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Las autoridades al final asistirán al acto de la UIA al mediodía, mientras que la Presidenta hará el suyo en Tecnópolis por la noche. 
02/09/2015 - 10:05hs

El Día de la Industria pasó a ser uno de los temas más hablados en el mundo empresarial. Como pocas veces en el último tiempo, el evento que congrega todos los años a industriales y el elenco oficial estuvo muy cerca de convertirse en un campo de batalla, pero las negociaciones de último minuto para que haya presencia oficial evitaron que la tradicional ceremonia se convirtiera en un acto de tinte opositor.

Hasta hace unas horas, todo parecía presagiar que la industria se iba a dividir en dos actos de signo contrario: uno organizado al mediodía por la Unión Industrial Argentina (UIA) en su sede, junto a la oposición, y el otro por la noche convocado por el Gobierno en Tecnópolis, con Cristina Kirchner, la fórmula presidencial y empresarios oficialistas.

No faltaban motivos para la polarización. En los últimos meses las relaciones entre los empresarios fabriles y el Gobierno se tensaron por el cambio de gestión en el seno de la central fabril, la caída de la industria durante 23 meses consecutivos y los reclamos empresarios por el "atraso cambiario" frente a la devaluación en Brasil.

El hecho de que la central fabril convocara un acto para este miércoles el mismo día que la Presidenta fue leído en el ámbito corporativo como un desafío a las autoridades, las que ante el gesto de irreverencia le habrían pedido a la entidad que suspendiera su acto para fortalecer la convocatoria en Villa Marteli.

En un gesto de "cortesía", los industriales aceptaron deponer su intención de hacer un encuentro en Parque Norte, al que según sus estimaciones iban a asistir 1.500 personas.

Pero, acorde con los tiempos de "transición", decidieron seguir con su celebración en su propia sede, invitar a la presidenta y a los candidatos presidenciales de la elección del 25 octubre. 

En el fondo, se trata de una medición de fuerzas, nada menos que a menos de dos meses de las elecciones presidenciales.

Operativo canapé

Ante la posibilidad de que la convocatoria en el edificio de Avenida de Mayo congregara sólo a Mauricio Macri y Sergio Massa, el oficialismo decidió a último momento ocupar terreno hostil y enviar una comitiva integrada por Scioli, el ministro de Economía, Axel Kicillof y la ministra de Industria Débora Giorgi. 

De ese modo, la foto del convite será la de un almuerzo de "canapés y copitas", como lo reconocieron este martes por la noche en los pasillos de la central fabril. Nada más apropiado para un Gobierno preocupado por alejar cualquier fantasma de debilitamiento o de un acercamiento explícito entre la creme de la industria y la oposición.

"(Los funcionarios) tardaron un poco más en tomar la decisión de que tenían que venir, pero no estamos compitiendo con nadie sólo hacemos nuestro día de la industria", dijo a iProfesional el vicepresidente de la UIA y empresario gráfico, Juan Carlos Sacco, quien sintetizó la tónica que tendrá la celebración: "Vamos a hablar de bueyes perdidos y de quién era Carlos Pellegrini".

En paralelo, desde el búnker de Scioli también trataron de limar asperezas al rechazar que la existencia de dos actos diferentes implicara una fractura con el sector fabril.

"Mañana Scioli va a los dos actos, no hay ningún problema, él apoya mucho la industria nacional y a las pyme que garantizan el 80% del empleo. No vemos ninguna diferencia entre los dos actos", dijeron en el bunker del bonaerense.

El equipo de funcionarios es el mismo que este martes asistió al festejo por el Día de la Industria preparado por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), donde Giorgi se despachó contra los "monigotes" que piden la devaluación y un ajuste como solución a los problemas de la economía.

El acto en la entidad mercantil llamó la atención a los industriales que vieron en el mismo un intento del Gobierno por sustituir el menguado respaldo del bloque industrial.

"Se dicen representantes de las Pyme industriales, pero para mí no lo son, y tampoco es el Día del Comercio", señaló con tono socarrón un directivo de la central fabril.

En medio de estas tensiones, el plástico Héctor Méndez brindará este miércoles alrededor de las 13 su último discurso como presidente del Comité Ejecutivo de UIA, ya que el 22 de este mes asumirá su reemplazante, Adrián Kaufmann Brea, un hombre de Arcor ligado a las multinacionales cuya designación provocó el rechazo en los despachos oficiales.

En la central sostienen que la realización del propio acto tenía como motivo marcar su posición institucional independiente. Así evitarán quedar atrapados en lo que será el acto del gobierno a la noche en Tecnópolis, ante la sospecha de que constituirá en realidad en un evento de campaña en favor de Scioli.

Por esa razón, está previsto que al mediodía haya una nutrida concurrencia de dirigentes industriales, como Cristiano Rattazzi (Fiat), Luis Betnaza (Techint), José Urtubey (Celulosa), Daniel Funes de Rioja (Copal), y José Ignacio de Mendiguren (textil).

El festejo

En tanto, Tecnópolis será el lugar privilegiado para un balance optimista de Cristina sobre la política industrial de su Gobierno. El "festejo" contará a su favor con las últimas cifras privadas que pronostican que la actividad industrial volverá a crecer en 2016, empujada por la producción de las terminales automotrices.

La mandataria hablará a las 20.30 en una cena cuya primera edición, curiosamente, fue organizada en 2011 por el entonces presidente de la UIA, Mendiguren, hoy decididamente volcado a la oposición de la mano de Massa. Ahora la organización depende exclusivamente del equipo de Giorgi.

Scioli será la segunda figura en importancia en el predio de Villa Martelli, quien además asistirá con el candidato a vicepresidente Carlos Zannini. De la actividad participará también el secretario general de la CGT, Antonio Caló, uno de los principales impulsores de la candidatura del bonaerense en el ámbito sindical.

La noche estará llena de empresarios que respaldaron la gestión del kirchnerismo a lo largo de la década, entre los que figuran la Confederación General Económica (CGE), la Confederación General Empresaria (CGERA), la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), y la CAME.

Si bien la UIA no anunció su presencia de manera institucional, la entidad compró algunas mesas en Tecnópolis para que algunos de sus dirigentes, cercanos al Ejecutivo o algunas de sus figuras como Méndez, quien mantiene una relación fluctuante con el gobierno, puedan asistir. En otras palabras, los líderes fabriles pondrán todos los porotos en su propio acto, pero sin dejar de enviar una comitiva al acto oficial.

"Un 80% de sectores y regionales van a los dos actos, mientras que un 100% estará en el de la UIA. A la noche no menos de 20 sectores compraron mesa, yo he comprado, amén de que voy al VIP porque soy vice", dijo un dirigente de la UIA.

Entre los que se encuentran en la línea oficialista dentro de la UIA están el dirigente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), Juan Carlos Lascurain, el de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), Osvaldo Rial, y el gráfico Sacco, varios de los caules aceptaron la designación de Kaufmann Brea al frente de la central fabril, tras rechazarla inicialmente.

"Hay mucho para festejar porque, gracias a las políticas de reindustrialización, el sector fabril argentino creció a un ritmo promedio de casi 5% anual desde el 2003, a pesar de las dificultades surgidas en los últimos tiempos en nuestro principal socio comercial, Brasil", dijo Rial, referente de los industriales bonaerenses con buena llegada a Scioli. 

En cambio, desde la cámara metalúrgica, los empresarios cuestionaron la doble convocatoria y le atribuyeron responsabilidad tanto a la central fabril como al Gobierno, una postura que también es compartida por algunas regionales del interior no alineadas con el oficialismo.

"Los actos deberían estar concentrados en uno sólo, debería haberse hecho en conjunto con todos los actores, el problema es que hay posturas radicalizadas en la UIA como en el Gobierno, como pasa en otros temas", dijo un directivo de ADIMRA.

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