Norma Calismonte, la esposa del empresario Lázaro Báez, detenido por presunto lavado de dinero, aseguró que está "esperando que resuelva la Justicia", a la vez que negó que haya amenazado con "hablar" si su hijo Martín va preso.

"De mi boca no van a escuchar nada. De mi hijo, llamalo a él, si quiere hablar... o a sus abogados. Yo como madre, nada. Estoy esperando que la Justicia resuelva. Nada más", expresó.

Durante dos charlas telefónicas con la revista Noticias dadas a conocer en las últimas horas, la mujer aclaró que ella no tiene ningún contacto con los abogados de la familia, y apuntó contra los medios que "distorsionan" las cosas, en referencia al rumor que corrió días atrás sobre que hablaría en caso de que detuvieran a su hijo.

"Es todo mentira, la gente habla por hablar. Mintieron tanto y distorsionan tanto las cosas que no voy a decir nada. De mi boca no van a escuchar nada", subrayó desde Río Gallegos.

Si bien Calismonte dijo que habló con su marido, que se encuentra detenido desde el 5 de abril, aseguró que no sabe si viajará a Buenos Aires a visitarlo, y afirmó que durante las charlas no le comentó nada de las causas por las que se lo investiga, aunque aclaró que tampoco le pregunta.

"No me ha comentado nada, ni le pregunto nada. Porque como ves, estos medios escuchan todo y están atentos a todo y distorsionan entonces yo no abro la boca. Lo que dicen que yo voy a hablar, o como pusieron el otro día que pusieron que yo me había ido de la casa y toda esa bola, es todo una patraña, una mentira porque no saben qué decir", apuntó.

Contó también que su hijo Martín, que también está imputado en la causa que lleva adelante el juez Sebastián Casanello, y por la que esta semana se realizaron una serie de allanamientos en Río Gallegos, tiene "diabetes y arritmia", y que por eso luce más delgado de lo habitual.

Asimismo, confirmó que no se habían realizado hallanamientos en la casa que ella habita en Villarino. 

Calismonte -vinculada a los negocios turísticos- es de bajo perfil, oriunda de Río Gallegos y se jubiló como docente desempeñándome inicialmente como preceptora de un colegio céntrico de la capital de Santa Cruz.