En Venezuela, los empleados públicos trabajarán sólo los lunes y martes y el sector privado lo hará hasta el jueves. Así será el esquema laboral por al menos dos semanas, según anunció anoche el gobierno de Maduro, en el marco del plan de ahorro de energía por la crisis que atraviesa el país.

"Los días miércoles, jueves y viernes no se laborará en el sector público a excepción de aquellas tareas que son fundamentales y que son necesarias, igualmente los días viernes serán no laborables para los planteles educativos de los niveles inicial, nivel medio y el nivel básico", dijo el vicepresidente ejecutivo Aristóbulo Istúriz desde el embalse de Guri, el más importante del país, que se encuentra en un nivel crítico de agua.

Según el gobierno chavista la sequía causada por el fenómeno climatólogico El Niño es la peor de los últimos 40 años y ha secado embalses como el de Guri, que genera 70% de la electricidad del país.

En el sector público, los empleados, que suman aproximadamente 2 millones de personas, ya tenían los viernes libres -hasta el próximo 6 de junio- y trabajaban seis horas al día, por lo que la jornada laboral de 40 horas a la semana se redujo a un 30%.

Acompañado por los ministros Vladimir Padrino (Defensa) y Luis Motta (Energía Eléctrica), y otros funcionarios, Istúriz informó que también por decisión de Maduro las escuelas de ciclos inicial, básica y media no darán clases los viernes.

Además, se decidió un racionamiento eléctrico con cortes programados de cuatro horas diarias en la mitad de los estados del país -exceptuando a Caracas y Vargas- durante 40 días, plazo en el cual se espera que esté a plenitud la temporada de lluvias.

La crisis eléctrica ya obligó al gobierno venezolano a decretar feriado toda la Semana Santa, a reducir el horario de trabajo de la administración pública a seis horas, y a restringir el horario de funcionamiento de centros comerciales y hoteles, a los que ordenó que generen su propia electricidad para ciertas áreas esenciales.