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Sturzenegger desmintió "internas" y aseguró que tasa de 38% no está reñida con la reactivación
29/04/2016 - 10:18hs

La excusa del encuentro era válida: la presentación del primer programa monetario de Federico Sturzenegger como presidente del Banco Central. El economista aprovechó la hora de contacto con los periodistas para alinearse con el objetivo político de la Casa Rosada de bajar la inflación y volver a crecer.

Sturzenegger había quedado en el centro de las miradas del gabinete nacional, tras la convalidación de tasas de interés altas, que complican cualquier reactivación de la actividad económica.

En medio del debate sobre el nivel de empleo, la caída del consumo y la media sanción en el Senado de la ley "anti despidos", el funcionario viene confirmando una tasa de referencia (Lebacs a 35 días) del 38% anual a pesar de que el tipo de cambio muestra una tendencia bajista y la buena onda financiera tras el acuerdo con los holdouts.

Durante su exposición, el banquero central confirmó que su obsesión sigue siendo la inflación. Pero quiso despejar las dudas sobre el futuro inmediato: "Las tasas de interés deberán acompañar el camino descendente de la inflación. En tanto veamos que la inflación baje, las tasas también lo harán".

"Ahora bien, el dato de una semana no alcanza. Una golondrina no hace verano. Esperemos que haya más golondrinas", graficó Sturzenegger frente al auditorio.

Obligado a enviar un mensaje político que logre cohesión puertas adentro y afuera del gobierno nacional, el banquero central se esforzó por demostrar que no hay discrepancias con su colega del Palacio de Hacienda, Alfonso Prat Gay.

Tal cual viene publicando iProfesional, Prat Gay está molesto con Sturzenegger porque preferiría que la baja de las tasas se diera ya. Y teme que esa falta de timing se termine reflejando en una profundización de la recesión que melle las expectativas.

Prat Gay dice entre sus íntimos que tras el acuerdo con los fondos buitres, ya no quedan excusas para demorar la baja de las tasas de interés. Esta semana hizo explícita su postura: "Las tasas deben bajar más temprano que tarde", dijo.

Contra lo que le sugieren algunos economistas, Sturzenegger cree que no existe un dilema entre bajar la inflación y recuperar el crecimiento. Al contrario, está convencido de que, indefectiblemente, una cosa lleva a la otra. Es lo que mencionó, con todas las letras, en la tarde del jueves.

Cuando un periodista le preguntó por los efectos negativos de extender una tasa del 38% anual, apuntó que "ese mecanismo es muy importante porque alinea las expectativas hacia una baja de la inflación. Y un descenso inflacionario es el mejor incentivo a un mayor nivel de empleo", argumentó.

"No va a haber mecanismo más expansivo para aumentar los niveles de consumo y la producción que bajar la tasa de inflación", puntualizó.

De alguna manera, el economista asume que en el proceso hacia una desaceleración inflacionaria deben asimilarse algunos costos. Sin ir más lejos, que la combinación de un dólar estable (e incluso más abajo de lo que muchos creen como conveniente) y tasas de interés elevadas no hacen más que incentivar la clásica "bicicleta financiera".

Los números de SturzeneggerDurante su ponencia, y acompañado por cuadros en la primera parte, antes de las preguntas, Sturzenegger brindó datos sobre la expectativa de inflación, habló del dólar y sobre las reservas.

También anunció que en septiembre próximo, el BCRA comenzará a regirser plenamente bajo el formato de "metas de inflación". De todas formas, se cuidó de no hacer una promesa explícita de cerrar el año con 25%, como sí lo había hecho Prat Gay.

Algunas definiciones textuales:

-"En abril vimos una desaceleración subyacente de la inflación. Y si bien las consultoras miden una inflación anualizada del 33,4%, nosotros vamos a tratar de bajarlo lo máximo posible. Que esté lo más cerca posible del 25% para fin de este año".

-"Para septiembre, el mercado está esperando una tasa de inflación del 1,5%, lo que da una interanual del 19,9%".

-"Para la Argentina, un tipo de cambio fijo fue siempre una trampa".

-"No se usará el tipo de cambio como ancla para contener la inflación porque esa fue una política que en la Argentina ya fracasó".

-"Nuestro régimen monetario es el que rige en los países que funcionan bien: Australia, Nueva Zelanda, Colombia, Chile o Brasil tienen sistemas similares.

-"Este régimen cambiario será flexible, con intervenciones ocasionales. Había que desdolarizar la mente del Central. Esta flotación va a hacer que en un momento se desconecten los precios locales de los internacionales".

-"El BCRA no interviene ni intervendrá para fijar el precio del dólar en el mercado de cambios".

-"Las reservas no son mi preocupación ni son un problema. El nivel de las reservas no es relevante en este momento. No lo fue al momento de levantar el cepo; mucho menos ahora".

-"A mí me preocupa si hay una apreciación cambiaria fuerte", que ponga en riesgo la actividad económica.

-"La compra de dólares para las reservas no asegura tener un tipo de cambio competitivo. En otras oportunidades se hizo, y la emisión de pesos correspondiente para comprar las divisas terminó generando inflación y pérdida del tipo de cambio real. Este es un desafío para la Argentina. Por eso hay que poner en foco a la inflación y no al nivel de las reservas".

-"Aspiro a tener una inflación del 5% anual en 2019".

-"Ahora estamos en un período de transición hasta que en septiembre ya podamos entrar formalmente en un esquema de metas de inflación".

-"Está previsto que el BCRA va a financiar con $160.000 millones al fisco. La idea es que sean aproximadamente $40.000 millones por trimestre".