En los primeros dos días de octubre se confirmó que el Gobierno apretó el grifo en la entrega de dólares pero no lo cerró por completo.

También, que los ahorristas están "más inquietos" en la previa de las elecciones presidenciales, por lo que se evidencia que buscan proteger sus ahorros en moneda estadounidense.

Esto lo confirman los números de las ventas de "dólar ahorro" de las primeras 48 horas del mes.

En ese lapso se registró un récord histórico, tanto en volumen comercializado en bancos y casas de cambio como así también en la cantidad de transacciones.

El resultado es que en el recién comenzado octubre el Banco Central debió liberar unos u$s212 millones para los minoristas, según los datos provisorios informados por la AFIP ($2 millones más que en el mismo período de septiembre).

También la cantidad de ahorristas superó todas las marcas en los primeros dos días hábiles del corriente: 327.000 transacciones, unas 15.000 más que el mes pasado (327.000 transacciones).

Esta mayor demanda marca a las claras no sólo el nerviosismo que existe en los argentinos en la previa a las elecciones presidenciales que se realizarán en menos de un mes, y la consecuente cobertura de sus ahorros en una moneda fuerte, sino que también refleja los ruidos políticos y económicos.

La percepción de atraso cambiario en la población y que un dólar para acaparar a $11,33 (precio del oficial + 20% de recargo) es "barato" y una oportunidad de compra, es uno de estos desfasajes.

A ello se suma el inmenso déficit fiscal, la inflación elevada, alta emisión monetaria, la pérdida de competitividad de las economías regionales, la caída del consumo, entre otras variables que hacen "ruido".Ruido verde

A ello se suma un hecho preocupante para Kicillof y compañía: la venta en dos días de u$s327 millones de las arcas del Banco Central sólo para abastecer a los ahorristas a través de las ventanillas oficiales.

En tanto, el blue cerró la semana con un alza de un centavo a $15,89 y se confirma que el "puré" ya no le está "funcionando" al Gobierno para bajar el informal.

Es decir, la compra que hacen los asalariados a $11,33 y la posterior reventa a casi $16 en las cuevas ilegales (triangulación que les permite hacerse un "sobresueldo", producto de una diferencia de cotizaciones del 40%) es una práctica que se realiza cada vez menos.

Así, descendió la inyección de divisas oficiales en manos de individuos al canal informal, y ya esta práctica no ayuda al Gobierno a impulsar una baja en el precio del blue.

Ahora los minoristas optan más por acaparar billetes y no soltarlos tan fácilmente, sobre todo por la incertidumbre que significa el cambio presidencial y una posible devaluación.

En definitiva, no logra domar al precio del mercado informal, ni a los compradores de los canales oficiales.

Para colmo, la proximidad de los sufragios genera que no se opte por tomar medidas impopulares, como cerrar mucho más el grifo de oferta de divisas, y que el Banco Central siga "atrapado" en la lógica de seguir vendiendo billetes estadounidenses.

Salida verde

Este panorama también le está confirmando al Gobierno el peor de sus temores: en un contexto de escasez de divisas cada vez los ahorristas le demandan más dólares y el margen de acción se reduce.

Es que el "rojo" que arrastra el Banco Central desde fines de julio es de más de u$s3.100 millones, en un contexto de temporada baja para el ingreso de "sojadólares" y de mayor demanda de divisas de los ahorristas.

A ello se le debe sumar que este lunes la entidad perderá u$s5.900 millones por el pago del vencimiento del Boden 2015.

Ante la compleja situación, el Gobierno empezó a "soltar" menos billetes por persona desde mediados de agosto.Los números son contundentes:

-El primer día de agosto la AFIP entregó u$s823 a cada individuo.

-Al inicio de septiembre esa cifra descendió a u$s668.

-Y el último día del mes pasado "soltó" solamente u$s539 por transacción.

Es decir, en la banda temporal de los últimos 60 días disminuyó 35% la entrega a cada comprador.

Y si bien el jueves que dio inicio a octubre entregó u$s659 por operación, el viernes descendió a u$s635. Cifras muy bajas comparadas a lo entregado los primeros días hábiles de un mes, cuando se renueva el cupo mensual por persona.

En este contexto, el Gobierno lanzó el Bonar 2020, el nuevo bono en moneda estadounidense, con el objetivo de captar, al menos, una parte de los billetes verdes que se fugarán con el pago del Boden 2015.

Ambas medidas son consideradas "parches" por los analistas ya que no resuelven, ni tapan, el problema de fondo: la falta de dólares.

Mientras tanto la estrategia oficial será llegar a las urnas el 25 de octubre sin generar malestar social.

"Seguir regalando reservas a $11,33 no sirvió para mantener a raya al blue. Hoy día hay un drenaje grande de dólares que van a subsidiar a los ahorristas y al turismo, que representan al 10% de la población", dice Gastón Rossi, director de LCG y ex secretario de políticas económicas del ministerio de Economía.

Y completa: "Si en la previa de las elecciones empezaron a recortar la entrega de esta manera, es previsible que pasado los sufragios cierren mucho más el grifo de divisas ya que el Gobierno debe administrar la escasez hasta diciembre".

Por lo que gran pregunta que surge es qué ocurrirá luego de los comicios.

Al respecto, Rossi recuerda lo que ocurrió en las elecciones presidenciales de 2011, cuando, apenas días después de ser reelegida, Cristina Kirchner implementó el cepo cambiario.

Por ahora no está nada dicho, pero lo evidente es que cada vez el Banco Central pierde más billetes verdes y pone en riesgo su solvencia.

Esto, por más que el Gobierno afirma que las reservas se sitúan desde hace varios meses en los u$s33.000 millones. Esto porque incluye el swap chino, que sumó u$s11.000 millones. Sin embargo, ese dinero -que ya representa un tercio de las tenencias- no son reservas sino un mero intercambio de monedas.