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El Enacom llegó a la conclusión de que no había motivos para rechazar la medida, al no encontrar limitaciones a las leyes que regulan este negocio
27/04/2016 - 10:45hs

En abril de 2003 Cablevisión decidió fusionar sus operaciones con las de Fibertel, una medida que fue bloqueada por las administraciones kirchneristas, pero el macrismo emitió una resolución que avala la unificación de los servicios de ambas en una sola operadora.

Luego de informar la transacción, la fusión nunca terminó de ser avalada hasta que el martes se conoció la Resolución 1359 del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), autorizando la transferencia de las licencias de Fibertel a Cablevisión.

Con la firma del presidente del organismo, Miguel de Godoy, la medida hace un repaso por las diferentes situaciones que atravesó el proceso de fusión de ambas compañías.

El documento recuerda la fecha de nacimiento de Fibertel, el 16 de septiembre de 1996 como operadora de servicios de transmisión de datos.

También resalta que en el año 2000 sumó la de telecomunicaciones con el objetivo de ofrecer telefonía pública y local.

Dos años después fue cuando la firma pidió autorización para transferir las dos licencias a favor de Cablevisión y para disolverse, aunque sin liquidarse, por lo cual siguió operando con su marca pero bajo el paraguas de la operadora de televisión por cable.

Sin embargo, desde que informó sobre su fusión con Cablevisión, la vigencia del permiso fue catalogada de irregular por las autoridades del anterior gobierno kirchnerista.

Y si bien el proceso nunca obtuvo el aval oficial, ambas firmas continuaron con la reorganización societaria hasta que el 15 de enero de 2009 se presentó la liquidación de Fibertel.

La empresa tuvo el primer inconveniente al respecto, al ser declarada incompetente en una contratación directa del Gobierno porteño, tras un pedido de reconsideración de un competidor, quien señaló que la empresa no tenía licencia única para prestar servicio de telecomunicaciones y que no había obtenido la autorización para modificar su situación societaria, recordó el diario porteño El Cronista.

El 19 de agosto de 2010, la ex Secretaría de Comunicaciones (Secom) decretó la caducidad de las licencias de Fibertel, en el marco del conflicto que mantenía el gobierno kirchnerista con el Grupo Clarín.

"Fibertel no existe más", dijo en ese momento el ex ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, al advertir que a partir de ese día la empresa debía dejar de operar.

Se basó en el hecho de que la empresa no contaba con personería jurídica al haber sido disuelta, ante lo cual la Autoridad de Aplicación está facultada a declarar la caducidad de las licencias.

Este escenario no sucedió por los amparos judiciales obtenidos por Clarín para mantener los servicios de Fibertel.

Esto ocurrió hasta que en febrero pasado, el nuevo Ministerio de Comunicaciones revocó la resolución de la ex Secom "por razones de ilegitimidad".

Tras esa medida, el Enacom decidió darle corte final a la fusión, analizando si todo el proceso cumplía con los requisitos legales.

El ente, creado por el gobierno macrista, llegó a la conclusión de que no había motivos para rechazar la fusión, al no encontrar limitaciones a las leyes que regulan este negocio.

"No existen óbices para que se autorice la transferencia objeto del presente expediente", señaló la resolución del Enacom. 

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