El vicepresidente del Mercado Central, Alberto Samid, denunció este miércoles públicamente que las grandes cadenas de supermercados "se llevaron $200.000 millones en los últimos 50 días", con la estampida de precios y la devaluación.

Según el empresario de la carne, las cadenas comerciales que tienen supermercados distribuidos en toda la Argentina aprovecharon la devaluación del 40% ejecutada por el gobierno de Mauricio Macri para obtener ganancias extraordinarias en pocos días.

Samid se quejó porque en el Gobierno decían que la devaluación no iba a tener impacto en los alimentos porque ya nadie estaba trabajando con el dólar oficial que estaba en $9,70, pero finalmente se comprobó que con el corrimiento cambiario a $14 hubo un golpe inflacionario.

"Ahí se hicieron los vivos los supermercados y se robaron $200.000 millones. Subieron los precios de carne, el pan y el azúcar, por ejemplo, que no tienen nada que ver con el dólar porque se producen con insumos locales", se quejó Samid.

Desde el Mercado Central, donde los precios son hasta un 70% más baratos que en los comercios de la Capital Federal y el Conurbano bonaerense, Samid viene librando una dura batalla desde hace varios años contra los supermercados a los que acusa de abusar de la especulación y ser responsables de la inflación.

"Ahora está la polémica por la carne, pero los supermercados aumentan todo. Venían al Mercado Central a comprar la naranja a $4 el kilo y ellos la vendían a $40. La sandía la pagaban $30 y la comercializaban a $140. El pan lactal que vale $14 lo venden a $90", dijo Samid en declaraciones a Radio Del Plata.

El empresario -dueño de la cadena de carnicerías La Lonja- se esperanzó con las sanciones que el Gobierno le aplicaría a los supermercados en los próximos meses dado que "ya hay dos ministros que detectaron quiénes son los que están subiendo los precios de los alimentos".

Dijo además que los supermercados están aplicando una rentabilidad del 200% por encima del valor que pagan por los productos a los proveedores, cuando en realidad deberían aumentar sólo 20 por ciento.

"El asado tendría que estar a 90 o 100 pesos, más no. Excepto el lomo, que puede valer 130 o 140 pesos dado que sólo hay 1,5 kilos a una media res de 100 kilos", dijo el empresario y vicepresidente del Mercado Central.