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El empresario ganó 54 licitaciones por $24.500 millones, pero despidió a 1.800 empleados. A fines de 2015, de 26 obras, 23 estaban sin terminar
18/03/2016 - 11:49hs

Mientras esta semana se conocieron imágenes de las oficinas de la financiera SGI, conocidas como "La Rosadita", en donde se ve al hijo del empresario kirchnerista, Lázaro Báez, y a su contador Daniel Pérez Gadín, manipulando millones de dólares y pesos mientras brindaban con whisky importado, en el sur del país la situación de la firma constructora del empresario muestra la contracara. 

En el "imperio" fundado por los Báez en Río Gallegos, Santa Cruz, ya hubo 1.800 despidos. La firma Austral Construcciones hoy no está haciendo ninguna obra, y ni siquiera tiene proyectos.

Un paneo sobre el terreno en el que antes se desempeñaban los trabajadores, muestra las máquinas abandonadas en un terreno que parece desértico.

En tanto, sus ex empleados fueron abandonados a su suerte. Para exigir el pago de salarios realizan piquetes en las rutas, y hasta salen a cazar guanacos para comer. 

El empresario de confianza de Néstor y Cristina Kirchner ganó 54 licitaciones de obras por $24.500 millones. A fines de 2015, de 26 obras, 23 estaban sin terminar

En los buenos tiempos de Lázaro y su hijo Martín Báez, Austral Construcciones tuvo en Santa Cruz adjudicaciones por $16.386 millones sólo para obras viales.

¿Cómo puede ser que de la noche a la mañana los empleados de Báez estén haciendo piquetes y más aún saliendo a cazar animales salvajes como para pagar la olla diaria?

Nadie recibió tanta plata como Báez para obra pública durante la última gestión. El 78,4% de las obras que pagó Vialidad Nacional en Santa Cruz fueron para él, apuntó TN.

Al margen de cómo fue favorecido en licitaciones donde sólo competían sus propias empresas, hay que ver si las obras realmente costaron lo que el empresario recibió del Estado, y también se hicieron, porque en Santa Cruz hay caminos que llevan a ningún destino.

Por eso asombra la abundancia de dinero en "La Rosadita". Tanto como asombra que la nueva gobernadora, Alicia Kirchner, le sacó las obras por incumplimiento de la empresa. 

Se terminó la presidencia y se terminó el imperio Báez. El empresario hizo el ajuste y lo pagan sus empleados.