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Cadena de la "buena onda": con el Arsat-2 y un relato a pleno, Cristina mantiene un rol central en la agenda polí­tica
01/10/2015 - 10:13hs

Hace un tiempo, numerosos politólogos y expertos en comunicación preveían que la Presidenta iba a entrar indefectiblemente en un período conocido como el del “pato rengo”. 

Se trata, ni más ni menos, de la pérdida de protagonismo que suelen sufrir los mandatarios en la recta final de su gestión, en especial, cuando no tienen chances de pelear por ser reelectos

A lo largo de la historia argentina hubo numerosos casos de jefes de Estado que, tras haber agotado sus últimos cartuchos, se vieron corridos de la escena central, para luego caer en un ocaso virtual, incluso tiempo antes de que el calendario declare el punto final del mandato

Pero esto no está ocrriendo con Cristina Kirchner, que está coronando una semana definitivamente muy movida.

Basta mencionar que en su despedida del recinto de las Naciones Unidas, se mostró confrontativa como pocas veces, de la mano de un discurso filoso en extremo y no exento de polémicas

Como cuando acusó a la Casa Blanca de actuar con “hipocresía”; o en un tramo en el que –sin nombrarlo- afirmó que el ex espía Antonio Jaime Stiuso está “casi protegido” en los EE.UU.; incluso, al tratar de cómplice de los “depredadores financieros” a un sector de la Justicia de ese país. 

El miércoles por la noche, en tanto, la Presidenta volvió a la escena pública coronando su cadena nacional número 40 en lo que va del año, a través de la cual celebró el lanzamiento del Arsat-2. 

Con casi tres toneladas de peso, este satélite, una vez en órbita, complementará las tareas del Arsat-1 y podrá ofrecer servicios de transferencia de contenidos audiovisuales a todo el continente americano.

Más allá de estos datos técnicos, Cristina aprovechó para realizar dos anuncios clave: 

• Por un lado, anticipó el envío al Congreso de un proyecto de ley para el desarrollo de la industria satelital argentina. 

• Luego, confirmó que el Gobierno transferirá a Arsat el manejo de las frecuencias 4G que habían sido retiradas a la empresa privada Arlink. 

Esta última medida, según el consultor y experto en el mercado tecnológico, Enrique Carrier, es una jugada clave dado que le abre las puertas al Estado para convertirse en un operador de telecomunicaciones que podrá salir a darle pelea a las empresas que ya operan en el país. 

Pero, independientemente de las implicancias y del impacto que estos anuncios tengan en el negocio, si algo dejó en claro Cristina es que, en cada aparición, logra retener su rol central en el plano político

Recuperando la "mística" del relatoEsta cadena nacional en especial la mostró jugando el papel que más le gusta: el de poder combinar noticias positivas, vinculadas con avances tecnológicos o referidas a datos de inclusión social.

Pero, sobre todo, le permite demostrar a la sociedad cómo sigue teniendo un lugar central en la agenda política, pese a que se activó la cuenta regresiva para que claudique su mandato. 

Durante esta nueva aparición pública -en la cual mantuvo contacto a través de una videoconferencia con la comitiva argentina que viajó a Guayana Francesa para el lanzamiento del satélite-, la mandataria dedicó varios párrafos de su discurso a transmitir un mensaje cargado de cifras y estadísticas positivas

Además , aprovechó para intentar imprimirle una renovada dosis de “mística” a un relato K, en momentos en que algunos sectores productivos están padeciendo por la falta de dólares, como el automotriz, que acumula una caída del 10% en los niveles de producción. 

No casualmente, en el arranque de su discurso, se encargó de hacer hincapié en tres variables clave: 

• Dólares: desmarcándose de todos los informes privados que aseguran que por la escasez de billetes verdes la próxima administración se verá obligada a avanzar con un ajuste, la mandataria festejó el hecho de que “se invirtieron u$s200 millones en el satélite durante los tres años de fabricación”. 

Además, marcó una agenda a futuro que deja en claro que no habrá una limitante en los recuros al indicar que hay en carpeta un plan para construir más satélites, con un “flujo previsto de u$s1.200 millones”. 

• Actividad y empleo: en momentos en que consultoras como FIEL señalan que la producción acumula una caída del 0,4% en lo que va del año y que ya no se generan puestos de trabajo en el sector privado, la mandataria apeló a la carrera espacial para hablar de un efecto derrame sobre el nivel de actividad.  

Sobre este punto, indicó que el 50% de los componentes del Arsat-2 son nacionales, al tiempo que subrayó que “participaron más de 1.000 trabajadores” en la construcción del satélite, que demandó “más de 1,3 millones de horas hombre y mano de obra argentina”. 

• Avances tecnológicos "nac & pop": como parte de la cadena de la “buena onda”, Cristina aprovechó el lanzamiento del Arsat-2 para redondear un discurso cargado de emotividad y épica

“Estamos ya no ante una inversión de infraestructura, sino en soberanía espacial, algo que casi perdemos en 2003”, aseveró la mandataria. 

En otro tramo, afirmó que compartía “junto a los 40 millones de argentinos la fuerza del cohete que se desplaza al espacio, la misma fuerza y energía de los 40 millones de argentinos, de un país que ha despegado”. 

Incluso, tras el lanzamiento del satélite, hasta la ministra Débora Giorgi aprovechó para ayudar a reconstruir parte de la "mística" del relato: "Tenemos todos los recursos, tenemos la decisión política de nuestra Presidenta y la convicción que nos transmitió Néstor: Argentina puede. Claro que puede, podemos y vamos a ir por más. No permitamos, nunca más, que nos convenzan de lo contrario". 

Paralelamente, Cristina se guardó varios minutos para enumerar todos los logros en materia tecnológica acumulados por la administración kirchnerista desde 2003 a esta parte.

Entre ellos, el hecho de que el 100% de las escuelas rurales hoy tengan TV digital, la incorporación de 40 millones de nuevas líneas de telefonía celular o los 400.000 decodificadores exportados a Venezuela. 

Incluso, la jefa de Estado le imprimió una pátina de gesta heróica a la iniciativa que tuvo lugar este miércoles cuando evocó que "el oficialismo" sancionó en soledad "la ley que creó ARSAT y que ahora nos permitió tener dos satélites y soberanía espacial". 

Cabe destacar que el Arsat-2 permitirá brindar cobertura de Internet, telefonía IP y televisión.

A diferencia del Arsat-1, que fuera lanzado el año pasado y que cubre sólo a la Argentina, el nuevo satélite abarcará a todo el continente americano. 

Así, brindará conectividad entre cualquiera de los países de América, lo que impulsará a la industria de generación de contenidos audiovisuales en la Argentina, ya que todo lo que se produzca localmente podrá ser exportado a través del Arsat-2. 

Entre el "debe" y el "haber" En diálogo con iProfesional, Luis Valle, director del posgrado en TV digital y nuevas plataformas de la Universidad Nacional de La Matanza, enumeró como los “principales logros” de los gobiernos de Néstor y Cristina algunas de las siguientes iniciativas: 

Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Ley Argentina Digital.

La adopción del estándar para la TV digital terrestre y el inicio de su despliegue.

El inicio de la Red Federal de Fibra Óptica y las empresas de telecomunicaciones provinciales.

La creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

La llegada con conversores de TV digital y notebooks a los segmentos más postergados del país.

La subasta de espectro para servicios móviles.

Rubén Belluomo, referente del sector tecnológico, coincidió en definir como “una buena iniciativa” –en el marco de la sociedad de la información y del conocimiento- la puesta en órbita del Arsat-2, al tiempo que agregó otros hitos, como el lanzamiento del anterior satélite (el Arsat-1) y los programas Argentina Conectada, Conectar Igualdad y Argentina Digital

En contraposición con estos logros que se anotó el kirchnerismo en materia de ciencia y tecnología, Valle indicó que todavía hay una lista de “pendientes” que, indefectiblemente, formará parte de la agenda del próximo Gobierno. El experto enumeró: 

Reglamentar la ley Argentina Digital.

Concretar el “apagón analógico” y definir el destino del espectro que liberará esa medida.

Seguir extendiendo los servicios tecnológicos a toda la población.

Desarrollar una industria genuina de hardware

Más allá del juego entre el “debe” y el “haber”, la cadena nacional número 40 dejó en claro que Cristina, en el final de su mandato, no padece del síndrome que sufrieron otros jefes de Estado.

Por el contrario, intenta a diario confirmar su dominio sobre la agenda política sin importar que falte menos de un mes para unas elecciones que, después de mucho tiempo, no la tendrán en la boleta.