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Un análisis de la Universidad de Cuyo demostró la grave contaminación con metales pesados en dosis de hasta un 1400% por encima de los valores tolerables
05/10/2015 - 13:41hs

Pasaron más de 20 días desde que se produjó el derrame de cianuro en la mina de Veladero en San Juan y se siguen conociendo datos importantes que pueden contribuir en el avance de la causa judicial contra Barrick Gold, pero sobre todo, informar al pueblo de esa provincia sobre el nivel de contaminación que afecta el agua que deberían consumir.

Una nota del periodista Jorge Fernández Rojas, publicada en el sitio Unidiversidad, cuenta que la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) fue citada por pedido del Intendente de Jáchal, Jorge Berifusa (FPV), para realizar un análisis inmediato del río afectado un día después de que se conociera la noticia del derrame (13 de setiembre).

A todo esto, los investigadores acudieron y se encontraron con los peores datos: la contaminación de cianuro produjo la liberación de metales pesados peligrosos en el agua como arsénico, aluminio, manganeso, boro, cloruro y sulfatos.

Además se conoce por un estudio microbiológico que hay bacterias muy nocivas y difundidas como la escherichia coli donde se originan los cauces montañosos.

Mientras tanto, el gobierno de San Juan se encarga de tapar como pueda la crisis que reproduce tamaño desastre. La información oficial apunta que "no hay cianuro en el agua". Cuando en realidad, lo que verdaderamente ocurre es que ese cianuro se utiliza para reaccionar con los metales buscados por la Barrick, para separarlos en procedimientos industriales complejos propios de la megaminería a cielo abierto.

Lo que comprueba el estudio es que el cianuro contaminó el agua de los ríos de la montaña sanjuanino y en términos químicos básicos, reaccionó con los metales pesados y peligrosos para la vida y estos fueron arrastrados "aguas abajo".

El informe de la UNCUYO

El estudio fue realizado por el Laboratorio de Análisis Instrumental de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO y la responsable del peritaje es la química María Esther Barbeito. El trabajo se realizó por encargo de la Municipalidad de Jachal y las muestras fueron tomadas, de acuerdo al relato, desde la localidad sanjuanina al otro día de conocido el siniestro. Esa tarea fue fundamental para los análisis.

Ya había un antecedente con el laboratorio de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO en el año 2010 cuando se hicieron los primeros controles pedidos por los vecinos jachaleros. Ahora Zeballos volvió a convocar a los expertos para un nuevo peritaje ante la emergencia.

"Acompañé a la delegación de la Universidad para tomar las muestras y lo hicimos en los mismos puntos de hace unos años para comparar aquellos valores con estos actuales. Cuando llegamos a la zona de la primera muestra en el río La Palca, antes de que se una con el río Blanco, nos dimos cuenta que algo grave había pasado porque había gente de la mina tomando muestras del agua y finalmente comprobamos que estaba contaminada con el análisis", dijo Zeballos al sitio Unidiversidad.

También se tomaron muestras de agua en el curso de los ríos Potrerillos, Las Taguas, Blanco y el mismo Jachal a la altura del puente de Angualasto y finalmente en los diques Cuesta del Viento y Pachimoco. Zeballos apuntó que en la medida en que siguieron el curso del líquido, los resultados de los estudios denotaron que la aparición de metales en agua fueron bajando hasta llegar a las represas donde casi no se detectaron altos tenores de elementos o compuestos riesgosos.

Los metales verificados por el informe fueron en especial manganeso y aluminio. Estos metales se encontraron con valores muy elevados repecto a lo permitido por ley nacional para el uso de riego y consumo animal. En la región hay importante desarrollo agrícola y se crían animales de granja.

Los datos alarmantes del análisis

Se detectaron 1,48 miligramos por litro (mg/l) de manganeso cuando el promedio histórico en ese punto del río La Palca es de 0,25 mg/l de agua. De acuerdo a los datos puntualizados por el vocero sanjuanino el valor máximo tolerado por ley nacional para riego y consumo animal es de 0,2 mg/l de manganeso.

En tanto en el caso del aluminio se verificaron 70 mg/l y se habían medido a esa altura del río de 3 a 4 mg/l. Valor máximo tolerado según el informante por norma nacional de residuos peligrosos destinada para riego y consumo animal es de 5 miligramos por litro. Este último dato fue determinante para los asambleístas para continuar con la resistencia vecinal cuando el miércoles 30 de septiembre recibieron el informe de la UNCUYO.

Además, siempre de acuerdo con el detalle que proporcionó Zaballos, se detectaron otros trazos metalíferos como mercurio, cobre y zinc.

Un párrafo aparte merece la evaluación que se les hizo a las muestras que se tomaron de una fuente de agua para consumo humano en el pueblo Mogna ubicado a 50 kilómetros de San José de Jachal en el camino hacia la Ciudad de San Juan. Allí se encontraron metales en el agua que hacen que ese líquido ya no sea apto para el consumo de los habitantes del lugar.

Estas fueron las determinaciones químicas. Boro: 6 mg/l (límite máximo aceptado: 0,5 mg/l); cloruros: 740 mg/l (límite máximo aceptado es de 400 mg/l); sulfatos: 540 mg/l (límite máximo aceptado 350 mg/l) y arsénico: 0,069 mg/l (límite máximo aceptado es de 0,010 mg/l).

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