iProfesional

Brasil, "tierra prometida": por el real barato se dispara la compra de paquetes y pasajes para el verano

Brasil, "tierra prometida": por el real barato se dispara la compra de paquetes y pasajes para el próximo verano
17/09/2015 - 10:37hs
Brasil, "tierra prometida": por el real barato se dispara la compra de paquetes y pasajes para el verano

Pérdida de grado de inversión. Salida masiva de capitales. Fuerte ajuste del gasto fiscal. Desplome del real. Inflación a punto de alcanzar los dos dígitos. Un Gobierno acorralado por denuncias de corrupción y una Presidenta que corre el riesgo de tener que enfrentar un juicio político. 

Los sucesos de los últimos meses hicieron que Brasil actualmente deje de ser aquel destino “idílico” para los inversores internacionales. 

Del mismo modo, esa nación ya no es más el “espejo” en el que, según venían pregonando numerosos economistas, el Gobierno kirchnerista debía mirarse para intentar copiar algunas recetas económicas exitosas

Sin embargo, a contramano del mercado financiero, para muchos argentinos hoy Brasil sí es una suerte de "tierra prometida". 

Principalmente, para aquellos turistas que están sacando cuentas y planeando el destino de cara a las próximas vacaciones de verano. 

En la ecuación, el fuerte debilitamiento que experimentó la moneda brasileña frente al dólar y las expectativas de que la depreciación podría profundizarse aun más, está jugando un rol preponderante en esta explosión de la demanda de pasajes aéreos y paquetes

Una demanda que, lógicamente, también se está viendo impulsada por el “dólar barato” que rige en la Argentina. 

En este contexto, es clave mencionar que el real acumula una depreciación con respecto al billete verde de más del 40% en lo que va del año, a punto tal que alcanzó su menor valor desde fines de 2002.  

Esta marcada debilidad de la moneda brasileña, sumada al creciente atraso cambiario en el plano doméstico “hace muy sencillo pronosticar que Brasil será el destino turístico que más presencia de argentinos tendrá el próximo verano”, afirma el economista Miguel Ángel Boggiano, director de la consultora Carta Financiera. 

Desde la agencia Despegar confirmaron a iProfesional que, tras los primeros síntomas de devaluación en el país vecino, la demanda comenzó a responder de manera automática. 

“Desde fines de julio, fecha en la que se registró la primera baja del real, llevamos un crecimiento del 27% en la compra de paquetes con destino a Brasil”, destacó Paula Cristi, gerente comercial de la compañía. 

“Las consultas se han incrementado y la devaluación que tuvo lugar en ese país es un incentivo a la hora de elegir”, subrayó la directiva, quien agregó que “esperamos que la demanda para el verano próximo supere a la de la última temporada. De hecho, durante el primer semestre ya hemos registrado un incremento de las ventas respecto al mismo lapso de 2014”. 

En una línea similar, Martín Romano, gerente para la Argentina de Atrapalo, una agencia online creada en España y que cuenta con presencia en diez países- confirmó a iProfesional que “las consultas para viajar a distintas playas brasileñas crecieron un 70%”. 

Entre las razones, el directivo también es de los que hizo especial referencia “al real barato, que permitirá que sea mucho menos costoso vacacionar allí”. 

De acuerdo con información provista por Despegar, en la actualidad, las compras de paquetes al exterior de cara a la temporada alta 2016 están siendo lideradas cómodamente por Rio de Janeiro.

No sólo eso: de los cinco primeros destinos, tres de ellos corresponden a ciudades brasileñas (ver cuadro). 

En el caso de los pasajes aéreos, si bien Miami se ubica en el primer lugar, también se observa cómo en el Top 5 de las plazas más demandadas por los argentinos existe un predominio de Brasil, de la mano de Rio de Janeiro, Salvador y Florianópolis. 

¿Cuánto cuesta viajar?

Para Julián Gurfinkiel, director de la agencia TurismoCity, no puede analizarse la creciente avidez de los turistas por veranear en el país vecino sin tener en cuenta cinco variables principales

• La devaluación del real. 

• El abaratamiento de ese país en términos de dólar frente a otros destinos, como Europa o el Caribe.

• El mayor poder adquisitivo de los argentinos, a raíz de las subas salariales y atraso cambiario.  

• Los aumentos de precios que se esperan para los destinos locales respecto del último verano, que se mueven al ritmo de la inflación. 

• Y último, pero no menos importante, las perspectivas de que habrá una corrección del tipo de cambio tras el nuevo Gobierno, lo que induce a más turistas a adoptar una actitud anticipatoria. 

“Estamos detectando que hay cada vez más compradores que tratan de contratar la mayor cantidad de servicios posibles antes de las elecciones, como una forma de quedar menos expuestos a una eventual devaluación”, afirmó Gurfinkiel. 

“Si bien es un riesgo encarar unas vacaciones con la posibilidad de que en el interín se devalúe el peso, hay más argentinos que tratan de mitigarlo cerrando el precio ahora y contratando paquetes muy completos, con la posibilidad de ir pagando en cuotas sin interés”, agregó el directivo. 

Actualmente, es posible encontrar promos puntuales para viajar en febrero de 2016 a Florianópolis a partir de $4.000, “un valor similar al que se podía conseguir el año pasado. Es decir que, medidos en términos de dólar oficial, las tarifas no sólo no subieron sino que bajaron”, destacaron desde Turismocity. 

Incluso, independientemente de estas ofertas puntuales, los precios disponibles para volar durante la primera quincena de enero resultan claramente más bajos que a otros destinos internacionales. 

Si se toman los valores más económicos de cara al inicio de las vacaciones de verano, se observa que dos pasajes a Rio de Janeiro –impuestos incluidos- rondan los $19.700. 

Como contrapartida, las tarifas a Miami se ubican en cerca de los $32.000 (+68%). A Cancún, en tanto, cotizan a $38.000 (+93%), mientras que dos tickets para volar a una plaza demandada como Barcelona tienen un valor de $55.000, casi el triple de lo que cuesta viajar a Brasil (ver cuadro comparativo). 

Ahora bien, ¿cuánto más barato le resultará a un turista moverse en una ciudad brasileña respecto del último verano? Para calcular la diferencia, es clave apelar a las proyecciones que trazan consultoras privadas y bancos respecto del tipo de cambio, tanto en el país vecino como en la Argentina

Luego de que la agencia Standard & Poor´s desbancara a Brasil del selecto grupo de naciones con categoría “Investment Grade”, rápidamente se corrigieron las estimaciones para el real. 

Pese a que la administración de Dilma Rousseff salió con “artillería pesada” e hizo intervenir al Banco Central para que saliera a vender dólares, el JP Morgan prevé que la moneda brasileña seguirá descendiendo en los próximos meses hasta los 4,10 por dólar hacia fines de diciembre. 

Itaú Unibanco también ajustó las estimaciones y actualmente pronostica que el 2016 arrancará con un real a 4 unidades por billete verde. 

Esta cotización contrasta con el valor que mostraba la moneda brasileña durante el verano 2015, cuando era de apenas 2,70. De confirmarse las perspectivas, serían buenas noticias para los turistas argentinos, dado que implicará una desvalorización del 50%. 

En lo que se refiere al plano doméstico, durante la temporada estival pasada, el tipo de cambio se ubicó en un nivel promedio de $8,63.

Si se considera que los turistas apelan a un mix a la hora de enfrentar sus gastos en el exterior y utilizan tanto  cash como tarjetas (con recargos que van del 20% al 35%), entonces la cotización se ubicó cerca de los $11,30 por dólar en el arranque de este año. 

En cambio, para el verano próximo, en base a las operaciones en el Rofex que ya se pactan a $10,20, se puede inferir que los gastos con plásticos y la compra de billetes por ventanillas oficiales -siempre y cuando no sobrevenga una fuerte devaluación- se realizarán a un valor promedio de $13,30, casi 20% más. 

¿Cómo impactarán estas diferencias en los gastos cotidianos? 

Si se toma en cuenta una compra básica en un supermercado de Rio de Janeiro, se observa que un paquete de galletitas dulces de 200 gramos podría terminar costando el equivalente a $10,65 frente a los $13 que valía el mismo producto el verano anterior.

En el caso de un bidón de agua mineral de 5 litros, su precio podría ubicarse en los $26,5, cerca de $5 menos que a comienzos de 2015.

Si el objetivo es hacer un asado, entonces el mismo turista se encontrará con que un kilo de tira podría cotizar a $58, unos $13 por debajo del último verano. 

Así las cosas, si se confecciona una canasta que incluya una docena de productos básicos, entonces se obtiene que el ticket a pagar en enero próximo rondará los $270, un 17% menos que en igual mes de 2015. 

Lo mismo sucede si el comparativo se traza tomando en cuenta salidas, gastos en la playa o excursiones. En ese caso, una “canasta” que incluya desde viajes en taxi, hasta una caipirinha o el alquiler de una sombrilla, rondará los $800, cifra que se ubicaría un 17% por debajo de los casi $1.000 que costaba en el arranque de 2015. 

Si bien este nivel de ahorro que podría lograrse resulta atractivo, es clave mencionar que parte del efecto devaluatorio del real se está viendo compensado por la inflación de la economía brasileña –que ya ronda el 9% anual- y la propia depreciación del peso, que hace que resulte más caro acceder a bienes y servicios en el exterior. 

Sin embargo, la ecuación se vuelve más favorable para los turistas argentinos si se tienen en cuenta las mejoras en las remuneraciones percibidas el último año.

Tomando como referencia un salario promedio neto de $10.860 vigente para el mes de enero de 2015, se obtiene que un argentino pudo acceder el último verano a cerca de ocho de esas “canastas turísticas” conformadas por alimentos, productos de higiene y servicios. 

En cambio, para el próximo verano, a partir de una remuneración neta estimada en $14.100, entonces el mismo turista podrá costear el equivalente a 11,5 de esas canastas.  

Así las cosas, durante las próximas vacaciones, los argentinos se encontrarán en Brasil con que los bolsillos podrán rendirles cerca de un 40% más que la temporada anterior, de mantenerse las proyecciones- 

En un contexto en el que la industria automotriz y las economías regionales sufren por los fuertes desplomes de sus ventas hacia el país vecino y que los equipos económicos que asesoran a los presidenciables analizan cómo la debilidad del real condicionará al BCRA, los turistas permanecen ajenos a estos temores.

Más bien, tienen la mente puesta en Brasil como la "tierra prometida" de cara al próximo verano. 

Temas relacionados