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Para el economista, la situación actual es similar a la vigente en cuatro momentos clave de la historia económica que terminaron con fuertes correcciones
21/09/2015 - 14:19hs

El economista José Luis Espert consideró en el marco de la Conferencia "Inversor Global 2015", descartó que se produzca una crisis cambiaria que lleve el dólar a $25 en lo que resta del mandato de Cristina Kirchner.

No obstante, apuntó que luego de la elecciones, con o sin segunda vuelta, es probable que la tension en el mercado sea mayor a la actual.

Espert afirmó además, que el ajuste fiscal va ocurrir y lo hará el nuevo gobierno: "Lo va a hacer bien o mal pero lo va a hacer".

Ello se debe a que la situación actual es muy parecida a la vigente en cuatro momentos clave de la historia económica reciente:

  • El previo al Rodrigazo
  • El fin de la tablita de Martinez de Hoz
  • El fin del Plan Austral
  • El fin de la Convertibilidad

"Hoy el deficit fiscal está en un punto de máxima, similar al que en esos momentos llevó al fin de esos planes", agregó.

En su opinión, el gasto público actual es el más alto de la historia y para peor, el sector privado no tiene capacidad para pagar una mayor presión impositiva.

En cuanto a los subsidios, no es cierto que sean los generadores del problema, ya que el que lo impulse es el excesivo empleo público.

Sin dudas que el dólar es el segundo factor que va a enfrentar un punto de inflexion. En cuanto al valor de equilibrio, en la última década el peso ha estado en forma permanente por encima de su valor de equilibrio.

Una circunstancia que no es novedosa, pues para Espert, de los últimos 50 años, en 37 se registró retraso cambiario, que hoy es del orden del 50% en términos reales, es decir considerando la inflación que podría registrarse luego de la devaluación.

En cuanto a los planes que podrían aplicar los tres candidatos, existent tres opciones:

- Plan A: la meta sería bajar de 3 a 4 puntos del deficit fiscal, para ello sería necesario congelar el gasto, devaluar el peso y mantener controlada la inflación. En esta opción es necesario apoyo externo e interno, si no se termina en una nueva crisis.

El resultado inmediato sería una recesión en 2016, pero ya en 2017se crecería a buen ritmo y en forma sana.

- Plan B: se devalúa poco, se ajustan las tarifas y se reza... En este contexto, se lograría una recuperación inicial no sostenible, con un atraso cambiario peor al de los 90 y cercano al de Martinez de Hoz. Pero este plan gradual no pone al pa{is en el sender sostenible.

Plan C: Continuidad sin cambios, que lleva a una posterior crisis de envergadura.

Espert concluyó diciendo que "Lo curioso es que este ajuste ya está en marcha y al próximo gobierno solo le queda hacerlo mal (plan C), o bien (Plan B). Pero ningún candidato piensa en el A".

El problema del gradualismo es que siempre se termina en grandes ajustes, concluyó.

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