En momentos en que algunas ramas de actividad padecen los efectos propios de la falta de dólares, con la automotriz y la electrónica encabezando la lista de las más castigadas, hay algunos sectores que no sólo vienen surfeando esta crisis sino que hasta muestran números positivos.

Uno de los rubros que se encaminan a cerrar este 2015 con interesantes tasas de crecimiento y que hasta se perfila para convertirse en uno de los pocos protagonistas del mini boom de consumo que viene tratando de impulsar ansiosamente el Gobierno, es el de los artículos del hogar.

Según los últimos datos brindados por la consultora GfK, las ventas de productos de línea blanca acumulan un alza del 15% en términos de volumen respecto a igual lapso de 2014, con variaciones positivas en casi todas las categorías.

De acuerdo con el relevamiento, el crecimiento está siendo liderado por los lavavajillas, cuya comercialización se viene disparando a un ritmo del 32%.

Le siguen lavarropas y heladeras que, de la mano del impulso del plan oficial Renovate, están incrementándose a un nivel cercano al 20%.

Unos pasos por detrás se ubican las cocinas y las campanas extractoras de aire, que registran una expansión de entre 16% y 17%, siempre en términos de volumen.

Como contrapartida, las únicas dos categorías que no están reaccionando y cuya demanda aún se ubica por debajo de los niveles del año pasado son microondas y equipos de aire acondicionado (ver cuadro).

En este contexto, Eduardo Echevarría, project manager de GfK Argentina, destacó a iProfesional que "la suba en las ventas en unidades también estuvo acompañada por un crecimiento en la facturación, del orden del 60% promedio".

De acuerdo con el experto, "esto es consecuencia de una dinámica de precios ascendentes: en promedio, las categorías muestran subas interanuales de entre el 33% y el 37% respecto al primer semestre de 2014".

Las claves de la recuperación Para el directivo de GfK Argentina, "esta recuperación que puede verse en el sector de línea blanca, está vinculada con las promociones y los planes de 12 cuotas, así como también con las ofertas específicas de los retailers, con semanas especiales de descuentos, que acompañaron a los consumidores en un escenario de mejora del contexto".

Cabe destacar que, con el objetivo de impulsar las ventas, el Gobierno desplegó dos ambiciosos planes: el Ahora 12 y el Renovate.

El primero es una iniciativa que abarca a una amplia categoría de productos y que permite a los consumidores acceder a un menú de financiamiento de hasta 12 cuotas fijas y sin interés.

En el caso de la línea blanca, ya se realizaron casi 1 millón de operaciones por un total de $3.700 millones desde que se inició el programa, convirtiéndose así en el tercer rubro más dinámico, por detrás de indumentaria y materiales para la construcción.

En diálogo con iProfesional, fuentes de una de las principales cámaras de fabricantes de artículos del hogar destacaron que "las ventas de línea blanca se fueron recuperando y ya están por encima de los niveles del año pasado. En esto, jugó un papel importante el crédito".

Con respecto al impacto del Ahora 12, el directivo aseguró que "hasta hace un tiempo, únicamente las grandes cadenas estaban en condiciones de ofrecer planes de pago a un año o más. Pero en 2014, tras la devaluación, muchas de esas líneas se cortaron y las ventas cayeron". 

"Ahora, con el plan oficial, los retailers se encuentran con que muchos negocios chicos le están compitiendo por una porción del mercado y por eso debieron reforzar las líneas de crédito. Esto se está viendo reflejado en condiciones más ventajosas para los compradores", destacó. 

El plan Renovate es otra de las apuestas del Gobierno para levantar la demanda en el segmento de línea blanca.

La iniciativa, que arrancó a fines de marzo último, apunta específicamente a estimular las ventas de heladeras y lavarropas.

Para ello, instrumentó una suerte de plan canje mediante el cual los interesados deben entregar su unidad usada. Como contrapartida, los compradores acceden a un producto nuevo, con una rebaja que va del 18% al 25%.

Fuentes de Garbarino, uno de los cinco retailers que se sumaron a la iniciativa oficial, destacaron que "claramente podemos decir que el plan ha favorecido al crecimiento en las ventas de línea blanca en lo que va del año".

"Desde que se inició el plan Renovate hasta la fecha, el crecimiento de las categorías lavarropas y heladeras ha sido un 20% y en esto fue clave el descuento", señalaron.

Fuentes de la cámara de línea blanca, si bien reconocieron el impacto positivo del "plan canje", también advirtieron que "podría haber sido un poco más exitoso si se hubieran sumado más marcas y su vigencia se hubiese extendido a todo el país".

Sobre este punto, cabe destacar que el Gobierno listó un total de 11 modelos (cuatro de heladeras y siete de lavarropas), pero la realidad es que hay sucursales de algunos de los retailers donde apenas se pueden encontrar una o dos opciones de cada categoría.

En cuanto al área de influencia, la propia dinámica de la iniciativa -que obliga a los comercios a entregar el producto nuevo y hacerse cargo de la manipulación de las unidades usadas- generó que el Renovate sólo quede limitado a las fronteras de Capital y Gran Buenos Aires, pese a que desde esferas oficiales se habían comprometido a trabajar para ampliar el espectro.

El "canuto" llega al rubro electro

En un contexto en el que crecen las expectativas de una corrección del tipo de cambio tras los comicios, el rubro de artículos del hogar no escapa a la dinámica de otras ramas de actividad, como la automotriz o la del turismo.

En este último caso, por ejemplo, agencias de primera línea reconocieron a iProfesional que, a medida que se van acercando las elecciones de octubre y que aumentaron las proyecciones sobre un ajuste al alza del billete verde, más se fue potenciando la demanda de pasajes y paquetes con destino al exterior.

"Estamos detectando que hay cada vez más compradores que tratan de contratar la mayor cantidad de servicios posibles antes de las elecciones, como una forma de quedar menos expuestos a una eventual devaluación", afirmó Julián Gurfinkiel, director de TurismoCity.

En el caso de la industria automotriz, se observa una mayor avidez por parte de los compradores, que ya vivieron en carne propia cómo tras la devaluación de enero de 2014 los precios de los vehículos acumularon en un año una suba promedio del 50%.

Claro que en este sector, esa mayor demanda está chocando de frente contra el menor stock, debido al recorte del cupo de dólares para cubrir importaciones pero también al "encanutamiento" por parte de los propios concesionarios, que prefieren retener unidades a la espera de cualquier salto del tipo de cambio ante el temor de no poder reponer luego las unidades.

Con algunos matices, el directivo de la cámara de línea blanca afirmó que "así como en varios sectores se están cubriendo ante el riesgo de una devaluación, en nuestro rubro también notamos actitudes de cobertura".

Por un lado -aseguró la fuente-, en los últimos meses detectamos una mayor demanda por parte de los consumidores, porque saben que un ajuste al alza del tipo de cambio va a pegar en los precios.

De hecho, en los seis primeros meses del año respecto al mismo lapso de 2014, de acuerdo con GfK, hubo modelos puntuales de lavarropas cuyos valores se dispararon casi un 60%, mientras que en heladeras se registraron alzas del 41%.

Por otro lado, el directivo destacó que "la mayor demanda también se está viendo impulsada por los propios comercios, que están buscando hacerse de un mayor stock ante el riesgo de que suban aun más los precios".

La razón está en que, en el caso de la línea blanca, las heladeras y los lavarropas son de los dos productos que más contenido importado poseen, con un nivel promedio del 40%.

Motores, plaquetas, circuitos y algunas materias primas plásticas figuran entre los insumos más requeridos del exterior.

Esta ecuación genera que un deslizamiento del tipo de cambio tenga, indefectiblemente, impacto en los valores de venta al público.

En cambio, otros artículos, como las cocinas a gas, poseen un nivel de integración local muy superior, del orden del 90%.

Otros sufren, ellos festejan

A contramano de la situación que atraviesan algunas industrias, como la electrónica, la automotriz o la de maquinaria agrícola, que a lo largo del año debieron suspender turnos o incluso apelar a la reducción de personal, el sector de línea blanca se mantiene ajeno a la crisis.

Así, mientras muchos están por cerrar el año con fuertes caídas en los niveles de producción, en el caso de los fabricantes de artículos del hogar están previendo una mejora de entre el 10% y el 20%.

En lo que respecta a la categoría cocinas, mientras que en 2014 las empresas totalizaron unas 660.000 unidades, para este año la expectativa es superar las 750.000, lo que implicaría un incremento del 15%.

En heladeras, la meta es traspasar la barrera de los 1,1 millón de equipos, un 10% por encima del registro del período anterior.

"No hemos suspendido líneas de producción y si bien tuvimos algunas demoras con el acceso a los dólares, en general, esto no nos obligó a bajar el ritmo", afirmó el directivo de la entidad.

Pese a este buen presente -que contrasta con las dificultades de muchas otras ramas de actividad-, al fin de cuentas, toda la industria argentina termina topándose con las mismas perspectivas. Es decir, con las dudas sobre qué pasará tras las elecciones con el tipo de cambio y, por ende, con el nivel de consumo.

"El sector de línea blanca en general no exporta, nuestro fuerte es el mercado interno. Por eso, una devaluación nos perjudicaría, porque nos encarecería los insumos y se aplacarían las ventas", advirtió el referente del sector, dejando en claro que, por más recuperación que haya este año, el escenario no está para festejos desmedidos.