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Ser petrolero argentino, un gran negocio: ya les pagan el barril un 92% más que el precio internacional
26/08/2015 - 10:05hs

Las paradojas parecen encontrar en la Argentina un escenario propicio para consolidarse. Y un claro ejemplo de esta particularidad puede ubicarse en lo que viene ocurriendo con la extracción de petróleo y sus márgenes de comercialización.

Así, mientras que el barril continúa perforando el piso en términos de cotización -poco más de u$s40 dólares- en los principales mercados, en nuestro país el valor de la misma unidad de referencia ostenta un valor inaudito: u$s77 por el crudo Medanito, que sale principalmente de Neuquén.

La diferencia, cada vez más cercana al doble -un 92%, para ser más exactos- pone sobre el tapete el escenario ficticio bajo el cual siguen operando el grueso de los actores del sector hidrocarburífero de la Argentina.

Hasta poco más de dos años, el escenario era inverso al actual: con el barril en torno a los u$s110, las petroleras reclamaban por percibir u$s84 según lo fijado por el Gobierno para el valor del Medanito. "Perdemos plata, Argentina no es rentable", era el comentario más común entre los referentes del sector.

En ese momento de ánimos caldeados, la regulación oficial resultó observada como un atentado al negocio. En lugar de moverse hacia arriba -como sucedía en el mundo-, el barril permaneció fijo por decisión política. Fueron esos los años de la gran retracción en la disponibilidad de crudo, dado que cayó el nivel de inversión de las petroleras, que alegaban baja rentabilidad.

Curiosamente, es ese mismo "cerrojo" el que ahora les genera una diferencia por demás de relevante a los petroleros, quienes ahora no sólo omiten cualquier comentario adverso en torno al intervencionismo K sino que, además, buscan desalentar potenciales depreciaciones del Medanito.

Este estado de situación repercute en los tanques. Así, que la cotización del barril se mantenga por encima del valor internacional aparece, justamente, como la variable que impide que los combustibles bajen en sintonía a como se viene dando en el resto del mundo.

Las refinerías pagan los mencionados u$s77, por lo que al momento de comercializar la nafta la posibilidad de reducir el precio para los expendedores es prácticamente nula.

Estos últimos son los que más sufren con decisiones como la dispuesta por el Gobierno a fines del año pasado.

"De haber rebajas en los precios, eso lo termina absorbiendo la estación de servicio, ya que la refinería nunca modificó su valor de venta al expendedor. Si se estableciera algún tipo de abaratamiento del litro como se hizo alguna vez, es seguro que muchas estaciones dejarían de operar. En esta ecuación todos ganan menos quien vende al público", sostuvo ante iProfesional Manuel García, titular de AESI, la cámara que nuclea a los estacioneros independientes.Burbuja local

Desde Cecha, la principal organización del sector de los vendedores de combustibles, su secretario y principal referente, Raúl Castellano, no dudó en que éste es el momento "en el que a las empresas les conviene vivir del nosotros", además de destacar que "es por el interés de vender en el país, por la diferencia en el barril, que no se han vuelto a repetir situaciones de desabastecimiento".

"El énfasis de las compañías que extraen está en el mercado local porque, como suele suceder, hoy estamos adentro de una especie de burbuja. El petróleo vale más en la Argentina que en el mundo, ¿cómo no van a aprovechar la oportunidad? Esta vez el desacople con lo que pasa a nivel internacional beneficia a los que operan en el país", comentó el empresario.

En el sector, según pudo indagar este medio, la cotización elevada que mantiene el Medanito es vista como la combinación de un juego de intereses que comprende tanto a los privados como al mismo kirchnerismo.

"Las principales petroleras pujan para contar con precios altos de los hidrocarburos para así pagar parte de la inversión hecha en Vaca Muerta. Al mismo tiempo, el Gobierno casi no tocó el precio interno del crudo para que las empresas tengan un incentivo que las haga seguir explorando y poniendo en marcha nuevos yacimientos", explicó a iProfesional, en estricto off the record, un analista especializado en energía.

"A esto, por supuesto, hay que sumarle el rol de las compañías que apuestan a la comercialización en el mercado interno. Las complicadas son las que tienen el negocio enfocado hacia la venta externa de la mayoría de sus extracciones. En ese caso, lo más probable es que si no cambia la tendencia del barril en el contexto internacional más de una compañía empiece a tener dificultades financieras", vaticinó.

Usuario que paga

Emilio Apud, ex secretario de Energía de la Nación, no tuvo reparos en afirmar que "este precio ilógico que se sigue pagando no hace más que complicar a los usuarios".

"Los costos de las petroleras, la presión sindical, no han hecho más que ahorcar a la gallina de los huevos de oro y ahora no se puede aplicar una baja en el precio del barril porque aumentaría la conflictividad. Las compañías dejarían de recaudar y eso haría resentir también las finanzas de varias provincias", sostuvo ante iProfesional.

"Lamentablemente, eso complica siempre a quien espera una baja en el precio de las naftas, que no puede ocurrir por la dependencia lógica respecto del mercado local que ahora tienen las principales expendedoras. La pregunta es qué ocurrirá cuando se busquen sincerar los valores locales con los internacionales. De aplicarse hoy, por los costos mencionados, más de una empresa dejaría de producir por no resultarle económicamente rentable", concluyó el ex secretario.Golfo atento

En este contexto, las firmas que operan en torno al Golfo San Jorge aparecen como las pendientes de lo que ocurre fronteras hacia afuera por, precisamente, exportar a gran escala.

En esa área que comprende distintos espacios de las provincias de Chubut y Santa Cruz, el petróleo disponible es mucho más pesado -tiene dos denominaciones: Escalante y Cañadón Seco- y parte hacia afuera por tratarse de una materia prima que no puede procesarse en las refinerías locales.

Las compañías con más peso en San Jorge son Pan American Energy (PAE), YPF, Sipetrol -filial argentina de la chilena Enap-, y Tecpetrol, del Grupo Techint.

La primera mencionada exporta alrededor del 30% de su producción, y en una muestra de cómo la situación internacional repercute en su negocio, a principios de año convocó a todos sus proveedores para renegociar las tarifas de servicios.

Al respecto, un artículo del sitio especializado Inversor Energético destacó que "la intención de la empresa controlada por los Bulgheroni fue que sus contratistas acepten una baja de hasta un 10% en lo que facturan por prestar servicios en el Golfo San Jorge".

"PAE entendió que el descenso de los precios internacionales no es un fenómeno esporádico, sino que se mantendrá durante algún tiempo. Por eso apuntó a que los proveedores y también los sindicatos actúen con racionalidad y accedan a reducir el valor de sus servicios para garantizar la explotación de Cerro Dragón", señaló la publicación.

El interrogante de mayor envergadura que preocupa a los empresarios es por cuánto tiempo estará dispuesto el Gobierno a mantener una diferencia tan significativa entre el precio interno del barril de petróleo y, por supuesto, los indicadores internacionales.

Todo parece indicar que, más allá de esto, es poco probable que el Gobierno modifique fuertemente la cotización del crudo local.

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