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Los conductores mantienen un servicio reducido sin cobrar boleto, en protesta por 50 despidos. La policía cercó una cabecera y la empresa aplica lock out
02/07/2015 - 23:41hs

La línea 60 prestó este jueves un servicio reducido al cumplirse una semana del conflicto por 50 despidos en la empresa Monsa, que mantiene el lock-out, sin enviar personal administrativo a las cabeceras ni acatar las intimaciones de la CNRT.

El servicio reducido afecta a más de 250 mil pasajeros que diariamente utilizan la línea entre la terminal de Constitución, y las distintas cabeceras de la zona norte del Gran Buenos Aires.

Por segundo día, los trabajadores volvieron a sacar colectivos a la calle, sin cobrar boleto, ante la falta de intervención del Ministerio de Trabajo y el de Transporte.

El delegado del personal, Néstor Marcolín, explicó que "funciona un servicio entre Constitución y Puente Saavedra y desde allí parten otras unidades hacia las cabeceras de Escobar y Tigre".

En Ingeniero Maschwitz, siete carros de infantería impiden la salida de unidades, por una orden judicial a raíz de un recurso presentado por los abogados de la empresa.

Marcolín explicó que los choferes decidieron hacer funcionar parcialmente la línea "porque tenemos el deber social de cumplir con un servicio público, cosa que no está haciendo la empresa, y ante la quietud de todos los organismo del gobierno que debieran intervenir".

El delegado del personal advirtió que tienen "combustibles para hacer funcionar la línea parcialmente para dos o tres días m s, y después de eso nadie sabe lo que puede pasar".

Los choferes decidieron hacer circular las unidades sin cobrar boleto, pese a no contar con la autorización de la empresa, que advirtió a los usuarios que no están cubiertos por ningún seguro en caso de accidente.

Los conductores mantienen la protesta por el despido de empleados y salieron a trabajar tras cinco días sin prestar servicio por lo que denunciaron como un lock-out patronal, por lo que unos 70 colectivos circulaban sin cobrar boletos.

Marcolín explicó que "un fiscal ordenó impedir la salida de unidades de la cabecera Maschwitz" que se encontraba custodiada por móviles de la policía.

Sin embargo, días atrás otro fiscal consideró que no había usurpación por parte de los choferes y confirmó que Monsa retiene tareas y personal administrativo, pese a los subsidios que recibe del Estado para garantizar el servicio público.

El servicio parcial se mantiene entre las 6 y la medianoche, y circulan alrededor de 70 de las 340 unidades con las que cuenta la empresa.

El delegado reclamó al Gobierno que "obligue a la empresa a reanudar el servicio y levante el lockout patronal, ya que si le entrega en subsidios a la empresa 34 millones de pesos mensuales está en condiciones de obligar a la empresa a trabajar, porque se trata de un servicio público".

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