Ser una persona optimista ya de por sí es algo bueno. Pero hay algo que -según un estudio científico- las destaca por sobre el resto: la impuntualidad.

Sin embargo hay expertos que aseguran que hay quienes llegan tarde de forma innata y que el problema puede encontrarse en lo más profundo de los lóbulos del cerébro. Así lo indica Diana DeLonzor, consultora y autora de «No vuelvas a llegar tarde». 

Según el estudio, llegar tarde sería un rasgo más de la personalidad del individuo, lo cual no significa que no puedan trabajar en ello para corregirlo aunque tenga sus beneficios.

En tanto, quienes llegan tarde son más optimistas porque creen que pueden llevar a cabo más tareas en el mismo tiempo concreto que otros.

Un estudio realizado en la Universidad de San Diego relacionó la impuntualidad con las personalidades de tipo B, es decir las personas más despreocupadas y optimistas, aunque según el sitio ABC depende de la cultura, ya que hay países en los que la falta de puntualidad es una falta de respeto y de ética laboral.