".

De todos modos, admitió que "la predilección del mercado es una victoria de Macri, pero si uno analiza quién es Scioli y su gestión en la provincia, la visión no debe ser negativa". Para que estas miradas se transformen en dinero, aclaró Bernal, "los inversores van a exigir un giro de la política económica hacia una visión más amigable al mercado: una plataforma de independencia en el manejo de la inflación, y de mayor libertad para el mercado de decidir dónde deben estar los precios relativos. Si se sinceran, la inversión vendrá".

En tanto, el banco brasileño Itaú indicó en un informe que si bien "el nombramiento de Zannini fue una sorpresa negativa" junto con otras designaciones del kirchnerismo en las listas para el Congreso, como la de Axel Kicillof, al mismo tiempo esto podría brindarle más libertad a Scioli para designar a sus ministros.

"La fuerte presencia del kirchnerismo en el Congreso puede jugar en contra de los cambios necesarios en la política económica, en particular en el acuerdo con los holdouts; pero, por otro lado, si los inversores no ven cambios, habrá poco o ningún financiamiento disponible, en un momento de bajas reservas" en el Banco Central. Esto provocaría "mayores daños a la capacidad de importación de la Argentina, más recesión y creciente desempleo", advirtió.

En cuanto a la velocidad de los cambios, el Itaú planteó que, aunque la mayoría de los asesores económicos de los candidatos sugieran suavidad, "es difícil imaginar que entren capitales sin una drástica eliminación de los controles de capitales, un acuerdo con los holdouts y variables financieras más atractivas en las tasas de interés y el tipo de cambio".

Desde un banco extranjero, un analista -en off the record- opinó que "si gana Macri subirán mucho los precios y si gana Scioli, aplica gradualismo y pierde la luna de miel, entonces bajarán, pero si se sienta rápido a negociar con los holdouts, pueden mejorar"..

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