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Sonrisa electoral versus garrote tributario: Scioli y Macri son los que más impuestos cobran

Tanto el Gobernador bonaerense como el Jefe de Gobierno porteño hicieron uso y abuso de los impuestos para solventar sus ajustados presupuestos
13/07/2015 - 14:01hs
Sonrisa electoral versus garrote tributario: Scioli y Macri son los que más impuestos cobran

Los impuestos suelen ser protagonistas estelares de cualquier campaña electoral, en la Argentina y en el mundo.

La oposición suele quejarse de la insoportable presión que sufren los contribuyentes, mientras que los candidatos oficialistas se esfuerzan por justificar los gravámenes y demostrar que sirvieron para obras de interés nacional.

Pero en algo siempre coinciden: todos prometen que no habrá nuevos tributos ni aumentos que puedan sumarse a los ya existentes.

Hay antecedentes célebres en el mundo, como el de la campaña de Ronald Reagan en 1980, en la que prometió que bajaría los impuestos y que, aun así, la recaudación aumentaría -gracias a la célebre "curva de Laffer"-.

También George Bush padre, en 1988, popularizó la frase "read my lips: no new taxes" -lean mis labios: ningún impuesto nuevo"-.

Por cierto, ambos incumplieron sus promesas de campaña.

Pero, a pesar de estos antecedentes, el tema nunca baja del rating cuando se acerca el momento de depositar el voto en la urna. Y la actual campaña argentina no es la excepción, como no lo puede ser en ningún país donde la presión tributaria ascienda a un 34,5% del PBI.

A veces con promesas concretas, otras con frases deliberadamente ambiguas, no hay candidato presidencial que ignore el tema impositivo.

No siempre resulta fácil interpretar, desde los discursos, cuáles serán las intenciones reales si es que llegan al poder. Pero, al menos como antecedente que ayude a un análisis, la observación sobre cómo se comportaron en materia impositiva en sus roles de gobernadores o intendentes puede echar alguna luz.

Si bien es difícil extrapolar las decisiones que tomó cada uno en su distrito a los planes que tienen para el manejo nacional -no es lo mismo administrar una provincia que un país-, el estudio de estos antecedentes puede servir para tener una primera visión del "perfil tributario" de cada candidato.

La primera conclusión es que los dos principales contendientes -Daniel Scioli y Mauricio Macri- fueron los que mayor presión impositiva ejercieron, si se los compara con sus colegas de las demás provincias.

Además, apenas se pudieron conocer algunos detalles de lo que piensa cada uno respecto de uno de los temas que más preocupación e incertidumbre genera en los argentinos: el Impuesto a las Ganancias.

En efecto, tal como diera cuenta oportunamente iProfesional, Macri adelantó sus intenciones de ajustar las deducciones y cargas de familia del tributo de modo que pague "la gente que más plata gana".

En tanto que su competidor directo no hizo referencias al tema, aunque el apoyo que le dio la CGT que conduce el metalúrgico Antonio Caló y el conocimiento que tiene el candidato sobre el malhumor que genera este gravamen en las personas hace pensar que algún cambio realizará.

No obstante, más allá de los pequeños adelantos que hicieron en estos últimos meses, puede servir de utilidad observar cómo se manejó cada uno en las jurisdicciones que les tocó gobernar para tener una primera aproximación sobre lo que pueden hacer en el futuro.

Es que -en los últimos años- tanto Scioli como Macri fueron muy activos en este aspecto e hicieron uso de las herramientas tributarias para engrosar los fondos que obtenían con el fin de lograr los objetivos que se planteaban en sus presupuestos.Los dos en el podio

Un estudio de la consultora Federico Muñoz y Asociados -en base a datos de la Cepal- da cuenta de que los contribuyentes de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad de Buenos Aires se ubican, precisamente, en el podio de los que más pagan impuestos en todo el país.

Ese podio se completa con Tucumán (que se encuentra en segundo lugar ) en cuanto a presión tributaria.

En la otra punta del ranking aparecen Catamarca, La Rioja y Jujuy, que son las que menos recaudan y, en consecuencia, las que más dependen de las transferencias del Estado nacional.

Recaudación e ingresos en cada distrito dan idea del grado de esfuerzo para poder "bancarse" con recursos propios.

En rigor de verdad, la mayor presión impositiva no puede ser interpretada -exclusivamente- como una mala noticia. También implica un avance de los fiscos para reducir la informalidad a partir del uso de nuevas tecnologías para cruzar datos y detectar evasión.

En este sentido, en Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires la recaudación impositiva propia supera el 6% del ingreso provincial.Por debajo se encolumnan Entre Ríos, Misiones, Mendoza y Córdoba, en un rango del orden del 5 por ciento.

Puntos en comúnA la hora de evaluar cómo se desenvolvieron impositivamente Scioli y Macri en sus respectivas jurisdicciones, se pueden vislumbrar algunos puntos de coincidencia.

Uno de ellos es que ambos no dudaron en aumentar el Impuesto sobre los Ingresos Brutos.

Así lo recordó Gustavo Carreño, miembro del estudio Enrique Scalone & Asociados, quien aseguró que tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la provincia de Buenos Aires se elevaron las alícuotas del gravamen.

Sin dudas, Ingresos Brutos es el motor de las dos jurisdicciones. Sin embargo, el incremento de la tasa es sólo uno de los aspectos que explica la importancia de este tributo. El otro se puede encontrar en la forma en que se obtiene.

Ocurre que tanto Macri como Scioli intensificaron el uso de los regímenes de retención y percepción. Con esta metodología se garantizaron por un lado ingresos de forma simple aunque, por el otro, también les provocó un dolor de cabeza con la generación de saldos a favor.

Buenos Aires fue la madre de los 'regímenes de recaudación' que han proliferado y hoy se encuentran en todos los distritos del país".

"En esta forma de cobro anticipado y presuntivo, se ha apoyado lo obtenido en concepto de Ingresos Brutos, con la lógica del 'cobremos a quienes ya conocemos' sin desarrollar un sistema progresista que integre a ese 40% o más de economía marginal sin presionar a los de siempre", añadió.

Tal fue la importancia que tomó este sistema que el 80% de la recaudación definitiva se hace en la actualidad bajo esta modalidad.

Una manera que, según el especialista, es "tan controvertida como ilegal, dado que no respeta la definición del hecho imponible como base para el cobro de tributos".

Capital Federal como Buenos Aires se generaron importantes saldos a favor a las empresas que, en muchos casos, no pudieron consumirse en años.

La generalización del uso de los regímenes de retención y percepción llegó al punto de que la Ciudad buscó alcanzar a determinados tipos de contribuyentes -que se encuentran "deslocalizados"- tal como es el caso de Netflix.

En este sentido, Sasovksy recordó que designó como agente de retención a las entidades emisoras de tarjetas de crédito, débito y compra que intervinieran en las operaciones, siempre que los pagos se efectuaran a las empresas que brindan los servicios en cuestión. No obstante, la idea no prosperó. 

De esta manera, Macri intentó poner en práctica una de las propuestas que hace tiempo se debaten a nivel internacional: el rol activo que pueden desempeñar tributariamente las compañías que realizan los pagos.Otro de los puntos que unen a los dos principales candidatos es que ambos apuntaron sus cañones recaudatorios a las propiedades, incrementando el Impuesto Inmobiliario.

Incluso, para Buenos Aires el Inmobiliario Rural se convirtió en un aliado más que necesario. Cuando la billetera del Ejecutivo bonaerense quedó flaca para pagar sueldos, llevó adelante un revalúo que le permitió hacerse de fondos para calmar la gran crispación que se había generado a raíz de la falta de "caja" estatal. 

Al respecto, Carreño explicó Scioli logró ese objetivo "ya sea mediante el aumento de las alícuotas, como también por medio de la actualización de las valuaciones fiscales de los inmuebles, aunque nunca fue claro cómo se determina la misma y la base imponible".

No obstante, lo que queda en evidencia es que ayudó al mandatario a sumar (entre Inmobiliario Edificado, Rural y Baldío) casi unos $3.400 millones en los primeros cinco meses a las arcas del Estado bonaerense.Las diferenciasEntre los puntos que distancian a ambos candidatos, se pueden encuentran la implementación de nuevos impuestos, la intensificación en el cobro de otros y las exenciones que conceden.

En cuanto a Buenos Aires, Vidal Quera recordó que la administración de Scioli "restableció el Impuesto a la Transmisión Gratuita de Bienes, que es un tributo que las provincias se reservaron cobrar de acuerdo a la Ley de Coparticipación Federal".

Otro de los puntos que los diferencia es el uso de la tecnología. En este sentido, Carreño sostuvo que "se le puede reconocer a ARBA que siempre se encuentra actualizada en cuanto a nuevas metodologías (como la utilización de de página web para realizar trámites o para presentar declaraciones juradas)".

Por su parte, la Capital Federal puso un mayor énfasis en los premios y castigos.

En efecto, según recordó Vidal Quera, la administración de Macri "profundizó un Padrón de Riesgo Fiscal en el que se incluyen a los contribuyentes que presentan incumplimientos formales, con la consecuencia que se les agrava su alícuota de retenciones".

También el jefe de gobierno porteño generalizó el cobro del Impuesto de Sellos, para lo cual aumentó el número de inspecciones y fiscalizaciones con la mira puesta en ese gravamen.

En este sentido, el especialista recordó que "el 'Fondo Subte' tiene como uno de sus recursos una asignación directa de la recaudación de este tributo".

Como contrapartida, destacó Carreño, la Ciudad creó el Distrito Tecnológico que alberga a empresas de tecnologías de la información y comunicación, software y profesionales de alto valor agregado.

El especialista resaltó que "las firmas radicadas en dicho distrito, gozan de amplias exenciones y diferimientos de tributos".Qué pasó en TigreSi bien Sergio Massa quedó más rezagado en las encuestas, también es importante seguir de cerca los movimientos tributarios que el líder del Frente Renovador realizó en su partido.

Al respecto, Vidal Quera sostuvo que "se potenció el cobro de diversas tasas, en particular la de Seguridad e Higiene -que es la de mayor recaudación de todos los municipios del conurbano bonaerense-, pero desarrollando nuevas como la ‘vial municipal'".

Este tributo es comúnmente conocido como la "tasa a las naftas" y se cobra por la expedición de combustibles con el objetivo mantener y conservar la red vial municipal.

"La misma ha generado bastante polémica y controversia con los expendedores de combustibles por incrementar sus costos y por los sujetos obligados a pagarla por cuanto sostienen que es una tasa sin servicio y un gravamen similar al impuesto nacional que se abona con los combustibles que los municipios no pueden cobrar", indicó el experto.

Por último, también se destacan las "ambientales", como la que se aplica por la generación de residuos áridos y afines y la que se recauda por comercialización de envases no retornables y afines (botellas PET, multicapa, aerosoles y latas, entre otros).