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Adiós al "puré": la venta masiva del "dólar ahorro" ya no alcanza para contener la cotización del blue

El Gobierno vendió en las últimas cinco semanas el récord de u$s1.000 millones a pequeños ahorristas, pero el precio del billete informal camina al alza
04/09/2015 - 10:03hs
Adiós al "puré": la venta masiva del "dólar ahorro" ya no alcanza para contener la cotización del blue

Todo parece indicar que al Gobierno se le están acabando las recetas para controlar al dólar y detener el apetito de los inversores por los billetes verdes.

Es que, tanto con las herramientas clásicas como con las "no convencionales", la demanda de divisas no cesa en todos los canales disponibles: legal, blue y bursátil.

Ya no alcanza con una suba de tasas de interés para incentivar a quedarse con pesos en los bolsillos, ni con la venta de bonos de Anses para frenar el alza del precio de la moneda estadounidense.

Y ahora tampoco la venta de "dólar ahorro" es suficiente para tranquilizar al mercado, como ocurría meses atrás, cuando los pequeños ahorristas compraban en ventanillas oficiales para luego revender en el mercado informal.

Con esta operación obtenían una ganancia atractiva, que también era funcional al Gobierno, ya al inyectar más oferta en la plaza marginal impulsaban a la baja el precio del blue.

Esta triangulación, conocida en la city como "puré", consiste en comprar barato y vender caro

Fue así que la operatoria se llegó a transformar en la mejor aliada del equipo económico, ya que se constituía en un estabilizador automático del mercado cambiario.

Así funcionó durante un año y medio. Ya se había asumido que lo "natural" era que en la primera semana de cada mes, cuando los empleados cobraban sus salarios y adquirían dólares con hasta 20% de sus ingresos, se generaba una caída en la cotización.

Esto era producto del aumento de la oferta que se producía cada vez que se revendían los billetes para obtener un "sobresueldo" y, a su vez, esto permitía bajar atenuar automáticamente el alza del informal, lo que también le daba oxígeno al Banco Central.

Adiós al viejo puréPero en los últimos días se confirmó que el puré ya no funciona como antes.

Aun con la posibilidad de hacerse de una ganancia muy atractiva (40%), el blue no sólo no baja sino que ha agudizado su impulso alcista, al punto que se aproxima a la zona de 16 pesos.

En otras palabras, hay indicios de que los compradores de dólar ahorro ya no tienen como principal objetivo lograr una rápida diferencia en moneda local sino, más bien, ahora buscan mantener a resguardo su capital de cara al mediano plazo.

"Cuando la brecha cambiaria sube hay más personas que entran a comprar, pero muchos particulares hoy en día se terminan quedando con esos fondos, no hacen el puré como antes", afirma el economista Francisco Gismondi, de la consultora Empiria.

Es que, pese a que la demanda por ventanillas oficiales es muy alta -de hecho en los últimos dos meses se registraron los máximos absolutos, con u$s681 millones en agosto-, igual el precio del blue se incrementa.

Incluso, la semana pasada tocó prácticamente su récord histórico de $16 y el jueves cerró en niveles altos, de 15,66 pesos.

El problema se acrecienta. Es que el público pide cada vez más divisas (que salen de las reservas del BCRA) pero ya no está el consuelo de que al menos estos fondos sirvan para bajar la cotización del paralelo. A punto tal que la brecha cambiaria es de casi el 70%.

Por qué el "puré" ya no alcanzaUno de los motivos que empuja al alza la cotización y disminuye el "puré" es que el Gobierno empezó a "soltar" menos billetes por persona en las últimas semanas.

Así, en los primeros tres días de septiembre el Banco Central comercializó u$s266 millones, alrededor de u$s8 millones menos que en el mismo lapso de agosto. Pero, la diferencia es que en el mes en curso se registraron 65.000 operaciones más.

Es decir, pese a que creció 19% el volumen de transacciones en las primeras 72 horas de este mes, la cantidad de dólares per cápita cayó 18%.En agosto se entregó un promedio de u$s787 a cada individuo mientras que en septiembre esa cifra ha descendido a u$s642.

"Si el ajuste se produce por cantidades, lo que va a suceder es que habrá mayor tensión por el lado del precio. En otras palabras, habrá un incremento de la brecha cambiaria, algo que ya estamos viendo", dijo Carlos Pérez, ex director del BCRA y economista de la Fundación Capital.

Otro de los factores que mete presión es que el nerviosismo político es cada vez mayor, debido a que faltan menos de dos meses para las elecciones presidenciales.

Ahora son más los particulares que intentan buscar refugio para su capital -ante el desconocimiento de lo que vendrá- y optan sentarse sobre los billetes verdes que recibieron, en vez de salir a revenderlos.

Según el economista Enrique Szewach, "si el oficial, que valía $1,4 a la salida de la convertibilidad, se lo ajusta por la suba de precios que hubo desde entonces (1.200%), entonces debería costar unos $16,80".

Por lo pronto, ahora la demanda es mayor en todos los canales por los que una persona puede hacerse de divisas estadounidenses (paralelo, oficial y bursátil) para atesorarlas.

Los indicadores económicos también llevan a una mayor protección de los ahorros y a no quedarse con los pesos, ya que el déficit fiscal se ha incrementado de forma alarmante.

Por otro lado, en la semana el Banco Central ha tenido tiene un saldo negativo de unos u$s410 millones. Más aun, desde el 27 de julio mostró un retroceso de casi u$s1.500 millones.

Las reservas finalizaron el jueves en u$s33.537 millones aunque, según Pérez, "el BCRA no tiene más de u$s20.000 millones de reservas, más allá de lo que informa.

Al mismo tiempo, hay un vencimiento de u$s6.500 millones del Boden 2015 en octubre. Claramente, la situación es incómoda para el oficialismo.

De hecho, se estiman que los pagos que deberá efectuar el BCRA en los próximos 45 días totalizarán unos u$s7.500 millones, en un contexto en el que ya finalizó prácticamente la liquidación fuerte de los agroexportadores.

Este panorama, obviamente, preocupa a particulares y empresas.

En otro orden, en apenas siete meses (entre enero y julio), el déficit fiscal ascendió a casi $100.000 millones, según el informe de Ejecución Presupuestaria distribuido por ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto), basado en cifras del Ministerio de Economía.

Este número da cuenta de un 332% más que el rojo de los siete primeros meses de 2014

A ello hay que sumarle la crisis económica de los países emergentes, como China y Brasil, y la presión devaluatoria de sus monedas que repercute en la competitividad del peso argentino.

En resumen, si ya el contexto local e internacional no ayudaban desde hace unos meses, ahora la menor cantidad de "puré" realizada por los ahorristas se suma como otro factor de preocupación para el Gobierno de cara a las elecciones de octubre.

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