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La brecha entre el dólar oficial y el paralelo hace crecer la incertidumbre y todo hace pensar que la volatilidad no desaparecerá en breve
30/08/2015 - 12:38hs

Agosto se va como un mes complicado. Deja un mercado externo en corrección y una coyuntura propia bastante particular, a la que hay que tenerle cierto respeto a la hora de analizar las estrategias financieras de corto plazo.

El dólar marginal que marcó nuevos máximos (aunque cedió sobre el cierre de la semana) y brecha que se amplia, en la coyuntura internacional actual, sólo lleva a profundizar la búsqueda de cobertura bajo la percepción de un cada vez mayor atraso cambiario.

El driver político, sin misterio, pero disparando fuerte incertidumbre, es el que seguirá arbitrando este juego que se basa en apuestas sobre cuándo y cómo podría darse el ajuste.

Ahora bien, la semana cerró con un clima mucho más favorable a cómo comenzó; incluso hay ciertos guiños positivos con los que se comienza septiembre.

Por ejemplo, algunas señales técnicas que dejo el rebote reciente en los precios, la expectativa de que Reserva Federal (FED) postergue su suba de tasas, y hasta la posibilidad latente de que el gobierno chino siga introduciendo medidas de estímulos que frenen los temores sobre una mayor devaluación y una desaceleración más fuerte de su economía. Al fin y al cabo, este país fue el epicentro que perturbó la "normalidad" dentro de la que se venía operando.

En este marco, lo primero que se debe entender es que la alta volatilidad que existe no desaparecerá por arte de magia y no es un dato menor.

Incluso se está bajo un escenario que, a pesar de los rebotes recientes, no debería esperarse una salida alcista directa que vuelva a llevar de corto plazo a la zona de máximos recientes en el caso -por ejemplo- de los índices americanos.

Se necesitan catalizadores que

, por ahora, faltarían. ¿Podrán llegar? Sin duda, pero deberán ser analizados con cautela, señala la analista Sabrina Corujo en La Nación.

De muy corto plazo, la agenda será una de las claves para definir el humor del mercado. Datos económicos de China y el reporte de empleo americano de agosto se marcan hoy en rojo en el calendario.

Esto igual no evitaría que sigan apareciendo compras de oportunidad luego de la corrección, que positivamente evitó hasta ahora encuadrarse en un bear markets (que por definición sería presentar una caída mayor al 20% desde los máximos). No obstante, se insiste, la necesidad de no apurarse es una recomendación sana.

De hecho, las lecciones de autoayuda para las inversiones no faltaron durante la semana pasada, pero se entiende que la más importante a seguir resaltando es no actuar bajo pánico. O dicho de otra forma, no actuar de forma emocional.

El mercado, de hecho, volvió a confirmar esta regla. Incluso también es una realidad que un cimbronazo de este tipo sirve para despabilarse, dentro de un mercado que presentaba últimamente quizá demasiada certeza. Sea proactivo, no reactivo es otra sugerencia en este plano.

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