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Todo congelado: agencias de 0km especulan con el dólar y frenan ventas hasta "nuevo aviso"

Todo congelado: concesionarios especulan con suba del dólar y suspenden ventas a la espera del balotaje
30/10/2015 - 13:27hs
Todo congelado: agencias de 0km especulan con el dólar y frenan ventas hasta "nuevo aviso"

La prolongación de la contienda electoral y la fuerte incertidumbre respecto del tipo de cambio están impactando con dureza en la industria automotriz.

Así como los sojeros "encanutan" la cosecha en los silobolsas a la espera de aclare el panorama, los dueños de concesionarios también han comenzando a esconder los autos. 

Los riesgos de que tras las elecciones se produzca un salto en el valor del dólar está llevando a que en los salones de ventas se hayan profundizado los problemas de stock. 

La razón es que los propietarios de las agencias no saben a ciencia cierta a qué precio deberán reponer el día de mañana una unidad vendida hoy, de confirmarse una devaluación.

Independientemente de si triunfe Cambiemos o el FpV, en el gremio de los economistas el consenso es que al próximo Gobierno no le quedará otro recurso más que llevar al billete verde a un nuevo piso. 

Esto es consecuencia no sólo de los serios problemas de competitividad que atraviesan las economías regionales y la industria en general. Sino también del deterioro que vienen sufriendo las reservas en poder del BCRA que, en términos netos, ni siquiera llegarían hoy a los u$s2.000 millones, según cálculos de la Consultora Ledesma. 

Según el analista Nicolás Dujovne, "se viene la corrección cambiaria más anunciada de la historia argentina".

Por lo pronto, desde el equipo de Mauricio Macri dejaron en claro que no son partidarios de medidas del tipo "gradualistas". La apuesta es levantar el cepo lo antes posible. Y eso requerirá de una corrección del tipo de cambio. 

De hecho, trascendió que el equipo de Cambiemos está analizando como opción un dólar oficial cercano al del "conta con liqui", que hoy cotiza por encima de los $13,50. 

Desde la vereda de enfrente, el economista Miguel Bein -principal asesor de Scioli-, ya dejó en claro su intención de llevar al billete verde a $11 en el mercado oficial en el cortísimo plazo, con una tendencia paulatina al alza. 

Estos pronósticos resultan determinantes para una industria como la automotriz, cuyos precios se mueven al ritmo del tipo de cambio.

Esto se debe a que el 55% de los autos que se comercializan en el país se importan (principalmente de Brasil y México). Mientras que el 45% restante de los 0Km, pese a fabricarse localmente, contienen un 70% en promedio de piezas traídas del exterior. 

Entre los dueños de concesionarios todavía está fresco en la memoria el recuerdo de lo que sucedió en enero de 2014. Tras el salto del dólar, los valores de los vehículos se dispararon y acumularon una suba promedio del 50% a lo largo de todo el año pasado. 

Por eso, faltando menos de un mes para el balotaje, hoy el sector está casi "congelado". 

"Las ventas están suspendidas", confirmó el gerente de una de las agencias líderes de Volkswagen.

En el caso de Ford, desde un concesionario oficial de Ciudad de Buenos Aires también relataron un panorama similar: "Para la mayoría de los modelos estamos posponiendo operaciones para diciembre o enero". 

El mismo directivo aseguró que "otros puntos de venta están apelando a la misma estrategia" y que si hay algún 0Km disponible "están pidiendo precios exorbitantes". 

Así las cosas, la falta de inventario se está haciendo sentir: según datos de ACARA, durante la primera quincena de octubre los patentamientos habían registrado una baja cercana al 7% respecto a igual lapso del año pasado, que ya había sido muy malo en términos de ventas. 

Si la comparación se realiza respecto a la primera quincena de septiembre, la caída es más evidente, con una tasa negativa de casi 25 por ciento. 

Vuelve el "canuto"La falta de stock en los concesionarios volvió a cobrar fuerza en las últimas semanas.

Pero esta situación no coincide con las ventas mayoristas de las marcas, que prácticamente vienen igualando los registros del año pasado.

En otras palabras: desde las automotrices se despachan unidades pero ese inventario luego no termina llegando al público en la misma magnitud. 

En septiembre, por ejemplo, las ventas mayoristas -es decir, de terminales a agencias- sumaron casi 61.500 vehículos, lo que implicó un alza del 3% con respecto a agosto y del 2% en relación con el mismo mes del año pasado. 

Incluso, los despachos que realizan las marcas se mueven por encima del ritmo de patentamientos: entre enero y septiembre llevan vendidas cerca de 470.000 unidades, tan sólo un 0,6% por debajo de igual período de 2014. 

Como contrapartida, las ventas minoristas acumulan un fuerte descenso del 11 por ciento. 

"Lo que demuestran las estadísticas es que las terminales estamos entregando lo máximo que podemos, en función de las dificultades para importar. El problema es que tenemos conocimiento de que una parte de ese flujo se destina a recomponer inventario y no se termina ofreciendo al público", advirtió el directivo de una automotriz europea, que pidió estricto off the record. 

El otro problema es que una amplia gama de modelos que sí se ofrecen, llegan a los compradores a precios que distan mucho de los sugeridos por las propias marcas.

La tendencia a incrementar los valores ha sido una constante en el año. De hecho, hace tiempo que los 0km dejaron de correr por debajo de la inflación general. 

Así por ejemplo, mientras que en enero de este año para acceder a una Chevrolet Tracker había que desembolsar $237.000, en la actualidad ese mismo modelo no baja de los $347.000, es decir, un 46% más. 

Otro modelo con alta demanda como el Volkswagen Gol también se encareció considerablemente: a comienzos de 2015 la versión más básica valía $118.000, mientras que hoy por hoy cotiza a $141.000 (+20%). 

Claro está que estos precios mencionados son los sugeridos por las automotrices. Conseguirlos en el mercado es otra historia. De hecho, hay versiones para los cuales las agencias están pidiendo hasta $100.000 por encima del valor oficial. 

Este comportamiento responde a dos motivos principales: en primer lugar, a la especulación de los concesionarios, que tienen incertidumbre sobre si podrán reponer la misma unidad en el corto plazo en caso de mediar una fuerte devaluación. 

A esto se suman las trabas a las importaciones, dado que el Gobierno, en lo que va del año, redujo considerablemente el cupo mensual que les otorga a las automotrices para la compra de unidades y de autopartes. 

En un concesionario Volkswagen, por ejemplo, por una versión del Golf por la cual a mitad de año se pedían $300.000, hoy están exigiendo unos $356.000, casi 20% por encima del valor de referencia

 

En el caso de la versión Confortline DSG, en las agencias en las que está disponible, "cotiza" a $385.000, un 24% más que el precio "oficial". 

El Vento también se está viendo castigado por el "efecto remarque": la gama intermedia, la Advantage Plus con caja manual, se ofrece a $350.000, cuando en realidad no debería ir mucho más allá de los $300.000. 

Otra marca en la que se observan complicaciones es en Ford, especialmente con el Focus. También en este caso es prácticamente imposible encontrar un modelo con entrega inmediata. Y, done está disponible, piden $50.000 por encima del valor sugerido.

En ambos casos también se da la particularidad de que no hay unidades full disponibles, sino que, con suerte, se consiguen las intermedias.

En los concesionarios Chevrolet también se registran sobreprecios o faltantes: la Tracker 4x4, por ejemplo, no está disponible y no tienen fecha de entrega a la vista. En cuanto a la versión 4x2, se pide un valor de $343.000, frente a los $300.000 sugeridos por la marca (+14%). 

Clima enrarecido Aunque la incertidumbre le está jugando en contra al sector, los economistas consideran que el automotriz será uno de los más activos en 2016, y con más potencial para crecer.

El hecho de que varias marcas hayan comprometido inversiones en el país es una factor a favor, el cual trae algo de certeza a un contexto con muchas incógnitas.

Sin embargo, las terminales todavía deberán atravesar los meses más duros de este 2015, que dejará un muy bajo piso en el nivel de ventas. 

Según proyecciones de ADEFA, a lo largo del año se esperan ventas por unos 620.000 autos (ver cuadro). 

No es un número para festejar, por cierto, dado que implicará una caída del 10% respecto de los niveles del año pasado, al tiempo que marcará el registro más flojo desde 2009. 

Además, esta meta podría verse recortada a la baja si en las próximas semanas se profundiza la escasez de dólares para importar y si se agrava el faltante de unidades en los concesionarios por el "efecto canuto". 
En este contexto, la titular de ADEFA y presidenta de General Motors Argentina, Isela Costantini, advirtió días atrás que "el gran desafío es que en realidad no hay reservas. Entendemos el esfuerzo que el Gobierno viene haciendo de querer darnos más, pero no nos puede dar más de lo que no hay”.

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