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Desde el sector de la alimentación se quejan del nivel de impuestos y las dificultades para liquidarlos. Los altos costos también restan competitividad 
26/08/2015 - 11:02hs

La presión fiscal fue el lamento más repetido ayer, durante una jornada organizada por la coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal). De cara al recambio de Gobierno, empresarios grandes y pyme reunidos en un panel coincidieron en señalar a la carga tributaria como uno de los frenos a la competitividad –inclusive por encima del nivel de tipo de cambio– y reclamaron que el Estado les aliviane la mochila que hoy representa el pago de impuestos.

El CEO de la firma Molinos, Amancio Oneto, a cargo de una de las mayores alimenticias del país, explicó que la empresa agrega, a los bienes de la naturaleza, "salarios, muchos impuestos y el costo de capital". En términos de impuestos "no se cuál, pero alguno hay que bajar", se quejó.

Por su parte, Gustavo Lazzari, de Frigorífico Cárdenas, aseguró que "el volumen de los impuestos es altísimo y tiene un esquema de liquidación muy complejo".

Para Martín Cabrales, vicepresidente de la compañía líder en el mercado de café, lo importante es la rentabilidad. "Nosotros vivimos de nuestra rentabilidad que es lo que nos permite avanzar. La inflación nos preocupa por el consumo y la rentabilidad, por la inversión".

Más temprano, en otro panel, el director del Iaraf, Nadin Argañaraz, destacó que la Argentina "cuenta con la presión tributaria más alta de su historia". En términos provinciales, dijo, "aumentó 62% en los últimos 10 años, con los mayores aumentos registrados en los impuestos de Ingresos Brutos e impuesto a los sellos". El economista habló de una carga impositiva "asfixiante" y graficó que por cada $ 100 que paga un consumidor, el 42% va al Estado. 

El reclamo impositivo se repitió, inclusive, por encima del sinceramiento del tipo de cambio, Al respecto, Lazzari expresó: "La macro la arregla cualquiera. Honestamente, me preocupa la ‘sovietización’ de la micro", dijo, en referencia a los permisos que requiere y las trabas que tiene la actividad.

Desde el sector de las economías regionales también pidieron una baja de la presión fiscal. El representante de la Cámara de Fruticultores Integrados (CAFI), Marcelo Loyarte, pidió "contener la inflación, una reducción de impuestos que incluya la eliminación de las retenciones" entre otros reclamos. 

A este sector también le pesan los costos logísticos. Desde la Federación Argentina de Cítrus, José Carbonell explicó que producir una caja de limón y llevarla a los puertos tiene un costo del 65% de lo que cuesta llevarla a Cartagena o a Rotterdam, y llevar una caja de cítricos a Europa le cuesta a la Argentina un 70% mas que a Sudáfrica, competidor en el rubro.

Respecto de este sector, el presidente de Copal, Daniel Funes de Rioja, advirtió que las economías regionales están "seriamente afectadas" y recordó que las exportaciones de alimentos y bebidas cayeron 18,7% en el primer semestre de 2015. 

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