En tanto, en Mercado Libre se pueden adquirir todo tipo de entradas con los precios más variados.

En esta plataforma es posible encontrar usuarios que no cobran el envío; otros que ya tienen un historial "frondoso", con más de 100 tickets vendidos y muchos que hasta ofrecen pagos en cuotas. 

Esto, por cierto, no es una modalidad nueva.

Cabe recordar que en la trilogía de partidos que ambos equipos jugaron (entre fines de abril y principios de mayo, por el campeonato local y la Copa Libertadores), antes de que los clubes brindaran información sobre la venta oficial, en la web se podían conseguir pases para los tres encuentros.

Eso sí, no bajaban de los $5.000 y hasta se llegó a pagar cerca de $15.000 por una ubicación preferencial.  

Antes del partido River–Tigres, por la final de la Libertadores, el vicepresidente de la entidad de Núñez, Jorge Brito, indicó que la institución "denunció penalmente a los socios que revenden y también a los portales de internet que facilitan esta práctica”.

Incluso, hubo un allanamiento a las oficinas de Mercado Libre por parte de la Justicia porteña para determinar cuántas publicaciones de reventa se ofrecían para el encuentro.

Además, el fiscal buscó identificar a los vendedores, como así también los domicilios informados y las direcciones IP utilizadas para la creación de las cuentas. 

En este caso, el fiscal Norberto Brotto, de la Unidad Fiscal Norte, entendió que el uso y participación de Mercado Libre resultaba necesaria para el desarrollo de la contravención, ya que facilitó la comercialización.

Más allá del tema legal, el hecho de que se esté pagando por un pase 10 o hasta 20 veces más obedece a una cuestión de oferta y demanda: en eventos muy concurridos, las locaciones limitadas se ven muy superadas por los requerimientos de los particulares.

Y, cuanto más se acerca la fecha o más profunda es la sensación de "escasez", entonces mayor será la tarifa que estén dispuestos a pagar. 

Una condición para que esto suceda es que el espectáculo no tenga sustitutos.

En el caso de un partido de fútbol, por ejemplo, al no poder programarse nuevos cotejos -como sí sucede con algunos shows musicales-, el precio en las reventa tiende a crecer.

En cambio, cuando se trata de un recital, el mercado paralelo tiende a desinflarse en la medida en que se agregan fechas. 

Nuevos proyectos 

Debido a las zonas grises que se observan, la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados, presidida por Patricia Bullrich, creó una subcomisión para tratar los distintos proyectos sobre la tipificación del delito de reventa, así como también la prevención y represión de la violencia en espectáculos deportivos.

Este grupo de trabajo estará integrado por los diputados Alejandro Abraham (FpV), Eduardo Cáceres (Unión Pro) e Ivana Bianchi (Compromiso Federal).

Entre los proyectos hay iniciativas que buscan castigar está operatoria, más allá del medio utilizado y el monto.

Sin embargo, hay otras propuestas que intentan "blanquearla" pero con ciertas regulaciones.

Uno de los textos impulsados por los legisladores apunta a permitir este tipo de operaciones si bien establece un tope de 20% a la ganancia  que puede “hacerse” una persona, si decide revender un ticket.

De prosperar la iniciativa, el particular que compró a $1.000, podría revenderla pero sólo a un precio máximo de $1.200.

Algunos legisladores consideran que es una práctica usual y, ante la imposibilidad cierta de combatirla, están dispuestos a habilitarla pero poniéndole un techo al valor de la reventa.

Qué dice la ley actualNo existe ninguna figura en el Código Penal que castigue esa práctica.

Sólo algunas jurisdicciones como la Ciudad de Buenos Aires la contemplaron, pero no son delitos, sino contravenciones, una figura menor, explica José Figuerero, del estudio Fontán Balestra.

En el territorio porteño, a principios de marzo, comenzó a regir una la ley que castiga la reventa y la venta no autorizada de tickets de cortesía en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.

Sanciona a los que comercializan, a los que están al mando de las organizaciones y con mayor dureza aún a quienes además generen situaciones violentas o suelan dedicarse a estas actividades.

La medida establece que "quien revenda, por cualquier medio, una o más entradas para un espectáculo masivo, de carácter artístico o deportivo, será sancionado con multa de $2.000 a $30.000 y de 2 a 20 días de arresto".

Y añade que "si estas conductas fueran cometidas por cualquier persona responsable de la organización, será sancionada con multa de $10.000 a $50.000 y 3 a 30 días de arresto".

El texto estipula, además, que si esta operatoria "produjere alteraciones al orden público, la multa será de $20.000 a $100.000 y el arresto pasaría a ser de entre 6 a 60 días.

Además, podrían ser castigados por la Ley Penal Tributaria, ya que en esas transacciones no se abonaron los impuestos correspondientes.

Figuerero destaca que existen causas por reventa pero, al ser penas de arresto menores, los acusados de esa contravención podrían ofrecer realizar tareas comunitarias (probation).

En caso, de que exista una pluralidad de sujetos, el especialista del estudio Fontán Baletra considera que sí podría encuadrarse el caso dentro de la figura de asociación ilícita, castigada por el Código Penal con penas de prisión, que podría llegar a ser efectiva si supera los tres años. 

Es decir, si una sola persona vende muchos tickets- porque los compró por la página de un sitio web habilitado o por ventanilla-, no se encuadraría dentro de este concepto.

El costo de la pasiónLa locura por conseguir pases fuera del circuito formal llega a límites insólitos. No solo en la Argentina, sino también en el mundo.

El antecedente más recordado tuvo lugar en Estados Unidos, cuando se desarrolló la "Pelea del Siglo" entre Manny Pacquiao y Floyd Mayweather, el pasado 2 de mayo.

En esa oportunidad, StubHub, uno de los sitios de reventa más conocidos en ese país, ofreció asientos cerca del ring por $350.000.

Incluso, hubo asistentes que pagaron u$s100.000 por un lugar que originalmente valía menos de la décima parte.