Casi 90 personas serán las que acompañen a la presidenta Cristina Kirchner en una de sus últimas giras internacionales antes de dejar el poder. Se trata del viaje a Nueva York donde en tres días habrá solo dos actividades oficiales.

En la comitiva oficial que parece marcar un nuevo récord, hay desde secretarios hasta peluqueras y maquilladoras.

En tiempo de medidas de ajuste económico y con una gran escasez de dólares, hasta en la Representación Argentina ante las Naciones Unidas se sorprendieron cuando desde Buenos Aires envíaron la lista de funcionarios a ser acreditados para acompañar el viaje a Estados Unidos de la mandataria. Se espera que la Presidenta hable ante la Asamblea General del organismo el próximo lunes 28.

Según afirmaron fuentes diplomáticas, para este tipo de viajes se espera la mitad de los casi cien que esta vez acompañarán a la primer Mandataria.

Es que en esta oportunidad, la Asamblea de naciones Unidas no se considera una Cumbre donde los jefes de Estado necesitan de asistencia especial. Es por esto que, fuentes diplomáticas dijeron ante el diario Clarín que no se entiende es por qué para un viaje de tres días viajan, además de varios secretarios privados, varias asistentes, varios fotógrafos y camarógrafos.

La amplia comitiva se expande con al menos cinco integrantes de La Corte, el equipo de comunicación propio del kirchnerismo, que compite con el de la televisión pública, que también viaja.

Sin embargo, este no es el único factor sorprendente; también resulta paradójico el hecho de que gran parte de los funcionarios elige viajar por American Airlines, en contraposición de la resolución impuesta por el kirchnerismo que busca mostrar que se debe priorizar a la aerolínea de bandera nacional, Aerolíneas Argentinas.

Si bien en los viajes existe un núcleo duro que trabaja fuerte en todas las áreas, nunca llega a casi 100 personas como esta vez.

El principal punto  de discusión de este polémico viaje es que quien lo paga es el Estado nacional. Un pasaje a Nueva York, sólo en económica, y no en ejecutiva como viajan los cargos más altos, cuesta unos 20.000 pesos.

A ese precio, se le suman los viáticos de entre 300 y 500 dólares diarios con los que los funcionarios se pagan el hotel y las comidas.

Los rangos más bajos comparten hotel. Pero los más altos, cuyos viáticos son más elevados, van a habitación individual y no en pocos casos requieren de una van especial o autos más choferes.

Según reveló Clarín, la lista con el pedido de acreditación para la 70° sesión de la Asamblea General de la ONU asciende exactamente a 87 personas.

Aunque es probable que Cristina desconozca este número, el responsable de autorizar esos gastos es el secretario de la Presidencia, Wado de Pedro.

La lista también incluye las custodias, al personal de Casa Militar, peluqueras, maquilladoras, a lo que podrían incorporarse legisladores o ministros. Por el momento, los más altos rangos anotados son canciller, vicecanciller, embajadoras en EE.UU. y la ONU, el resto son rangos menores.

Otro de los puntos más sorprendentes de este viaje es que sólo hay programados dos actividades oficiales. Por un lado, un almuerzo con el secretario general de la ONU, Ban ki moon, y el discurso ante la Asamblea, todo el 28.

Por su parte, la mandataria viajará el próximo sábado 19 a Cuba, donde participará de la misa que el Papa Francisco dará en la Plaza de la Revolución, de La Habana. De este viaje, también participará un gran número de personas: se esperan 60 funcionarios, que viajaron ayer a la noche para volver el 22.