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En medio de la crisis que afecta a ese país, la administración de Rousseff tomó una medida que perjudicará a las bodegas nacionales
01/09/2015 - 22:58hs

El Gobierno del Brasil aumentará a partir del 10 de diciembre el Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) de diferentes bebidas alcohólicas nacionales e importadas, con lo que podrían verse afectadas las exportaciones de vinos argentinos a ese país.

La decisión fue publicada hoy en la edición extra del Diario Oficial de la Unión (equivalente al Boletín Oficial) y dispone a partir del 1° de diciembre un aumento de la alícuota del IPI que varía del 10 al 30 por ciento en vinos, espumantes, whiskies, vodkas, cachazas, licores y sidras, entre otros, sean nacionales o importados.

Cabe destacar que la Argentina es el segundo exportador de vinos al Brasil, después de Chile, con 13,9 millones de litros en 2014, según la información del Observatorio Vitivinícola Argentino.

Según el organismo, el año pasado se realizaron envíos de vino fraccionado a ese país por un total de u$s55,9 millones. Así las cosas, Brasil se ubicó como el cuarto principal destino para las bodegas nacionales, por detrás de Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. 

Esta decisión de la administración de Dilma Rousseff no haría más que agravar los problemas de competitividad de las empresas locales, que padecen un tipo de cambio cuasi fijo y una fuerte suba de costos. 

Un informe de la consultora Economía & Regiones destacó que “la política económica de los últimos años ha atentado directamente contra la competitividad de las economías regionales”, las cuales “se encuentran ahogadas por la falta de competitividad generada por el dólar cuasi fijo, las devaluaciones de nuestros socios comerciales, el incremento interno de costos, la falta de financiamiento, la inflación y la elevada presión tributaria”.

De hecho, según un relevamiento de la consultora, las bodegas exportadoras hoy trabajan con una competitividad que se encuentra casi 15% por debajo de los niveles de 2001, un deterioro que supera a otras actividades como la producción de tabaco y arroz.

En tanto, el economista Jorge Day, de Fundación Mediterránea, advirtió que sectores como el vitivinícola “están bastante complicados desde hace varios años”.

“Los costos en dólares de las economías regionales subieron un 142% desde 2006. A esto se suma el hecho de que los principales países competidores, como Chile, han devaluado en forma significativa sus monedas, haciendo que sus costos en dólares no hayan variado sustancialmente”, completó.

Según el Observatorio Vitivinícola, los envíos a Brasil entre enero y junio totalizaron u$s23,2 millones, el nivel más bajo desde 2012 para ese período. 

La medida tomada por el gobierno del país vecino se da en medio de una preocupante crisis económica. El aumento del IPI se resolvió luego de que fracasara el intento de reestablecer el impuesto al cheque (derogado en 2007) ante el rechazo legislativo a esa iniciativa, según DyN. 

Ante la necesidad de obtener recursos en medio de una recesión económica y un proyecto de Presupuesto para 2016 que prevé un déficit de 30.500 millones de reales (más de 8.200 millones de dólares), la administración de Dilma Rousseff recurrió a otras opciones, entre las que figura el incremento del impuesto que grava a las bebidas alcohólicas.

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