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Las cinco centrales trasmitirán un mensaje de malestar y se sumarán desde el peronismo hasta la izquierda. Que pasará con los servicios
29/04/2016 - 10:16hs

El Presidente enfrentará este viernes una nueva concentración de masas con reclamos hacia su gobierno. La diferencia es que ésta vez saldrán a las calles todas las expresiones del sindicalismo, junto a un amplio arco de la oposición política, para marchar hacia el acto que encabezarán las tres CGT y las dos CTA desde las 15. El clima, no obstante, será más de folklore gremial que de conflicto, ya que la gran mayoría de los sindicatos no hará un cese de actividades.

Las columnas de trabajadores y militantes se movilizarán a partir de las 12 desde diversos puntos de la Ciudad hacia el Monumento del Trabajo, en Paseo Colón e Independencia. Allí compartirán el palco por primera vez el titular de la CGT Alsina, Antonio Caló; el de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, y el de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, quien pronunciará el discurso de cierre. En cambio, Hugo Yasky, de la CTA de los Trabajadores, y Luis Barrionuevo, dirigente de la CGT Azul y Blanca, no estarán entre los oradores. El gastrónomico participó el miércoles de un acto junto a Mauricio Macri.

Con la excusa de celebrar el 1 de Mayo, la protesta tendrá un inevitable contenido político: trasmitirá el malestar por la escalada inflacionaria, la ola de despidos y la falta de cambios en el Impuesto a las Ganancias, junto con el reclamo de mejoras en las jubilaciones y el salario familiar. Todo esto en medio de las protestas gremiales contra las cesantías y la ofensiva opositora en el parlamento para aprobar el proyecto antidespidos, que es rechazado por el oficialismo y el empresariado.  

El mensaje tendrá un tono de advertencia, tal como lo adelantó el jueves el propio camionero. Moyano acusó a Macri de estar "en contra de los trabajadores" y se quejó de que en el primer trimestre, según sus cálculos, hubo 100 mil despidos, casi cuatro veces más que los datos oficiales. "Somos conscientes de que no se pueden solucionar los problemas del país de forma inmediata, pero pedimos por lo menos una respuesta, los tiempos se terminan", ultimó.

El sindicato de Choferes de Camiones será el anfitrión del pavimento, con no menos de 60.000 personas. El gremio había movilizado 80.000 en el acto de River en 2010, cuando Moyano sorprendió a Cristina Kirchner y le reclamó un "presidente trabajador". Pero al igual que entonces desde el gremio desestimaron que la convocatoria afecte los servicios de recolección de residuos, el transporte de combustibles, así como la provisión de cajeros automáticos y el clearing bancario.

El transporte público funcionará sin mayores inconvenientes. La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que adhiere a la jornada, no anunció un cese de tareas. La misma postura adoptaron el sindicato del subte (AGTSyP), los colectiveros de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), y los ferroviarios de La Fraternidad.

Por otra parte, el sindicato de la construcción Uocra, liderado por Gerardo Martínez, engrosará la manifestación con 20.000 trabajadores, mientras que los estatales de la UPCN, conducida por Andrés Rodríguez, aportarán 10.000. Ambos gremios provienen de la CGT encabezada por el metalúrgico Antonio Caló. Con más de 400.000 afiliados, su gremio movilizará solo 5.000 delegados del conurbano. "Para la paritaria pensamos movilizar mucha más gente que vamos a sacar de la fábrica", explicó un dirigente bonaerense de la UOM.

Las centrales peronistas no tienen intención de romper lanzas con Macri. Por ello aclaran que lo que le piden es el cumplimiento de las promesas de campaña y que "rectifique el camino". "No hay una estrategia de hacerle una oposición", dijeron desde el sector de los "independientes", que integran Obras Sanitarias, UPCN y Uocra.

Con todo, los temores a convertir el acto en una plataforma política de la oposición no impidió que se sumara una gama variopinta de agrupaciones, desde el PJ bonaerense hasta el Frente de Izquierda. "Me reuní con Antonio Caló e intendentes. Vamos a apoyar a la CGT y sus trabajadores en la movilización del viernes", anunció el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.

En las últimas horas, La Cámpora sugirió que podría plegarse a la movilización, luego de que el Movimiento Evita hiciera lo propio. "Vamos a participar de la marcha desde la pata sindical y desde lo institucional", aseguró Andrés El Cuervo Larroque, diputado nacional por FpV.

Por las crecientes adhesiones, los organizadores elevaron la convocatoria esperada a 200 mil personas, una cifra que duplica los cálculos que manejaban hasta la semana pasada. De lograr ese nivel de participación, la manifestación superaría en número a la reciente concentración en Comodoro Py cuando fue a declarar Cristina Kirchner y al fuerte paro de estatales en febrero, impulsado por ATE, que copó la Plaza de Mayo.

Preocupado por la dimensión que tomó el acto, el Gobierno aceleró en las últimas semanas una catarata de anuncios destinados a un target popular. Primero fue la devolución del IVA a jubilados y la universalización de la AUH, el lunes el Plan Primer Empleo y este jueves el Plan Federal de Vivienda. Sin embargo, las medidas no lograron frenar la presión sindical y legislativa que enfrenta el oficialismo. El Senado le acaba de dar media sanción a la prohibición de los despidos por 180 días.

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