El grupo FCA profundizará su plan de suspensiones en la planta cordobesa de Ferreyra, donde fabrica vehículos con la marca Fiat.

Es un resultado más que deja tanto la crisis de Brasil, la cual redujo su demanda de autos, como las restricciones al acceso a dólares que padece la industria local.

El planteo productivo de la terminal para septiembre en principio es de 9 días de trabajo, con diferentes ritmos semanales, lo que implica un ajuste sobre agosto.

Los datos fueron confirmados por la delegación Córdoba del gremio SMATA; la empresa no lo desmintió, pero lo relativizó. El plan de producción al que accedió La Nación apunta a hacer 4.300 unidades en septiembre, sobre 5.750 del mes pasado.

Desde hace varios meses la planta ya viene trabajando entre tres y cuatro días semanales. En julio el presidente de la compañía, Cristiano Rattazzi, adelantó que habían pedido más disponibilidad de dólares al Ministerio de Industria por la necesidad de redireccionar producción al mercado interno, ante la fuerte baja de la demanda brasileña.

En julio el Gobierno autorizó a las automotrices a comprar u$s198,9 millones mensuales para adquirir partes y piezas. Adicionalmente, se les permitió adquirir 85 millones mensuales para inversiones. Previamente, el cupo era de 160,9 millones mensuales y el nuevo se extenderá hasta el 30 de septiembre. Las compañías lo siguen considerando insuficiente, sobre todo porque después de las PASO hubo más restricciones.

La situación de FCA no es una excepción. General Motors (GM) paralizó la producción el viernes y lo hará durante cuatro días en septiembre debido a una fuerte caída en la demanda de unidades por parte de Brasil.

Unos 2.350 operarios serán suspendidos por la subsidiaria del grupo automovilístico estadounidense en la planta de construcción de coches ubicada en la localidad de Alvear, unos 18 kilómetros al sur de Rosario, en la provincia de Santa Fe, según un cable de NA.

El secretario adjunto del sindicato de mecánicos Smata, Antonio Milici, indicó que la medida se tomó porque Brasil redujo el pedido de 43.000 a 23.000 unidades, pero aclaró que el acuerdo con la compañía contempla "garantizar el salario neto".

El mercado interno local está funcionando bien dado que viene mostró signos de recuperación tras dos años de muy fuertes caídas, pero sólo se lleva entre el 30 y el 40 por ciento de la producción.

Otra que tomó medidas es Ford, la cual desde hoy y todos los lunes de septiembre tendrá 170 suspendidos rotativos hasta fin de año en su planta de Pacheco.

En Córdoba, Volkswagen suspendió a un tercio de sus operarios el viernes y hoy. Es la línea de producción de la caja MQ200 que va a Brasil. Ya había aplicado suspensiones en el mismo sector entre el 10 y el 20 de julio. También el motivo fue la merma en las exportaciones a Brasil.

Además de las suspensiones que viene aplicando desde hace meses (semanas de cuatro días trabajados y otras de tres), FCA tiene en marcha un plan de retiros voluntarios (similar al que está aplicando GM) con el que pretende reducir su plantel en unas 240 personas, el 10% de la plantilla. Rige desde mayo.

Referentes de la industria automotriz coinciden en señalar que no esperan una recuperación brasileña para 2016 y que la mejora de expectativas llegaría a partir de una mayor disponibilidad de dólares para producir aquí para el mercado interno.

En Córdoba, la baja de actividad impacta fuerte en el sector metalmecánico, que desde hace más de un año hace ajustes de personal. Según una encuesta del Observatorio de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de la provincia, el primer problema que marcan los empresarios es el atraso cambiario y el segundo, la recesión brasileña.

En el caso de Renault, también instalada en Córdoba, según Smata viene trabajando sin sobresaltos. "Lo peor lo pasó en años anteriores; ahora el anuncio de la inversión mejoró el clima", señala Leonardo Almada, vocero del gremio. Una situación similar se da en PSA (Peugeot y Citroën), que fue golpeada duramente en los últimos dos años y ahora no está aplicando suspensiones.