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Dólares, autos, viajes, electro, alimentos y soja: crece el "efecto canuto" antes de las urnas

Dólares, autos, viajes, electro, alimentos y soja: todo vale a la hora de "encanutar" en la previa a las urnas
13/10/2015 - 10:10hs
Dólares, autos, viajes, electro, alimentos y soja: crece el "efecto canuto" antes de las urnas

El diagnóstico es compartido por distintos sectores económicos: el próximo Gobierno, más temprano que tarde, más rápido o más despacio, se verá obligado a devaluar.

De una u otra manera, el atraso cambiario ya fue admitido por los referentes de los principales candidatos. La duda, en todo caso, pasa por la forma en que el dólar recuperará el terreno perdido frente a la inflación

Los economistas plantean dos agendas contrapuestas: "gradualismo" versus "shock". Sin embargo, conforme se aceleró el deterioro de las reservas del BCRA, especialmente tras la cancelación del Boden 2015, la primera opción ha ido perdiendo cada vez más adeptos

Frente a estas perspectivas, desde empresarios hasta inversores, pasando por pequeños ahorristas, todos están tomando nota de los distintos escenarios que se abren para la economía argentina. 

No sólo eso. A diario, toman decisiones en función de los pronósticos que escuchan para el tipo de cambio. De distintas formas, tratan de preservar su capital, de ponerlo a salvo de una eventual devaluación y todos arman su "gran canuto". El objetivo central: sobrevivir a la agitación cambiaria que pueda sobrevenir. 

Resulta clave detenerse en las estrategias a las que apelan particulares y empresas. Es un fiel reflejo de cómo funciona la Argentina ante los crecientes rumores de un salto de la divisa estadounidense

Con tal de cubrirse, todo vale: las estrategias van desde cambiar el auto, amarrocar cosecha, comprar cualquier producto dolarizado en cuotas o contratar paquetes turísticos

Los inversores en activos bursátiles tampoco dudan: los bonos que cotizan en billetes verdes son los más buscados.

Ni hablar del dólar "ahorro": la clase media intenta quedarse con todos los billetes "subsidiados" que les vende el Gobierno.

A continuación, un repaso de lo que está ocurriendo, en esta recta final hacia las urnas, que tiene al "gran canuto" como principal exponente: 

1. Autos, y si son premium, mejor

Ya sea por la escasez real, en un mercado golpeado por el faltante de divisas y los cupos para importar, o por especulación pura por parte de empresas y concesionarias, lo cierto es que el mercado automotor está totalmente desvirtuado a raíz de la expectativa generalizada de una devaluación.

iProfesional pudo detectar que, para hacerse de una unidad con entrega inmediata, actualmente hay que pagar hasta $100.000 por encima del valor sugerido por la terminal automotriz.

En promedio, los 0Km más demandados sufren recargos del orden del 20%. Modelos como el VW Golf, el Toyota Corolla o la Chevrolet Tracker figuran entre los más afectados por estas políticas comerciales. 

Pero los sobreprecios que aplican las agencias no son los únicos problemas. Si bien en las últimas semanas se incrementó el nivel de inventario por el desplome de las exportaciones a Brasil, lo cierto es que los faltantes siguen estando a la orden del día para determinadas marcas. 

Algunos modelos -como sucede con la flamante HRV de Honda- directamente dejaron de ofrecerse al público hasta que aclare el panorama cambiario.

En la vereda de enfrente, más compradores están ávidos por hacerse de una unidad. La razón es que el año pasado, tras la devaluación de enero, los precios de los 0Km se dispararon en promedio un 50%, debido a que la mitad de los autos ofrecidos son importados, mientras que los de producción nacional en realidad tienen un 70% de componentes del exterior, que cotizan a valor dólar. 

Desde Ecolatina suman como un ingrediente extra “la ampliación de la brecha cambiaria, que también empuja las ventas, ya que los vehículos quedaron relativamente baratos en términos de la cotización del paralelo”.

2. Más turismo y "dólar ahorro"

Forman parte del mismo fenómeno. La clase media se quiere sacar de encima los pesos sobrantes. Los que pueden acceder a las ventanillas de la AFIP, van y piden autorización para comprar billetes verdes subsidiados, a casi $11,4.

Durante septiembre fue récord la cantidad de ahorristas que recibió el visto bueno del Gobierno. En total, se superó el millón de operaciones. Y la dinámica no se detiene. Por el contrario, en lo que va de octubre, la demanda ya superó los u$s430 millones, un 5% por encima del mismo período del mes pasado. 

Así las cosas, desde que se implementara el sistema a inicios de 2014, el Banco Central lleva vendidos más de u$s8.000 millones bajo esta modalidad.

Claro que a esto hay que sumarle los dólares que se "evaporan" por los miles de argentinos que hacen turismo y shopping en el exterior. 

La consultora LCG, dirigida por Martín Lousteau, estima que 2015 cerrará con un rojo de 8.000 a 8.500 millones de dólares por este concepto. 

Esto significa que se van de la Argentina u$s1 millón por hora, sólo en concepto de viajes y gastos con tarjeta.

En lo que va del año, ya cruzaron la frontera 5 millones de personas. Y los rubros en los que más gastan los argentinos son: 21% en hoteles, 16% en indumentaria, 8% en electrónica y 7% en restaurantes.

El país en el que más tarjetean es en Estados Unidos, de acuerdo con el relevamiento realizado por un grupo de bancos líderes al que tuvo acceso iProfesional.

La devaluación en Brasil conspira contra la Argentina. Este verano, con un dólar que podría superar los 4 reales, miles de personas se sumarán a los contingentes rumbo a las playas cariocas.

Los planes de pagos en hasta 18 cuotas sin interés no solamente facilitan el acceso a las vacaciones "subsidiadas" sino también financiadas

El boom turístico por el dólar barato, está claro, es una manera de anticipar consumo ante la expectativa de que en algún momento saldrá más caro o que, directamente, por los mayores costos quedará obligatoriamente postergado.

Los aviones viajan repletos y es muy probable que los pasajeros con destino a Nueva York o Miami sufran el próximo verano algún tipo de reprogramación, porque los aéreos no dan abasto, según admiten desde las propias líneas. 

3. El "canuto" de la soja, a full

Los silobolsas se convirtieron en un verdadero ícono de la Argentina actual.

Diseñados para poner bajo resguardo los granos, se transformaron en la mejor opción que el productor tiene a mano para "amarrocar" y esperar el mejor momento para vender su cosecha.

A cuatro meses de la finalización de la última campaña, en los campos aún se guardan entre 16 y 20 millones de toneladas de soja, según fuentes consultadas.

Esa cifra equivale a entre u$s5.200 y u$s6.500 millones, que servirían para reforzar las alicaídas reservas del BCRA.

Analistas consultados aseguran que, a esta altura del año, debería quedar en los campos un 20% de la producción  y no una proporción del 33% como sucede actualmente. Algo está claro: los productores y exportadores esperan que llegue la devaluación antes de liquidar sus tenencias.

Además de un probable salto del dólar, el "canuto sojero" se arma por las dudas de que el próximo inquilino de la Casa Rosada modifique el esquema de las retenciones o que tome una parte de la alícuota como un adelanto del impuesto a las Ganancias.

Todo contribuye para quedarse con la mercadería en vez de venderla. Claro que el riesgo para los que no liquidan es que el precio de la soja continúe retrocediendo.

Mientras se consolida este comportamiento especulativo por parte de ruralistas, el Central se ve obligado a intervenir con ventas de u$s100 millones diarios, lo que lesiona aun más las reservas y obliga a una extensión del swap con China. En definitiva, yuanes que luego serán contabilizados como dólares en el total de sus tenencias.

4. Electrodomésticos, stockearse ahora y vender después

En un momento de incertidumbre como el actual, en este sector chocan los intereses de los empresarios con los de los consumidores.

Por un lado, estos últimos buscan adelantarse al aumento de los precios que ocurrirá si finalmente se produce una devaluación. Tienen fresco el registro de enero 2014, cuando desaparecieron las cuotas, hubo incrementos bruscos de hasta el 60% en los valores de los artículos tecnológicos y hasta escasez.

Los empresarios saben que, llegado ese momento, sus ventas caerán en picada, por la licuación del salario. Y ahora deben hacer equilibrio entre vender todo lo que pueden y evitar una descapitalización.

Por ese motivo, las grandes cadenas de electro están adelantando compras a los fabricantes e importadores. Los artículos más "encanutados" son las tablets.

Con los televisores ocurre algo más complejo: se ponen a la venta, pero a los de última generación se les suele recargar un margen de rentabilidad adicional. "Vendemos lo más caro que podemos", se sincera el directivo de un reconocido retail, en diálogo con iProfesional.

Las cadenas comerciales -que también son activos importadores- tienen otra manera de cubrirse de una eventual devaluación: utilizan una parte de los pocos dólares que el Banco Central les habilita con el fin de importar productos para cancelar deudas en dólares con proveedores del exterior. 

El director de una de las mayores cadenas reveló: "De los u$s5 millones que nos permitieron importar el mes pasado utilizamos u$s2 millones para cancelar deudas dolarizadas. No queremos que un salto cambiario nos deje mal parados".

Otra cobertura muy utilizada no pasa ya por la adquisición de "hardware", sino por la compra de divisas en el mercado de futuros. "Si tenemos liquidez, entonces adquirimos bonos dolarizados", se sinceró, en diálogo con iProfesional, el mismo empresario.

5. "Canuto" alimenticio, en los galponesEstos comportamientos especulativos exceden al mercado tecnológico. También "encanutan" las alimenticias y los supermercados mayoristas.

En estos casos, guardan el mayor nivel de stock de productos no perecederos que pueden. Incluso, inmobiliarias dedicadas al segmento comercial reconocieron bajo estricto off the record que hubo distribuidores que en los dos últimos meses salieron a alquilar galpones que les permitan resguardar la mercadería.

Enlatados (vegetales, hortalizas y frutas), azúcar, aceites, harinas y edulcorantes se encuentran entre los más demandados. El vencimiento de estos productos suele ser a tres años.

También son un boom los acopios de insumos elaborados en base a materias primas que cotizan en dólares.

Se trata de un largo listado que incluye papel, films plásticos para envasar, bolsas de polietileno, cajas de cartón, latas y botellas de vidrio y de plástico.

Quienes se encargan de hacer un mayor inventario de estos productos son, en general, fábricas de mermeladas, polvos para jugos y postres

6. La city no se queda atrás y también "amarroca"En este caso, se trata de un "canuto" sustentado en la promesa de pago del Estado.

Los títulos públicos fueron muy utilizados en los últimos años, tanto por ahorristas pequeños, medianos e institucionales, para resguardarse de una devaluación.

La ventaja que tienen es el pago de una renta, en dólares, cada seis o doce meses. La desventaja: la incertidumbre que se paguen al vecimiento. O que se recupere el capital invertido si el inversor vende el bono antes de esa fecha.

A diferencia de los plazos fijos, los títulos públicos no tienen garantizada la conservación del capital invertido.

Como fuera, lo que está claro que -a semanas de las elecciones-el "gran canuto" tiene más vigencia que nunca.

Nadie quiere quedar descapitalizado ni mal parado frente a las primeras medidas que tome el próximo Gobierno. Por cierto, muchas de ellas tendrán al dólar como protagonista. 

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