Pocos días antes que termine 2015, el ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, celebró con bombos y platillos el fin del impuesto interno a los 0km.

El economista dijo que la medida sería eliminada en su totalidad y que ningún auto pagaría el tributo a partir de 2016.

Unos días después, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, explicó que el decreto que comenzó a regir en enero de 2014 no sería eliminado, pero que habría una rebaja en las alícuotas y una elevación del piso mínimo a partir del cual un modelo pagaría el tributo.

Desde ese 29 de diciembre del año pasado hasta este miércoles, el tema se volvió secreto de Estado y nadie respondió que pasaría con la medida, mientras que, en el Boletín Oficial, no hubo novedades hasta que el cambio fue un "regalo de Reyes".

A partir de hoy las modificaciones al impuesto interno son realidad, y tantos las terminales como los concesionarios podrán poner precio a los 0km, algo que había quedado paralizado tras la falta de oficialización del decreto.

Según trascendió, no todo es color de rosas en el gobierno de Mauricio Macri y se generó una interna entre el ministro de Economía y el responsable de Producción por las presiones que ejercieron ciertas automotrices para que el impuesto no se elimine, ya que eso beneficiaría a los modelos importados. 

Finalmente, el decreto se hizo público tal como lo explicó Cabrera pocos días antes de finalizar 2015. Las nuevas reglasMediante la Ley N° 24.674 y sus modificatorias se sustituyó el texto de la Ley de Impuestos Internos. "Razones de política económica hacen aconsejable dejar transitoriamente sin efecto el gravamen previsto en el Capítulo V del Título II de la Ley N° 24.674 de Impuestos Internos y sus modificatorias, como así también realizar ciertos cambios a los valores y alícuotas establecidos para los bienes comprendidos en el Artículo 38 de dicha ley", explica el decreto.

Al mismo tiempo aclaran que la vigencia de la presente medida será desde el 1° de enero de 2016 hasta el 30 de junio de 2016, inclusive.

Además, se eliminaron las diferencias entre autos nacionales e importados, y las nuevas variables regirán para todos los modelos con los mismo parámetros.

A partir de ahora, no tributarán impuestos todos los modelos cuyo precio de venta, sin considerar impuestos, incluidos los opcionales, sea igual o inferior a 350.000 pesos.

Aquellas operaciones cuyo precio de venta, sin considerar impuestos, incluidos los opcionales, sea superior a ese monto hasta $800.000, estarán gravadas con una tasa del 10%. Si supera los $800.000, la tasa será del 20 por ciento.

En el caso de las motos, queda sin efecto el impuesto para aquellas operaciones cuyo precio de venta, sin considerar impuestos, incluidos los opcionales, sea igual o inferior a $65.000. Aquellas operaciones que superen el monto estarán gravadas con el 10 por ciento.

Cambio en los precios

Hasta hoy, los concesionarios paralizaron sus ventas. Nadie quiso arriesgar a vender un auto sin la certeza de conocer en qué escala se ubica.

La oficialización cambia las reglas de juego del mercado, da más previsibilidad y también se espera que bajen los precios.

Por un lado, con un piso más elevado (se calcula que un auto empezará a pagar impuestos a partir de un valor de venta al público de $500.000) se terminarán las especulaciones con aquellos modelos que estaban cerca de cruzar la barrera. Esto llevó a una guerra de sobreprecios que implicó pagar hasta $70.000 más que los valores publicados en los listados oficiales.

Hasta ahora, un auto que al público se vendía en $330.000 ya debía pagar el tributo, si era nacional del 10% y si era importado del 30 por ciento.

Muchos modelos quedaron cerca de esa línea con la inflación que afectó duramente a los 0km durante 2015, de modo que, aunque oficialmente no se reconocía, por cualquier auto del segmento mediano había que pagar en promedio 400.000 pesos.

Los cambios también permitirán concretar los lanzamientos de modelos postergados por la incertidumbre acerca del escalón donde se iban a ubicar. El caso más representativo es el Jeep Renegade, el cual, además de las trabas a las importaciones que los demoraron en el puerto, estaba cercado por los impuestos internos que podían alcanzar las versiones más equipadas.

Con las nuevas reglas de juego se espera, también, que bajen los precios.

Hasta ahora, eran más de 300 los autos que pagaban tributo entre los importados de alta gama y los tope de gama de marcas masivas, como un Volkswagen Passat, que fueron alcanzados por la medida.

También las versiones más equipadas de modelos del segmento medio, como un Toyota Corolla SEG, tuvieron que discontinuarse antes de admitir valores totalmente desproporcionados con otras versiones menos equipadas. La brecha que se generaba entre un auto con impuesto y otros sin gravamen superaba los $100.000.

Se espera que más de 200 autos bajen de precio y que, finalmente, apenas 70 modelos sean alcanzados por la medida.

Si bien las marcas analizan los cambios ya que la devaluación también dejará su secuela, hay confianza en que los vehículos que habían duplicado su valor, especialmente los importados en dólares, bajen más del 40% sus precios, mientras que los autos en pesos podrían hacerlo en un 25% promedio.

Por otro lado, las automotrices deberán compensar la devaluación oficial que fue del 40% desde que asumió Macri. Las marcas operaban hasta entonces con un dólar a $9,80, y desde ahora tomarán como referencia la nueva cotización que ronda los $14.

Y se tendrán que nivelar las diferencias que existían entre los autos nacionales y los importados, ya que fueron eliminados los beneficios a los de fabricación local (uno de los temas que trababa la publicación oficial del decreto por las presiones de algunas empresas).

En cuanto a los precios, desde Mercedes Benz confirmaron que "van a bajar". Así, el mercado espera que los importados vuelvan al ruedo después de haber duplicado sus valores durante dos años.

En cuanto a los masivos, modelo como Ford Focus III, Honda HRV, Volkswagen Golf Highline y Vento y Beetle también dejarán de estar gravados, mientras que otros como Ford Mondeo o Toyota SW4 tendrán la alícuota más baja.

Las primeras listas oficiales que den a conocer las marcas empezarán a despejar el camino.