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El ministro de Energía y Minería dijo que si se registra un incremento a nivel mundial del crudo, podría repercutir a nivel nacional
02/05/2016 - 13:20hs

El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, admitió este lunes que podría haber un nuevo aumento en el precio de los combustibles líquidos si el peso sufre una nueva depreciación o en caso de que suba el valor del petróleo en el mundo. 

"El precio de los combustibles depende mucho de cuál es el valor del petróleo", explicó el funcionario y agregó que él cree que el aumento del 10% aplicado el fin de semana será el último del año si el crudo no sufre modificaciones a nivel internacional.

Consultado sobre si ésta sería la última suba, el ministro respondió: "Si el precio del crudo y el tipo de cambio se mantiene en los niveles actuales, yo creo que sí. Pero no puedo estar pronosticando qué va a ocurrir con algo que tiene variaciones de precios que no dependen de lo que ocurre en la Argentina".

Sin embargo, los estacioneros aseguraron que el Gobierno y las empresas petroleras ya tienen la idea de volver a aumentar los precios de los combustibles entre 8% y 9% para alcanzar un alza acumulado del 40%.

Así lo aseguró el secretario de la Cámara de Expendedores de Combustibles, Raúl Castellanos, este lunes en declaraciones radiales.

"Según entiendo, la idea era llegar a un 40% de incremento por lo que estarían faltando unos puntos", señaló.

"Nuestra cámara piensa que sería excesivo un 40% porque se va a notar un impacto en las ventas", expresó y contó que desde principios año se verificó una caída del 4% promedio en las ventas de combustibles.

Araguren salió además al cruce de Castellanos.

"Lo voy a llamar a Castellanos y le voy a preguntar para ver de dónde lo sacó. Yo con él hace 3 años que no hablo", precisó.

Respecto a la subas que viene acumulando el GNC, dijo que "existía una distorsión de precios muy importante" y consideró que "sigue siendo económico si se tienen en cuenta los combustibles líquidos que reemplaza".

"Argentina es un país abundante en recursos energéticos, pero por políticas erráticas que desincentivaron la inversión importa gas natural combustibles líquidos y electricidad. Durante más de 10 años, merced a retenciones a la importaciones, estuvimos con precios muy por debajo de los precios internacionales", remarcó.

Cuando los argentinos compran un litro de nafta pagan 46% de impuestos y cuando adquieren gasoil la presión tributaria es del 40% debido a un cronograma impositivo variable implementado desde 2005.

Aranguren dijo que ahora el Gobierno quiere cambiarlo para volver a un sistema anterior con el cual se puede utilizar la política impositiva como elemento de la política energética, para incidir en los precios finales, por lo que prepara un proyecto de ley para enviar al Congreso.

De acuerdo al funcionario, Argentina es un país abundante en recursos energéticos que "por políticas erráticas" que  desincentivaron la inversión, importa tanto combustibles líquidos como gas natural y electricidad.

"Durante más de diez años estuvimos en la Argentina merced a retenciones en la exportación con precios de petroleo crudo y combustibles muy por debajo de los precios internacionales", reclamó el ex presidente de Shell Argentina.

En la segunda mitad de 2014 el precio del petróleo crudo en el mundo empezó a bajar a raíz de un exceso de oferta y en la Argentina, con el objetivo de poder sostener la actividad hidrocarburífera y las economías regionales de las provincias que producen, ese descenso fue mucho más lento.

Por lo tanto en 2015 el precio del crudo en la Argentina bajó un 8% en dólares y en lo que va de 2016, bajó un 10% en dólares.

Según Aranguren, combustibles en la Argentina se comercializan en pesos y como el insumo principal está en dólares y hay que traducirlo a la moneda local, se ajusta al tipo de cambio vendedor del Banco Nación.

El último incremento de precios, repasó el funcionario, en la anterior gestión fue del 4,5% el 23 de noviembre: en ese momento el tipo de cambio estaba en 9,68 pesos por dólar y en lo que va del año se ubicó en un promedio de 14,50 pesos.

"Eso significa un incremento del valor del commoditie del orden del 50% al que hay que aplicarle la caída en dólares del 10%, por lo que significa un incremento del precio del petróleo crudo en pesos del 35%", dijo Aranguren en declaraciones a Radio Continental.

En lugar de aplicar ese incremento en forma de shock a principios de año, fue implementado en forma gradual: 6% en enero, 6% en marzo, 6% en abril y ahora un 10%, lo cual acumula un incremento del 31%.

"El tema está vinculado con el mantenimiento de las fuentes de trabajo porque alrededor de la industria petrolera viven entre 350.000 y 400.000 familias y también diez provincias petroleras cuyos ingresos son determinantes por regalías", afirmó el funcionario.

"El programa energético está fracasando"

La gente se acerca a los surtidores de combustibles "desesperada por los fuertes aumentos" de precios, contó este lunes el presidente de la Asociación de estaciones de Servicios Independientes, Manuel García.

El empresario dijo que el aumento del 10% en los precios de las naftas y el gasoil que rige desde el domingo 1° de mayo es un golpe que deja a las estaciones independientes en una "situación gravísima", por lo que ese sector tendrá que despedir empleados.

García analizó que la economía de la Argentina ha entrado en "una espiral inflacionaria inédita" dado que los aumentos de tarifas que autorizó el ministro de Energía, Juan José Aranguren, no tienen antecedentes.

Dijo el empresario que mientras el servicio de energía eléctrica aumento sus tarifas entre 400% y 700%, los combustibles no se pueden quedar atrás, de acuerdo con el plan energético oficial.

"El precio de la nafta súper está por encima de toda la región y por lejos. Estamos en u$s1,20cuando en los países vecinos cuesta 95 centavos o u$s1. Evidentemente, aquí hay un programa de Gobierno que está fracasando", dijo García.

El estacionero añadió: "La gente está desesperada, nosotros lo vemos en los surtidores. Sobre todo en el GNC, que es el combustible del pueblo: aumentó un 300% en boca de pozo más lo que se incrementó su traslado".

De todas maneras, aunque hay diferencias entre el precio del GNC y de la nafta: "un metro de GNC cuesta $8 y el litro de nafta súper ya sobrepasó los $17 y a la gente aún no le da el bolsillo para cambiar".

"Es lamentable lo que está pasando. No creo que este sea el último aumento. Esto va a seguir así y vaya a saber por cuánto tiempo. Al menos hasta que alguien tenga el coraje de decir paremos con todo esto ", expresó García en radio Del Plata.

Indicó el empresario que el que más está sufriendo aquí es el bolsillo de la población porque la variable de ajuste es el poder adquisitivo y el consumo de combustibles comenzó a mermar, lo que afecta el negocio de las estaciones de servicio.

También denunció García que hay una transferencia de recursos de los sectores independientes a las grandes compañías petroleras que siempre tienen promociones y descuentos, lo que genera "competencia desleal" contra sus propios clientes, los estacioneros que trabajan sus marcas.

"Estamos en una situación muy pero muy crítica y cada vez que aumenta el combustible, los estacioneros independientes tienen que hacer un mayor aporte de capital porque venden a precio viejo y compran a valor nuevo", señaló.

El empresario dijo que en años anteriores los precios aumentaban de a un 2% o 3% y era "manejable", pero con el 10% autorizado por el ministro Aranguren los estacioneros "no le encuentran la vuelta".

El margen de ganancia de los estacioneros es del 8% y este sector no cuenta con subsidios estatales como sí tienen las grandes empresas productoras y comercializadoras de combustibles líquidos.

"No se descarta para nada que tengamos que ajustar los tornillos en todas las ramas del rubro y los empleos son una de ellas. Ahora se viene la paritaria con aumentos muy importantes que se sumarán a las subas en los servicios", dijo.

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