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El transporte que une el sur de Capital con el norte del Conurbano sigue sin funcionar. La empresa echó a 47 choferes y el gremio denuncia lockout patronal
30/06/2015 - 14:45hs

Los choferes de la línea 60 y sus abogados irán este martes a Comodoro Py para solicitar la intervención judicial en el conflicto laboral con la empresa Monsa, tras 47 despidos, denuncias contra la compañía por un "lock-out patronal" y cuatro días sin prestar servicios.

Unas 250.000 personas que todos los días utilizan la línea para trasladarse desde el norte del conurbano bonaerense hacia la Capital Federal seguían afectadas por la paralización de los cuatro ramales.

Según precisaron delegados a NA, los representantes legales de los choferes se presentarán este martes ante el juzgado de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal para solicitar la "inmediata intervención de la justicia Federal".

Los letrados radicaron una denuncia luego de que "la empresa no dejara que los choferes saquen los colectivos a la calle", dijeron los trabajadores y afirmaron que no existe un paro, sino una decisión de la empresa de no brindar el servicio tras despedir a 47 empleados.

El presidente de la empresa Microomnibus Norte SA (Monsa), Marcelo Pasciuto, explicó hoy que el conflicto comenzó cuando la firma despidió "con causa" a un chofer -identificado como Daniel Benítez- que protagonizó trece choques en los últimos tres años.

Ese despido hizo que los trabajadores de la empresa iniciaran una protesta con el no cobro de boleto durante jueves y viernes de la semana pasada, por lo que el ministerio de Trabajo que conduce Carlos Tomada dictó la conciliación obligatoria.

"Tras la conciliación, se decidió que el chofer despedido sea reincorporado con todos sus beneficios pero sin conducir porque para nosotros es una situación peligrosa", dijo Pasciuto en declaraciones a Radio Con Vos.

Los choferes dijeron que si Benítez no podía conducir, ningún chofer iba a cobrar boleto, por lo que el sábado la compañía envió 47 telegramas de despido "con causa" e impidió que las unidades fueran sacadas a la calle.

"Ahora estamos en un punto muerto. A partir de lo que habría que arrancar con el trabajador adentro con todos sus beneficios y nada más. Pero los delegados están encaprichados con que el trabajador (Benítez) que fue despedido salga a trabajar", dijo.

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