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"Fin de fiesta": los argentinos se apuran para reventar sus tarjetas de crédito en el exterior

Entre enero y lo que va de noviembre, el rubro "turismo" representó una salida de u$s8.200 millones para el Banco Central       
30/11/2015 - 10:00hs
 "Fin de fiesta": los argentinos se apuran para reventar sus tarjetas de crédito en el exterior

Los analistas anticiparon a comienzos de 2014 -luego del salto devaluatorio de casi 20% que propició Axel Kicillof y tras el aumento del recargo a los gastos con tarjeta en el exterior, que fue llevado a un 35%-, que sin un plan para contener la dinámica inflacionaria, todo volvería a “foja cero” en cuestión de meses. 

Y esto fue lo que terminó ocurriendo: el atraso cambiario se fue profundizando a punto tal que el dólar –en términos reales-, pasó a valer menos que en la época de la salida de la convertibilidad, con el agravante de que las monedas de los principales países con los que comercia la Argentina sufrieron fuertes depreciaciones frente al billete verde. 

Fogoneado por dicho retraso y con un recargo aplicado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que quedó totalmente licuado, el turismo emisivo vivió un verdadero boom a lo largo de 2015 que, mes tras mes, recuperó la dinámica que había alcanzado a lo largo de un 2013 que fue récord. 

Claro que, conforme se potenció la salida de argentinos al exterior, más fue creciendo la “factura” que debió afrontar el Banco Central en concepto de gastos con tarjetas de crédito en moneda extranjera, que actualmente explican el 65% de todos los dólares que pierde la entidad en concepto de “turismo”. 

Esta tendencia fue hasta celebrada por la propia Cristina Kirchner quien, contrariando el propio discurso pro industrialista que caracterizó al modelo K, festejó el hecho de que “cada vez más argentinos pueden viajar al exterior. Siempre lo comentó cuando regresó de algún viaje en misión oficial. No hay país en el que no me encuentre con argentinos”. 

En una catarata de tuits y luego de hablar de los récords de despacho de materiales para la construcción, la jefa de Estado explicó que “el cemento lo pago con pesos, pero si me voy afuera ¿qué te pensás? ¿Qué pago con patacones o tickets del club del trueque? No señor, pago todo en dólares”. 

Pasajes, hoteles, comida, transporte, y ´alguna cosita´ que uno se compra siempre, o trae ´de regalito´. Bueno mirá, lo de ´alguna cosita´ podemos charlarlo. Te cuento que ya llevamos pagado en uso de tarjetas en el exterior u$s5.140 millones en lo que va del año. Sí, casi lo que nos costó YPF. Pero con una pequeña diferencia: las tarjetas de crédito las pagamos constante y sonante de una sola vez. YPF, la mayor empresa del país, la pagamos con una emisión de bonos”, afirmó Cristina.

El agravante es que el “tarjeteo” por parte de argentinos en el exterior, tras alcanzar un récord en octubre, se mantiene en niveles muy elevados, pese a todos los esfuerzos que comenzó a desplegar el Banco Central para achicar la “factura” turística. 

Cabe destacar que hace un par de semanas, el titular de la entidad, Alejandro Vanoli, había dispuesto un nuevo recorte al límite diario que pueden girar las compañías sin solicitarle un permiso especial al BCRA, llevando dicho tope a apenas u$s50.000 por jornada hábil. 

Se trata de una cifra ínfima, que pasó a perjudicar a la industria pero también a las agencias de viaje y líneas aéreas, que hasta antes de la instauración del cepo podían girar sin requerir aprobación hasta u$s500.000 diarios. 

A partir de esta medida, muchas operadoras comenzaron a limitar las ofertas de paquetes y hoteles fuera del país, dado el riesgo que enfrentan de quedarse con pesos en las manos y no poder pagar a los proveedores de servicios fuera de la Argentina. 

La medida además afectó a las líneas aéreas, firmas con las que el BCRA comenzó a generar un pasivo, al no habilitarles los dólares necesarios para ser girados. Esto fue, de hecho, lo que propició que American Airlines decidiera dejar de comercializar tickets en la Argentina, medida que luego fue replicada –por 48 horas- por la compañía Air Canadá. 

Sin embargo, para los empresarios del sector, el nuevo gobierno macrista y especialmente Federico Sturzenegger –si es que logran la renuncia de Vanoli- no podrán ilusionarse con un desplome automático en los gastos con tarjeta, que explican el grueso de la “factura” a pagar por el rubro turismo

En diálogo con iProfesional, Julián Gurfinkiel, director de la agencia TurismoCity, confirmó que “los ruidos que comenzaron a generarse en el mercado no sólo no frenaron la venta de pasajes sino que la demanda se potenció”. 

“Los argentinos, tras conocer las primeras restricciones, incrementaron la demanda, tratando de cerrar la operación al valor del dólar actual y cubrirse ante una posible devaluación”, agregó el directivo, quien afirmó que pese a que hay líneas aéreas que dejaron de ofrecer tickets, la mayoría –con Aerolíneas Argentinas y Lan a la cabeza- todavía sigue comercializando pasajes en cuotas. 

Tarjeteo en aumento

Vale mencionar que en octubre, los saldos por compras con tarjeta en moneda extranjera perforaron el techo de los u$s500 millones –marcando un récord para ese mes desde la salida de la convertibilidad-. 

En noviembre, en tanto, el promedio se está ubicando cerca de los u$s470 millones, un nivel que resulta casi 60% más elevado respecto al registro del mismo mes de 2014, cuando se habían alcanzado los u$s297 millones (ver cuadro). 

Pese a las restricciones que el Gobierno aplicó sobre las agencias, la cuenta “turismo” ya se llevó de las arcas del Central la friolera de u$s8.200 millones. El dato clave es que esta cifra supera con creces a los u$s6.300 millones que la autoridad monetaria resignó en concepto de “dólar ahorro”. 

Además, de ese total de u$s8.200 millones, unos u$s5.300 millones (es decir, el 65%) correspondieron al “tarjeteo” que realizan argentinos para pagar desde cuentas de restaurantes, alquileres de autos o para cubrir la compra de ropa y tecnología

El agravante para el próximo Gobierno es que, tome la medida que tome, el año está prácticamente jugado. Se espera que los gastos por turismo alcancen la friolera de u$s9.000 millones y que continúen en niveles elevados al menos hasta febrero. 

¿Por qué? Básicamente porque hay un gran “efecto arrastre” de paquetes y pasajes que habían sido comprados con mucha anticipación.

Es decir que, aun cuando se restrinjan los giros de líneas aéreas y agencias, hay una masa crítica de interesados que ya habían adquirido sus ticktes y paquetes con antelación, lo que garantiza que, al menos durante el primer trimestre de 2016, el ritmo de personas cruzando la frontera sea elevado

“Los argentinos figuran entre los turistas que compran con mayor anticipación a nivel mundial. Y esta costumbre, ante el riesgo devaluatorio, no hizo más que potenciarse”, afirmó Gurfinkiel. 

Sin embargo, pasada la temporada alta es probable que la actividad para las agencias de turismo decaiga y que la cuenta turística que deba afrontar el próximo Gobierno, descienda. 

Las altas probabilidades de que se avance con una corrección cambiaria, en primer lugar, implicará una contracción de los gastos con tarjeta y, como contrapartida, un aumento en el flujo de visitantes extranjeros, lo que ayudará a equilibrar la balanza. 

En segundo lugar, los recortes en los planes de pagos para la compra de pasajes y paquetes terminará repercutiendo negativamente en la salida de argentinos, lo que le dará algo más de oxígeno a las reservas en 2016. 

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