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Dólar de fin de campaña: toda la expectativa del mercado está puesta en el "efecto puré" de septiembre

El arranque del mes revelará si la alta demanda de divisas por parte de los pequeños ahorristas se exacerbará en el final de la campaña electoral
31/08/2015 - 10:05hs
Dólar de fin de campaña: toda la expectativa del mercado está puesta en el "efecto puré" de septiembre

Toda la expectativa del mercado financiero está puesta en lo que suceda en las próximas horas, cuando arranque el mes de septiembre.

¿El "termómetro" que estará bajo la lupa? La evolución de las operaciones de dólar ahorro, en medio de la inquietud generalizada ante la cercanía de las elecciones presidenciales y en un contexto en el que el blue viene de pisar los 16 pesos.

Sucede que el monto de divisas que se vaya adquiriendo durante las primeras jornadas a través de las ventanillas habilitadas por la AFIP, servirá con creces para testear el humor de ahorristas.

Pero también será una prueba de fuego para el propio Gobierno que, tras las PASO, decidió restringir la entrega de billetes verdes, lo que terminó generando no sólo una mayor inquietud en el mercado sino que contribuyó a empujar hacia arriba al informal. 

El primer gran interrogante que espera una respuesta en la city es si en el inicio de septiembre se repetirá el gran salto en la demanda que se registró durante los dos últimos meses o si, por el contrario, con un paralelo que perdió intensidad en las últimas jornadas, habrá una menor avidez por parte de ahorristas. 

Para la administración kirchnerista, cualquiera de los dos escenarios puede tener diversas lecturas: si explota la compra de dólares, esto no hará más que confirmar el mayor nerviosismo en la previa a las urnas. 

Si, en cambio, el ritmo de demanda es llamativamente bajo, podrá interpretarse como el resultado de una nueva avanzada oficial para seguir restringiendo las operaciones y cuidar reservas. Por cierto, un escenario que no le haría ningún favor a la estrategia de domar al blue.  

El otro interrogante que sobrevuela es qué actitud adoptarán los ahorristas una vez que tengan los billetes en la mano: si los dejarán bajo el colchón como resguardo, o bien si aprovecharán la brecha entre el "dólar ahorro" (oficial + recargo del 20%) respecto al blue, que actualmente ronda el 40%, para realizar el "puré".

Con ese término se hace referencia a las operciones por las cuales los particulares adquieren divisas a través de las ventanillas de la AFIP para luego venderlas a un precio más elevado en el mercado informal. 

Es el típico arbitraje que surge cuando un mismo bien tiene dos precios en dos mercados diferentes.

Por lo que, cuanto mayor es la brecha entre ambos valores, esta triangulación resulta más tentadora.

Durante un tiempo, el "puré" fue relativamente funcional al Gobierno. 

Sucede que, pese a que debía sacrificar reservas para abastecer a los ahorristas, al mismo tiempo esto le permitía "lubricar" la oferta de dólares en el circuito paralelo. Así, este flujo lo ayudaba a mantener aplacado el precio del billete informal y alejar las expectativas devaluatorias.

¿Por qué? Porque cuando crece la brecha, entonces miles de "especuladores hormigas" suelen volcar más dólares al mercado del blue.

Pero ahora, conforme se acortan los plazos de cara a la eleccion presidencial y el debate sobre el futuro del tipo de cambio se metió de lleno en la campaña, en el mercado están observando un cambio de tendencia: en las últimas semanas, pese al salto del paralelo, más ahorristas prefirieron atesorar esos billetes y no volcarlos al circuito para hacer el "puré". 

Esto, sumado a las maniobras restrictivas por parte del Gobierno, no hizo más que potenciar el blue. 

En este contexto, la peor combinación para el Gobierno en el arranque de septiembre es que la demanda de dólares toque un nuevo récord, se continúen deteriorando las reservas y esos billetes no sean revendidos en el circuito informal. 

Esta suma de variables podría terminar dándole más impulso al paralelo, un dato que inquieta a la administración K, que ya viene de padecer un récord histórico de $16. 

Antecedentes que inquietanSólo entre julio y agosto se vendieron más de u$s1.300 millones mediante las "ventanillas" habilitadas por AFIP.

Esta cifra representa casi el 20% del total de divisas que el BCRA debió desprenderse en los últimos 18 meses, desde que implementara esta vía para ahorrar en moneda extranjera, que hasta ahora ha acumulado ventas por u$s7.160 millones.

El agravante de esta situación es que desde el 23 de julio hasta hoy, el BCRA no logra sumar "verdes" a sus arcas. Por el contrario, en ese período acumula un saldo negativo de casi u$s1.100 millones.

En gran medida, esto está explicado por la liquidación de "sojadólares", cuya temporada alta finalizó hace varias semanas. A esto también se suma la caída de las exportaciones.

En este contexto, las reservas de la entidad conducida por Alejandro Vanoli enfrentarán un duro test, dado que ya está corriendo el reloj para la cancelación de u$s6.500 millones en concepto de Boden 2015. 

Este compromiso, la menor afluencia de divisas por la cosecha y la avidez de los ahorristas fue lo que llevó al BCRA a autorizar menos cantidad de dólares por cada operación realizada.

Por ejemplo, el viernes pasado habilitó u$s553 por transacción, mientras que hace un mes el promedio que se dejaba retirar era de u$s620. Es decir que el "retaceo" alcanzó al 11%. 

Claro que esto no fue gratuito: el BCRA terminó pagando esta estrategia con un salto del blue. 

¿La revancha del "puré"? Con una demanda de dólar ahorro en alza y un precio del paralelo cercano a los $16, el Gobierno no tiene muchos motivos para festejar. A lo poco que puede aspirar es a que los particulares que adquieran billetes por las ventanillas de la AFIP vuelvan a tener avidez por hacer el "puré". 

Así, habría más margen para propiciar una baja del paralelo, un factor nada despreciable a poco más de un mes de las urnas. 

Motivos no le faltan a la administración K para especular con que vuelva a cobrar fuerza esta triangulación.

La brecha actual entre ambos tipos de cambio es muy tentadora para los ahorristas, ya que se acerca al 40%. Se trata de una rentabilidad interesante, sobre todo porque es casi el doble de lo que se lograba a fines de junio, cuando la ganancia por esa misma operación apenas superaba el 20%. 

Como contrapartida, hay variables que tiran en sentido contrario: la inquietud que se da en todo contexto eleccionario, los ruidos políticos que dejó Tucumán y la profundización de los desfasajes de la economía pegan en el ánimo de los particulares. Así, la posibilidad de que una gran proporción de esos billetes vayan al colchón, también es elevada. 

"Cuando la brecha cambiaria sube, hay más personas que entran a comprar pero ahora muchas se terminan quedando con los dólares. En este último tiempo no se hizo el ´puré´ con el mismo ritmo que antes", afirma el economista Francisco Gismondi, de la consultora Empiria.

Y agrega: "Quieren permanecer en dólares y no soltarlos, hasta ver qué pasa con la economía, a raíz de la incertidumbre política".

En este escenario, las reservas del Banco Central vienen de descender casi u$s340 millones en agosto. Encima, la entidad monetaria debió utilizar otros u$s1.200 millones del swap con China para sostener las tenencias maquilladas en u$s33.600 millones. 

El punto central es que de los "dólares chinos" le queda por activar un único tramo de u$s1.500 millones hasta diciembre, de los u$s11.000 millones totales acordados con el gigante asiático el año pasado. 

Si se suman las devaluaciones frente a la divisa estadounidense de las monedas de los países con los que comercia la Argentina, las presiones están a la orden del día. 

Mientras tanto, en la cuenta regresiva de las elecciones, Kicillof, Vanoli y compañía pretenden que si los ahorristas salen en busca de dólares elijan al menos como "menú del mes", puré, puré y más puré. 

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