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Diversas financieras virtuales brindan créditos a personas que facilitan el acceso a estas líneas de forma rápida y con pocos requisitos, pero son costosos
09/01/2016 - 03:04hs

Uno de los puntos que más reclamos genera entre los clientes bancarios, en particular individuos, es la carrera de obstáculos que se debe superar para poder acceder a alguna de las formas de financiación disponibles, ya sea desde un simple adelanto en cuenta corriente a un préstamo personal.

Hasta que el cajero que atiende en la sucursal oprima la tecla "Enter" para acreditar los fondos solicitados, se deben completar varios formularios, con abundante "letra chica" y requisitos de todo tipo.

Este proceso, que es engorroso de cumplimentar para muchos particulares del segmento medio y medio bajo, ha hecho que diferentes empresarios encontraran un nicho de negocios y comiencen a desarrollar sistemas online con la finalidad de reducir esa pesada carga y otorgar el dinero en forma rápida.

Se trata de financieras virtuales que apuntan a un estrato social, por lo general no muy considerado por las entidades bancarias, que es el de menores recursos.

Con los préstamos online, todo el proceso previo a la obtención del crédito, desde la solicitud hasta la devolución, se hace a través de Internet.

Para solicitarlo, el interesado debe completar una solicitud y enviar por correo electrónico la fotocopia del DNI y la constancia de CBU. Si todos los papeles están en orden, a las 24 horas recibe el cash.

La firma realiza una evaluación crediticia (básicamente chequea su historial en el Veraz) y, una vez "validado", acredita el dinero en la cuenta bancaria.

Se busca que el proceso sea sin papeles y sin la necesidad de que el particular deba salir de su casa.

En general, las firmas encargadas de administrar estas plataformas apuntan a captar personas con ingresos del orden de los $10.000 mensuales y sin manchas en su historial crediticio.

En la actualidad, existen en el mercado un conjunto de alternativas, entre las que se destacan aquellas orientadas a brindar créditos que se cancelan en un brevísimo lapso.

Entre ellas, hay algunas como por ejemplo mediosueldoya.com, que ofrece préstamos por el 50% del salario promedio de los últimos tres meses.

Según publicitan en su página web, quien solicitó un crédito de $5.000 y se compromete a devolverlo a los muy pocos días (incluso a la jornada siguiente) deberá desembolsar la "módica" suma de $5.963.

Este monto implica un interés diario de poco más del 19% que, en términos anuales, viene a ser del 7.030%.

Si, en cambio, la restitución es al cabo de un mes, el monto comprometido será de $8.720, por lo que la tasa mensual asciende al 74% (905% en términos anualizados).

Otro caso es el de la firma Moni. Se trata, según sus creadores -Juan Pablo Bruzzo y Alejandro Estrada, ex dueños y fundadores de Dineromail- de una herramienta de servicios que otorga dinero de inmediato.

"Apuntamos al 85% de individuos que no tienen acceso a una cuenta corriente y que necesitan cash a modo de adelanto o de préstamo", afirmó Estrada.

El monto que otorga esta compañía ronda los $4.000 y, por lo general, se restituye a principios del mes siguiente. El interesado lo recibe incluso el mismo día en el que es aprobada la solicitud.El "rapidito" sale caroAhora bien, la pregunta es cuánto debe restituirse al cabo de un lapso que, en el mejor de los casos, llega a los 30 días.

Tomando por ejemplo:

- Un préstamo de $3.000, la cancelación se eleva a los $3.700. Es decir, implica un costo financiero total (CFT) superior al 23%. Si se repone en una semana, la tasa avanza al 1.016%. 

- Si, en cambio, se piden $4.000, se deberán devolver poco más de $4.700 (costo financiero del 330%). Si el plazo es menor a 30 días, entonces dicha tasa sube de forma desproporcionada: a una semana, el CFT trepa al  800%.

Estos porcentajes, tan elevados, surgen de descomponer el monto a cancelar en los ítem que lo integran, que básicamente son tres-Rubro "Servicio", que es fijo e independiente del dinero requerido. En la actualidad asciende a casi $500. Según afirman desde la financiera Moni, "es el valor que posibilita depositar el dinero en la cuenta de manera inmediata y sin necesidad de trámite alguno".

-A éste debe sumarse el interés propiamente dicho que, curiosamente, se calcula añadiendo esos $450 al monto solicitado.

-Finalmente el IVA, que "es el impuesto obligatorio del 21% que se aplica tanto sobre el interés como sobre el servicio.

De modo tal que cuanto menor sean la cifra requerida y el plazo, mayor será el costo total que se deberá afrontar.

Algo parecido sucede con Vivus.com.ar, que hasta no hace mucho tiempo se denominaba PréstamoMóvil.

Esta es otra financiera online que también opera con montos reducidos: otorga un máximo de $5.000 a 30 días, que deben ser devueltos en un solo pago.

En este caso, el monto a devolver es de casi $7.000 (CFT del 486%).

A las financieras online que operan bajo esta modalidad se suman aquellas que otorgan hasta tres meses.

Una de ellas es PrestoHoy que, por $4.000 solicitados brinda diversas opciones para el reintegro: un desembolso a muy corto plazo (que no excede las tres semanas) o bien, dos o tres cuotas, con un primer vencimiento dentro del mes inicial y los siguientes a 30 y a 60 días.

A manera de ejemplo, quien solicite $4.000 a tres semanas deberá restituir $5.200. Es decir, un 30% más, por lo que el costo anual se eleva hasta el 520%.

Quien elija el plan dos cuotas deberá enfrentar un CFT de 450%,  mientras que para tres pagos la tasa sube el 80%.

Lo que hay que tener en cuenta

Más allá de las condiciones que se exhiben en las respectivas páginas web, es primordial tomar en cuenta otros factores que pueden ser clave a la hora de elegir.

Al momento de optar por un crédito de este tipo, deben tomarse en cuenta factores estrictamente financieros, como la tasa de interés y, fundamentalmente, el costo financiero total, si bien eso no es todo.Además, debe contemplarse la reputación de quién ofrece este tipo de financiación.

Si bien existen muchas empresas que cuentan con páginas web que son absolutamente seguras, hay otras que no se presentan como muy convenientes, orientadas a personas que no pueden acceder al financiamiento bancario.

Una gran diferencia entre ambas es el modo en que cada una opera.

El fraude más habitual que se registra en Internet proviene de quienes exigen que el cliente entregue una cantidad determinada para "desbloquear" el acceso al crédito (sacar un Veraz, por ejemplo), antes de obtener el monto solicitado.

También es frecuente como "trampa" que se le exija al interesado el pago de una cantidad estipulada para preparar algún tipo de contrato. Como es de imaginar, luego de entregarlo los estafadores desaparecen.

Resulta conveniente interpretar otro tipo de señales para identificar la confiabilidad. Entre ellas, si se trata de una firma reconocida y de trayectoria, más allá de que su página web inspire confianza, profesionalismo y seriedad.

Estas plataformas online se han multiplicado en este último tiempo y sustentan su estrategia en agilizar la obtención de dinero en efectivo. Como suele suceder, lo "rapidito" sale caro.

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