iProfesionaliProfesional

El funcionario habló por primera vez sobre el conflicto y adelantó que podría tomar medidas. Criticó la medida de fuerza en reclamo por 50 despidos
07/07/2015 - 21:19hs

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, advirtió este martes que el conflicto en la Línea 60 de colectivos es "bastante grave", y adelantó que el Gobierno podría tomar "medidas" para superarlo.

"Es una situación que se ha ido agravando. Por eso, queremos insistir con la búsqueda de una solución a través del diálogo.

Pero tenemos una perspectiva bastante grave con este conflicto", enfatizó el funcionario.

En declaraciones a Radio del Plata, Tomada consideró que con la medida de fuerza de los choferes "ya se han dejado de lado las reglas habituales en este tipo de situaciones y se está produciendo un daño demasiado grande sobre los usuarios".

"Es una situación en la cual la conciliación obligatoria no ha sido acatada. Pero no podemos tomar medidas sobre la UTA (Unión Tranviaria Automotor) porque ese sindicato no es el titular del conflicto", enfatizó el ministro.

Los choferes de la Línea 60 buscan la intervención del Gobierno en el conflicto laboral que ya provocó 50 despidos y siguen sacando unidades a la calle para garantizar el servicio, pese a la oposición de la empresa Monsa.

Por ello, se movilizarán este miércoles a las 10 para exigir a las autoridades que tomen cartas en el asunto.

Hasta ahora sólo la CNRT intervino con dos intimaciones a Monsa, que mantiene un lock out patronal sin normalizar la actividad y afecta a unos 250.000 usuarios.

Pero los delegados aseguran que las notificaciones son "papel mojado", ya que el organismo hasta ahora no labró ninguna infracción contra la compañía de transporte urbano por el incumplimiento del servicio.

Marcha 

Los choferes de la línea 60 marcharán este miércoles por el centro porteño para reclamar la intervención del Gobierno ante el agravamiento de un conflicto que ya lleva once días con la prestación de un servicio parcial y sin control.

Los trabajadores se concentrarán en Callao y Rivadavia, a las 10, y desde allí marcharán hasta el Ministerio del Interior y Transporte.

Por su parte, los trabajadores de la línea B de subterráneos de Buenos Aires, entre las 7 y las 8 liberarán los molinetes en la estación Federico Lacroze, en solidaridad con los choferes, informó el delegado Claudio Dellecarbonara.

El conflicto se inició hace dos semanas cuando un colectivero fue despedido por la empresa Monsa, propietaria de la línea, acusado de protagonizar trece accidentes de tránsito en tres años.

Los choferes pusieron en marcha un plan de lucha que contempló la prestación del servicio a los usuarios habituales de la línea que une el norte del Conurbano con esta Capital, pero sin cobrar boleto.

Pese a que regía la conciliación obligatoria impuesta en el conflicto por Trabajo, la empresa despidió a otros 47 trabajadores y la comisión interna gremial denunció un "lock-out patronal" ya que la Monsa no envía personal administrativo a las terminales para impedir la salida de unidades.

Tras cinco días los choferes lograron sacar unas 70 unidades de las 340 que tiene la firma en las terminales de Constitución y Tigre, con lo que prestaban hasta este martes un servicio reducido y sin cobrar boleto, según informó NA.

El presidente de Monsa, Marcelo Pasciuto, dijo sentir que le "robaron la empresa", al sostener que no puede ingresar a las terminales porque "están tomadas por los delegados y choferes que están repartiendo gasoil y repuestos de la misma empresa".

"Llevo 10 días denunciando ante la Justicia federal ordinaria, penal y nadie intervino. Es una vergüenza y los colectivos están circulando sin seguro, ni del pasajero ni de la unidad, y nadie interviene", denunció en declaraciones radiales.

El empresario dijo que están circulando alrededor de 40 colectivos y se quejó de que los trabajadores no acataron la conciliación y "hay un cuerpo de delegados insurrecto que no le da bolilla ni al Ministerio de Trabajo, ni al sindicato, ni a nadie, y pone en riesgo el trabajo de 1.100 familias".

"Cuando comenzaron a sacar los colectivos en Constitución sin autorización yo hice una denuncia por robo. En Constitución y Tigre y nadie tomó intervención", explicó.

"No tiene lógica que el fiscal haya autorizado a que sigan circulando las unidades. No s‚ ni siquiera quién conduce. Porque cuando yo entrego una unidad‚ a quien lo estoy haciendo y las horas de descanso que necesita, entre otras cosas, y no no sabemos si es personal de Monsa o personal técnico", explicó Pasciuto.

Sin embargo, los colectiveros aseguran que realizan su trabajo como todos los días, gestionando el servicio por sus propia cuenta. La diferencia es que no cobran el boleto, en señal de protesta por los despidos, y tampoco pueden firmar las planillas ante la orden dada por Monsa al personal administrativo de suspender sus tareas de control.

Temas relacionados