El Banco Central aprovechó el “medio” feriado en los Estados Unidos y se guardó los dólares que le fueron a pedir los importadores. Desde muy temprano, pasadas las 10 y media de la mañana, el BCRA se comunicó con los principales bancos que operan en comercio exterior y les informó que no iba a haber pagos en dólares a los importadores.

La cámara del sector alertó a sus asociados de la novedad. A su vez, las entidades financieras se lo comunicaron a sus cliente.

Diego Santisteban, presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), aseguró que en otros feriados se operó con normalidad.

Sin embargo, despachantes de aduana consultados por iProfesional aclararon que suele ser habitual el parate en el comercio exterior cuando es feriado en los Estados Unidos ya que –al tratarse de operaciones con dólares- ese país actúa como una especie de coordinador de los pagos.

"Ganaron un día, nada más", dijo un empresario del sector, afectado por la decisión de Alejandro Vanoli.

Se sabe, la autoridad monetaria cuenta con cada vez menos reservas. Esta es la segunda medida de este tipo que el gobierno toma para no seguir perdiendo divisas. Hace unas semanas profundizó aún más el cepo a los importadores al bajar del mínimo de u$s150.000 dólares a u$s75.000 el monto de operaciones que debe contar también con la autorización del BCRA.

Hace cuatro años, aquellas empresas que importaban por más de u$s500.000 debían pedir permiso al ente financiero. El Banco Central le debe a los importadores un estimado de u$s9.000 millones que hizo que muchos productos e insumos hoy no consigan.

Las casas matrices no quieren financiar más a sus filiales locales y los proveedores tampoco quieren esperar más a los importadores argentinos ante la deuda acumulada por la escasez de dólares.

Más que a los cerrojos circunstanciales que pueda instituir el BCRA, entre los despachantes de Aduana adjudican una gran importancia a lo que día tras día deciden los jueces que dictan amparos a favor de importadores que, teniendo DJAI’s retenidas en los despachos oficiales, logran destrabar las compras realizadas.

Una situación similar a lo vivido durante el corralito, cuando eran los jueces quienss liberaban los depósitos en dólares de los ahorristas.