La promesa de crear empleo en el sector privado deberá esperar. A los problemas en el sector petrolero y la construcción, ahora se sumó la industria automotriz y el rubro metalúrgico, con 320 suspensiones y más de 2.000 despidos, por la crisis en Brasil. La ola de recortes provocó este miércoles protestas en el interior del país.

Es que, pese a las medidas oficiales a favor del sector, las terminales comenzaron a ajustar costos laborales luego de que en enero las ventas al país vecino registraran un derrumbe de casi 50%, al exportarse 3.890 autos, por la menor demanda y las paradas técnicas, según informó el miércoles ADEFA.

De ese total, Brasil sólo adquirió 2.800 unidades, un nivel comparable a lo que se le vendía allá por 2003, cuando la industria argentina recién se estaba rearmando tras el colapso de la crisis que puso fin a la convertibilidad. 

Para ponerlo en perspectiva, esos 2.800 vehículos despachados al país vecino: 

• Equivalen al 5% de los 44.000 autos que las terminales albicelestes llegaron a venderle a Brasil en un mesrécord como fue agosto de 2011. 

• Representan un monto similar al volumen de 0Km que se patentan en la Argentina en apenas un día y medio. 

Según informaron desde ADEFA, 10 de las 11 automotrices instaladas en el país, debieron implementar un receso en la producción.

Como consecuencia de la parada de plantas, se produjeron en enero apenas 17.800 unidades, un 30% menos que en igual mes del año pasado.

En este contexto, Fiat continúa con la suspensión de poco más de 200 trabajadores por la falta de pedidos del Siena y el Palio en Sao Paulo. "Es por Brasil", se limitaron a responder a iProfesional fuentes de la compañía.

“La situación de nuestro vecino es complicadísima. Las ventas vienen de desplomarse un 40%, la industria está muysobrestockeados de autos y se está importando muy poco. Esto obligó a casi todas las terminales de nuestro país a tener que frenar drásticamente el ritmo de fabricación”, confirmó Gonzalo Dalmasso, economista de Abeceb. 

La firma italiana exporta el 60% de su producción a ese destino, que encabeza el ránking de ventas. Pero ahora produce unos 300 autos por día, una cifra inferior a la registrada el año pasado. En paralelo, hubo 500 retiros voluntarios que dejó la planta con 1.500 operarios.

En tanto, Volkswagen anunció que suspenderá a partir del miércoles próximo el turno de 12 a 6 de la mañana hasta fines de marzo. Se trata de unos 120 operarios que fabrican las cajas de velocidad MDQ200 en Córdoba y que percibirán sus salarios al 75%.

Además de los problemas en el principal socio de la Argentina, la firma alemana se vio afectada por la reestructuración de sus operaciones a nivel global, tras el escándalo por alterar el sofware que controlaba las emisiones de gases contaminantes en 11 millones de vehículos.

Las suspensiones pusieron en alerta al gremio de Smata y la UOM por su "efecto cascada" sobre las firmas autopartistas, en el arranque de las negociaciones informales para fijar los aumentos de salarios que, para los sindicatos, "no cierran en 25%" tal como pide el Gobierno.

"Está todo muy mal, no se están tomando medidas a favor de la producción, sino a favor de los empresarios", se quejó el vocero de Smata Córdoba, Leonardo Almada, en declaraciones a iProfesional.

La francesa Renault informó que trabaja de manera "normal". No obstante, al igual que el resto, desde no proyecta un escenario de crecimiento.

"Nuestra previsión es similar al año pasado", dijeron desde la empresa a este medio.

El panorama en Buenos Aires tampoco es alentador. Ford prolongó su plan de retiros voluntarios iniciado el año pasado y prácticamente lo extendió a todo el personal de su planta en Pacheco, que el año pasado ya había sentido el impacto de la caída de ventas a México. 

En respuesta, la terminal estadounidense suspendió en octubre pasado hasta fin de año a 100 operarios, que percibieron su sueldo al 80%, tal como lo adelantó en aquella oportunidad iProfesional.

En ese entonces, la firma se deshizo además de 200 puestos apelando a retiros voluntarios, una modalidad recurrente en el sector para reducir personal.

Mientras tanto, VW evalúa dar de baja el tercer turno en su establecimiento de Pacheco, donde prevén producir 70.000 unidades, en lugar del cupo necesario de 80.000.

El recorte, si bien había sido anunciado el año pasado y el anterior, hasta ahora no se había implementado.

En la planta del Palomar de PSA Peugeot Citroen, si bien sostienen que las expectativas "son buenas", también aguardan una producción similar a la del año pasado.

"Lo que pasa es que ahora no sabemos qué va a pasar con la demanda y el poder adquisitivo", señalan. 

El panorama en la industria es muy sombrío y no complica sólo a las terminales. Desde AFAC, asociación que nuclea a los principales fabricantes de autopartes del país, su gerente, Juan Cantarella, advirtió a iProfesional que “la misma preocupación que hoy se respira en las automotrices es la que están sufriendo los proveedores de componentes, porque esto se va a traducir en una menor demanda”. 

“Para nuestro sector, las consecuencias del bajón serán mucho más profundas, porque las empresas deautopartes no tienen las mismas espaldas financieras que una terminal”, completó el directivo. 

Despidos y protestasLos síntomas de estancamiento en algunas terminales no tardaron en trasladarse al rubro metalúrgico en Córdoba.

En esta rama de actividad, el 98% de las empresas recortó las horas extras y dieron de baja contratos eventuales, según las cifras que maneja la UOM local.

El titular del gremio provincial, Rubén Urbano, se declaró en estado de alerta ante la pérdida de 2.000 puestos laborales y cientos de suspensiones en autopartistas y fabricantes de maquinaria agrícola, afectadas por el efecto "caipirinha".

Las medidas de ajuste desencadenaron el martes una ola de protestas protagonizada por los trabajadores que realizaron cortes, paros y asambleas, para rechazar cesantías y reclamar salarios adeudados. Eso ocurrió en los fabricantes de piezas Avellard Rejna (ex Ligget), Sturam, Valeo y Rar.

En tanto, la CGT de Córdoba también se declaró en "estado de alerta y movilización" por los despidos masivos y el proceso inflacionario que, según la central, redujo el poder adquisitivo de los salarios, en vísperas de las paritarias.

En ese sentido, el secretario de prensa de la central, Gustavo Rossi, anunció que la semana próxima difundirán un documento con su posición sobre la situación social y económica, y anunciarán un plan de lucha "concreto".

"Ya se generan contradicciones sobre el piso para la pauta salarial. Pere tenemos que recordar que desde noviembre el aumento indiscriminado de precios ha estado en el orden del 35%. A eso hay que sumar la devaluación del 40%. Esto implica que el salario se ha licuado por lo menos un 60%, dijo Rossi.

Insatisfechos

Macri prometió reactivar la estancada industria automotriz con la eliminación de impuestos a la exportación de automóviles, la reducción de impuestos domésticos a los vehículos de lujo, la quita de retenciones a las exportaciones y la liberación del mercado de cambios.

El presidente de ADEFA, Enrique Alemañy, consideró el miércoles que esas medidas "son señales que alientan a continuar trabajando en pos de una agenda de mediano y largo plazo enfocada en concretar la puesta en marcha de una política industrial sustentable en el tiempo".

Sin embargo, los empresarios consultados por este medio se muestran cautos a la hora de pronosticar la evolución de un mercado que exporta 6 de cada 10 autos. Y, aunque prevén niveles de actividad similar a los del 2015, prefieren reducir costos por el lado laboral.

Es que las terminales sienten que no fueron suficientes las medidas para relanzar la actividad. Cifras de Acara divulgadas el lunes mostraron que el registro de vehículos automotores en Argentina cayó un 15 por ciento interanual en enero, al totalizar 56.511 unidades.

Si bien reconocen que se vieron favorecidos por la devaluación del 40%, varios directivos ahora advierten que es necesario "abrir nuevos mercados", y reclaman cambios "estructurales" que permitan una mayor competitividad en sus costos.

"Las medidas van en camino correcto pero hay que trabajar en lo estructural como la carga impositiva, los costos de los insumos y la baja del ausentismo", dijo el gerente de una importante terminal.