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En la planta de cajas, 350 operarios no trabajarán entre el 17 de este mes y el 1° de noviembre; la caída de la industria en Brasil es una de las causas
08/10/2015 - 10:45hs

La crisis brasileña y el escándalo internacional por la adulteración del software de medición de gases contaminantes en vehículos diesel no le dan tregua a Volkswagen.

En su planta cordobesa, donde produce cajas de cambio, anunció más días de suspensión para los operarios que trabajan en las líneas de productos que se exportan a Brasil. Dejarán de trabajar el 16 de este mes y volverán a la fábrica el 2 de noviembre.

Además, en el penúltimo mes del año, de cuatro días originales de suspensión se pasará a siete, de acuerdo con lo que le comunicó la empresa al Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA). Los afectados son los 350 empleados que se desempeñan en las líneas MQ200 A y B, que producen para Brasil.

Volkswagen Argentina confirmó a La Nación las suspensiones por 13 días este mes y siete en noviembre, "debido a la caída de la industria automotriz brasileña. Esto trae como consecuencia una baja en las exportaciones de cajas de transmisión a Brasil", según señaló un vocero de la empresa. Las medidas afectan a un 40% del total de los 1.700 empleados que trabajan en la planta de Córdoba.

Respecto de diciembre, la empresa indicó que mira "de cerca la evolución del mercado de Brasil". Por su parte, el Smata indicó que, desde ahora hasta fin de año, se fabricarán 28.000 cajas menos de las programadas. El recorte, en todo el año, suma 250.000.

La primera modificación al esquema anual original de producción fue en marzo, al que le siguió otro en julio. Las instalaciones de San Carlos tienen capacidad para hacer cinco millones de cajas anuales; en su pico de producción la planta usó la mitad de ese potencial.

La línea MQ200 B pasó de tener tres turnos, que sumaban 350 empleados, a dos, que aglutinan cien personas; el resto del personal pasó a otros sectores. Fue la primera línea que sintió el impacto de la crisis brasileña.

En el caso de la MQ200 A, redujo la producción de 2430 a 2100 cajas diarias. Sus cajas van a Brasil para modelos como el Gol, las versiones más chicas de Audi y para el Saverio. En el Smata señalan que trabaja "al ritmo de la demanda brasileña". Hoy ocupa a 500 operarios en cuatro turnos, aunque hay "reducción paulatina de personal sin que se afecte el número global porque los relocalizan".

La tercera línea es la MQ250, que fabrica 1380 cajas diarias destinadas a los mercados europeo y mexicano. Emplea a 600 trabajadores y, en ese caso, la incertidumbre pasa porque el 90% de la producción es para motores diésel, que son los de los autos que tuvieron problemas con el software alterado que controlaba la emisión de gases contaminantes.

La continuidad del programa de producción depende de los planes globales de la empresa, según admitieron en el área de Comunicaciones Corporativas de la firma en Buenos Aires al matutino.

En la delegación cordobesa del Smata, Leonardo Almada señaló que desde 2008 la planta de Volkswagen no tenía problemas de la magnitud de los que atraviesa ahora: "Estamos trabajando para reducir las suspensiones, para que se instrumenten capacitaciones, pero hasta 2017 no vemos un repunte en el panorama".

Hasta hace unas semanas, Volkswagen era, de las plantas instaladas en Córdoba, la que mejor venía surfeando la recesión en Brasil. "La situación cambió de manera radical; la demanda baja y el recorte de la producción es inevitable. Se hace lo posible, pero la proyección no es la mejor", dijo Almada.

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