El detenido empresario kirchnerista Lázaro Báez intentó minimizar sus comentarios anteriores sobre el patrimonio de Ricardo Echegaray, al asegurar que "fue un exabrupto" cuando dijo que el ex titular de la AFIP y actual director de la Auditoría General de la Nación no puede explicar su estado económico y financiero.

"No tengo nada para decir de Echegaray", completó el dueño de Austral Construcciones SA, la principal adjudicataria de las obras públicas en la provincia de Santa Cruz durante los gobiernos Kirchner, al declarar como testigo ante el juez federal Sergio Torres.

Báez, que desde el miércoles permanece detenido en el penal de Ezeiza -donde fue atendido por una arritmia cardíaca- por el supuesto lavado de dinero de 5,1 millones de dólares, fue trasladado a los tribunales federales de Comodoro Py 2002 y pasó por el juzgado federal 12 durante una hora.

El juez Torres y el fiscal federal Eduardo Taiano pretendían que Báez ampliara la declaración que hizo semanas atrás, al asegurar: "Yo puedo explicar mi patrimonio, Ricardo Echegaray, no".

Antes de eso, Echegaray había embestido contra Báez en el canal Todo Noticias (TN) y vaticinó que "va a terminar preso".

En la audiencia también participaron los abogados de la Oficina Anticorrupción (OA), que fue aceptada como querellante en esta causa y aseguró haber recibido denuncias de que Echegaray supuestamente sería dueño de una estancia en la provincia de La Pampa, propiedad de la firma Hacienda Argentina SA, y que sería administrado por una familiar.

El juez Torres investiga si Echegaray se enriqueció ilícitamente durante su paso por la AFIP y si aumentó su patrimonio multiplicándolo 28 veces en una década o un 8.100 por ciento, según las denuncias que dieron origen a esta causa, en la que también se investiga a su esposa, Silvina Karina Oviedo, y a los hijos del matrimonio.