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Desde principios de abril, el paralelo se disparó y superó el incremento que tuvieron muchos modelos                                  
09/09/2015 - 14:02hs

El salto del blue -que llegó a tocar niveles récord, del orden de los $16-, está demarcando una clara línea divisoria entre ganadores y perdedores.

Así como para algunos la actual brecha cambiaria del orden del 65% es sinónimo de cautela, otros encuentran en ese gap un buen aliciente para hacer negocios. 

Pese a los intentos de la administración K por ningunear su efecto sobre la economía real, las consecuencias de esta volatilidad en el mercado están dejando una huella profunda en varias ramas de actividad. En general, muy negativa. 

Si no, basta consultar a los empresarios del sector inmobiliario que, de festejar las primeras tasas de crecimiento después de más de tres años con caídas (en aquellos meses en los que el blue estuvo planchado), ahora están transitando nuevamente un duro camino. 

La ampliación de la brecha cambiaria entre ambas cotizaciones también afecta el humor de los sojeros, que encuentran más argumentos para retener los granos. Sucede que perdieron parte del incentivo a desprenderse de su producción, dado que ahora les está rindiendo mucho menos cada tonelada en caso de querer convertirla a dólares. 

Estos cambios se tradujeron de manera inmediata en una desaceleración de las ventas externas: según la cámara que nuclea a grandes cerealeras, el acumulado del año se ubica unos u$s2.600 millones por debajo del mismo lapso del 2014. Esta baja, si bien está influenciada por la caída en el precio de la soja, también responde a la creciente especulación por parte de los productores. 

Sin embargo, hay ramas de actividad que operan en forma opuesta a la de estos sectores. Y así como para algunos un mayor gap o la alta volatilidad del blue se traduce en un efecto negativo, para otros esto es una señal de oportunidad. 

Uno de los sectores que vuelve a estar en el foco de los consumidores es el automotor. En los últimos meses, conforme se amplió la brecha, se potenció el interés de los particulares por adquirir un 0Km, especialmente entre aquellos que tienen dólares en la mano. 

Gonzalo Dalmasso, economista de Abeceb, se muestra categórico al afirmar que “siempre que sube el paralelo y crece el gap respecto del oficial, esto repercute en mayores ventas".

"Está comprobado que hay una relación directa entre la evolución de la divisa informal y la demanda de vehículos", agrega. 

En el segmento donde más se evidencia el impacto favorable de la creciente brecha es en el de los autos de marcas generalistas más equipados, muchos de los cuales habían caído dentro del impuesto a los 0Km. 

En esos casos, se hizo evidente un doble efecto: algunos modelos bajaron de precio en moneda local, porque tras la última modificación del Ejecutivo pasaron a quedar fuera del alcance del tributo y, además, están recibiendo el impulso que da el blue. 

Esto sucede, por ejemplo, con una de las versiones más equipadas del Citroën C4 Lounge, como la THP Exclusive Select: 

• A comienzos del segundo trimestre, su valor en pesos era de $395.000. Con un paralelo en sus niveles mínimos, su precio en términos de blue era de casi u$s32.000. 

• En cambio, tras quedar desafectado del tributo, su precio bajó hasta los $315.000. Así, luego de la disparada del informal, su cotización pasó a equivaler unos u$s20.300. 

• Es decir que aquel comprador que mide sus bienes en términos de blue, se encuentra ahora con que ese vehículo cuesta casi un 40% menos respecto del mes de abril. 

Una situación similar se observa en el caso del Toyota Corolla en su versión tope de gama: 

• A fines de abril, se podía adquirir esa unidad a un precio cercano a los $390.000, lo que equivalía a unos u$s31.500 a valor del informal. 

• Sin embargo, modificación del gravamen y ampliación de la brecha mediante, su cotización se redujo hasta los 20.700 "dólares blue".

• Es decir que, en apenas tres meses, su precio pasó a ser casi un 35% menor para quien hoy tiene billetes verdes en la mano. 

En el caso de la Toyota SW4 full que se fabrica en la planta que la compañía tiene en Campana, las diferencias también saltan a la vista: 

• En abril, la versión tope de gama sobrepasaba el millón de pesos. En términos del paralelo, esta unidad equivalía a unos u$s85.500. 

• En la actualidad, tras el cambio que benefició a los vehículos de producción nacional con una alícuota diferencial, pasó a valer $851.000. De modo que un comprador con dólares en su colchón hoy podrá acceder a esta misma unidad por u$s54.900. 

• Así las cosas, el "beneficio" para quien decidió esperar unos meses alcanza al 36%. 

El "efecto blue" entre los más populares

Al considerar los diez vehículos más vendidos en el país, el abaratamiento en relación con la divisa informal no es tan notorio, porque estas unidades, en general, se vieron alcanzadas por fuertes subas en pesos.

Así las cosas, el ahorro posible para quien hoy tiene dólares en la mano en relación con el mes de abril va de casi un 10% a un 17%. 

Medido a la cotización informal un Clio Mio Expression hoy cuesta u$s8.400, un 17% menos que en abril -momento en que la divisa tocó su valor mínimo de 2015-, cuando esa unidad costaba unos u$s10.100. 

Una importante diferencia también se observa en el caso del Chevrolet Classic, el tercer modelo más vendido. Por la versión LN, cinco meses atrás había que desembolsar 12.100 "dólares blue". En cambio, en la actualidad, su cotización equivale a unos u$s10.300, lo que implica un 15% menos. 

El siguiente cuadro permite apreciar cómo los vehículos más populares se fueron abaratando para aquellos compradores que miden sus activos al precio del informal: 

El "efecto blue" entre las pick-upsLas pick-ups es la categoría que más creció en ventas en los últimos años. 

En 2015, con un mercado general que viene retrocediendo un 14% en los primeros ocho meses, las "chatas" están logrando capear el temporal con una tasa de variación negativa de apenas 6%. 

Aquellos que realicen una compra de contado y en pesos encontrarán que estos vehículos subieron de precio de manera notoria.

Si se toma la versión entrada de gama de la Toyota Hilux, por ejemplo, se observa que en los últimos cinco meses acumuló un alza cercana a los $20.000, equivalente a un 5%. En el caso de la Volkswagen Amarok, la opción más económica también sufrió un ajuste, en este caso del orden de los $25.000 (+9%). 

Sin embargo, aquellos compradores que hoy tengan dólares en sus manos, podrán hacerse de un interesante "ahorro" que va del 12 al 17% respecto de los valores vigentes en el mes de abril, es decir, antes de la disparada del paralelo (ver cuadro). 

El "efecto blue" entre los importados 

Marcas como BMW, Mercedes Benz y Audi quedaron muy golpeadas por el impuesto interno y la devaluación de enero de 2014, al punto que los precios de algunos modelos se dispararon por encima del millón de pesos, lo que derivó en un desplome de los patentamientos.

Así, tras el récord de ventas alcanzado en 2013, varias automotrices premium vieron cómo sus ventas retrocedían a niveles equiparables al año 2004. 

La particularidad de los vehículos importados de alta gama es que sus precios, que son fijados en dólares, no varían. De modo que sólo se encarecen a medida que se devalúa el peso. 

Sin embargo, como el salto del paralelo en los últimos cinco meses fue muy superior al alza del tipo de cambio oficial, para aquellos que tienen billetes verdes en su poder la ecuación se volvió más favorable. 

En general, modelos de marcas como Alfa Romeo, Audi, BMW, Mercedes Benz, Jeep, Dodge o Mini Cooper, pasaron a quedar cerca de un 16% más "baratos", una baja explicada por la diferencia entre la evolución del informal y el oficial. 

Hablando en "cash", quien actualmente busca un premium como un Audi A3 y tenga billetes verdes bajo el colchón, podrá adquirir una unidad a un "valor blue" equivalente a los u$s44.400. En cambio, si la compra de esa misma unidad se hubiese realizado en abril -cuando el paralelo tocaba su mínimo en el año-, ese valor equivalía a unos u$s52.600. 

En este caso, el ahorro en el lapso de cinco meses alcanza los u$s8.200, tal como se observa en el siguiente cuadro: 

Un mercado que sufre la falta de stock 

Pese a que tanto los modelos nacionales como importados se abarataron en términos de la divisa informal y que el gap respecto del oficial se ubica en valores elevados, del orden del 65%, esta dinámica aún no se vio plasmada en los niveles de ventas. 

Según datos de ACARA, en agosto, el número de vehículos patentados ascendió a casi 54.700, lo que implicó un descenso del 6% frente al mismo mes de 2014. En tanto que el acumulado del año muestra un retroceso del 14%.

La explicación de por qué el salto del blue no se tradujo en un boom general de ventas, está en los graves problemas de stock que está sufriendo la industria en su conjunto, que origina largas demoras en la entrega de determinados modelos, que incluso pueden superar los cinco meses. 

Sucede que las importaciones del sector automotor en su conjunto están atadas a un sistema de cupos que, conforme se agravó la escasez de divisas, se achicó fuertemente. 

Sin embargo, las compañías que en los últimos meses lograron ingresar embarques y contar con unidades en los concesionarios, sí se vieron beneficiadas por el salto del informal. 

Tal es el caso de Land Rover, que incrementó los patentamientos un 250% en agosto; Alfa Romeo, cuyas ventas treparon un 200%; Audi (+168%), Mitsubishi (+60%) y Kia (+47%), entre otras. 

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