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Según estimaciones de la consultora OJF, el Gobierno de Cambiemos heredó un ejército de personas a su cargo que supera los 18 millones
31/03/2016 - 10:52hs

Más del 40% de la población del país depende de las arcas del Estado. Esto, sin duda, es una de las principales restricciones a la hora de diseñar la política fiscal y monetaria. Además es el correlato del aumento del gasto público que supera el 50% del PBI, lo cual constituye una pesada mochila para una economía que se estancó.

Según estimaciones de la consultora OJF, el Gobierno de Cambiemos heredó un ejército de personas a su cargo que supera los 18 millones, esto es un 41,5% de la población total.

Cabe señalar que en 2002 las personas que dependían del Estado sumaban menos de 8,8 millones, era el equivalente a poco más del 24% de la población del país. Es decir que en los últimos tres gobiernos la cantidad de personas que pasaron a recibir ingresos del Estado más que se duplicó, superando los 18 millones. O sea, crecieron muy por encima de lo que lo hizo la población.

En la actualidad, del total de personas a cargo del Estado, más de 4,4 millones son empleados públicos, de los cuales casi 892.000 son nacionales, más de 2,7 son provinciales y 806.000 son municipales.

Antes de que asumiera Néstor Kirchner, la dotación total de empleados públicos era inferior a 2,4 millones y se integraba por 486.000 nacionales, 1,5 millón de provinciales y 378.300 municipales. Es decir que el empleo público creció un 86% en dicho período, de la mano de los nacionales, que aumentaron 84% y los provinciales, que lo hicieron en un 79%, mientras que los municipales treparon un 113 por ciento.

El otro gran componente son las personas que reciben asistencia social. Suman alrededor de 4,3 millones, de los cuales menos de 212.000 reciben seguro de desempleo y el resto, más de 4,1 millones, son planes de empleo y asistenciales.

Trece años atrás éstos eran poco más de 2,1 millones, siendo los beneficiarios del seguro de desempleo casi 218.000 personas y 1,9 millón el resto. O sea que las personas dependientes de la asistencia social crecieron el 105%, con la salvedad que los del seguro de desempleo se redujeron en 3% y el resto aumentó un 118 por ciento.

El último renglón lo ocupan los jubilados y pensionados. En la actualidad totalizan más de 9,2 millones, donde más de 7,5 millones son beneficiarios del sistema de seguridad social, poco más de 1,5 millón son pensiones no contributivas y otros beneficiarios suman unos 201.000 casos más.

La herencia que dejó Eduardo Duhalde era de unos 4,2 millones de jubilados y pensionados, compuestos por más de 3,7 millones del sistema de seguridad social, unos 327.000 de pensiones no contributivas y otros que sumaban 187.000 casos. Entre 2003 y 2015 el total de jubilados y pensionados aumentó un 116%, de los cuales los del sistema se duplicaron, y los otros crecieron un 8% mientras que las pensiones no contributivas se cuadruplicaron (crecieron un 364%).

Todo esto se reflejó también en la evolución de la participación relativa de cada componente, ya que los empleados públicos representaban en el año 2003 el 27% del total de las personas a cargo del Estado y ahora bajaron al 25%, mientras que los vinculados a la asistencia social se mantuvieron en el 24%. En cambio, los jubilados y pensionados pasaron de ser el 49% al 51% del total general.

Si bien el empleo público vino, en parte, a compensar el anémico crecimiento del empleo privado de las últimas dos administraciones, resulta insoslayable el desenfrenado aumento de las dotaciones en los tres niveles de Gobierno.

A esto se sumó la exagerada política de otorgar beneficios previsionales a tontas y a locas, lo que jaquea la sustentabilidad del sistema previsional. Todo esto se dio en un contexto en que el crecimiento económico no acompañó y constituye un salvavidas de plomo, informa Ámbito Financiero.

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