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Casi 200 compañías dejaron de cotizar tras el cierre del lunes, lo que eleva el número de suspensiones hasta las 745, un 26% del total del mercado
07/07/2015 - 12:59hs

El desplome bursátil de China, con reminiscencias del crack del 29, ha continuado el martes a pesar de las medidas urgentes del fin de semana que sostuvieron el mercado el lunes. Ante esta situación, las compañías han encontrado una forma 'simple' de evitar las caídas: suspender la cotización.

El Gobierno chino ha tomado todo tipo de medidas para intentar contener un hundimiento bursátil que está afectando a todo el globo y a todo tipo de mercados, como el del petróleo.

Así, el banco central ha recortado tasas de interés, se han suspendido las nuevas salidas a bolsa, se han aligerado las condiciones de financiación para operar (ahora se admiten hasta las casas y las antigüedades como colateral) y los mayores brokers y fondos de inversión se han comprometido a comprar acciones para sostener.

De momento, con escaso éxito, por lo que las propias empresas parecen pensar que la mejor manera de evitar la caída es directamente no cotizar. Según se informó, casi 200 compañías dejaron de cotizar tras el cierre del lunes, lo que eleva el número de suspensiones hasta las 745, un 26% de todas las cotizadas en los mercados bursátiles continentales chinos (sin contar Hong Kong).

La mayoría de suspensiones han llegado en la bolsa de Shenzhen, que está dominada por empresas pequeñas. El Shenzen Composite ha perdido hoy un 5,3%, mientras que el Shanghai Composite lo ha hecho un 1,3%.

Estas suspensiones han congelado casi 1,4 billones de dólares en acciones, lo que supone el 21% del total de capitalización chino, y se están convirtiendo en una medida popular con los hundimientos de las últimas semanas. De hecho, si no fuera por las suspensiones, es probable que el 28% que ha caído el Shanghai Composite desde sus máximos del 12 de junio fuera mucho mayor.

"Su principal objetivo es evitar que las acciones sigan desplomándose ante la estampida vendedora", explica Chen Jiahe, estratega de Cinda Securities. Esta estampida se ha llevado por delante ya 3,2 billones de dólares del mercado chino, más de 2 veces el PIB español. La caída del Shenzhen Composite es todavía peor que la de Shanghai, con un desplome del 38% desde los máximos del 12 de junio.

En comparación, en EEUU solo hay 121 compañías suspendidas que suponen menos del 0,2% del total del valor bursátil. En Hong Kong, por su parte, hay 186 firmas sin cotizar, lo que supone el 4,7% del total.

Por ejemplo, Searainbow Holding, dedicada a las fibras químicas y los videojuegos online, dejó de cotizar el viernes en Shenzhen tras desplomarse un 54% en tres semanas. Anterioramente, se había disparado un 150% desde comienzos de año hasta el 11 de junio.

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