El ministro de Energía, Juan José Aranguren, dio una llamativa explicación cuando le consultaron por los aumentos en las naftas que empezaron a regir el fin de semana.

"Si el consumidor considera que este nivel de precios es alto en comparación a otros gastos de su economía, dejará de consumir", dijo.

"En cambio, si entiende que el costo no es tan alto, continuará cargando", precisó sin tener en cuenta que para muchos sectores de la economía el combustible es un bien necesario que no se puede reemplazar.

Mayo llegó con un aumento del 10% en en el precio de las naftas -el cuarto incremento en lo que va del año- y alcanzó así una suba acumulada del 31%, el máximo desde 2003.

Según explicó el ex CEO de la petrolera Shell, este nuevo golpe al bolsillo se debe por un lado a la devaluación del peso en un 50%, y por el otro a la caída internacional del petróleo del 10%.

La combinación de estas dos variables, asegura, arroja que la cotización del petróleo en la Argentina en pesos aumentó un 35 por ciento.

"Con esto última suba, no habría necesidad de estar pensando en nuevos aumentos", enfatizó, pero luego se desdijo y no descartó un nuevo aumento en los combustibles

"Si el tipo de cambio baja como está ocurriendo, es probable que alguien diga que pueda bajar los precios. Si el tipo de cambio se mueve, va a ocurrir (la variación) para arriba o para abajo, pero también va a depender de la voluntad del consumidor", precisó.

El aumento de los combustibles mereció el rechazo de las diferentes cámaras de estacioneros, entre las que se destacaron la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI), la Cámara de Expendedores de Combustibles de la República Argentina (CECRA) y la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA).

La noticia no llegó en el mejor momento. El incremento se conoció el 1° de mayo, el Día del Trabajador, dos días después de la marcha que realizaron las cinco centrales obreras unidas por primera vez en 12 años contra el gobierno de Mauricio Macri a quien acusan de gobernar solo para los empresarios y no para los trabajadores.

Reclaman por los "tarifazos" y la ola de despidos en el sector público y privado que, según los datos gremiales son más de 78.000 en lo que va del año pero que Cambiemos niega y hasta asegura que aumentó el empleo.

En tanto, sobre el reintegro dijo: "El aliciente para las exportaciones es sólo para cuatro empresas, en una provincia donde no se ponían de acuerdo y el Gobierno laudó y contribuyó. Hacia adelante, lo más importante es que cuando los precios internacionales aumenten, podamos acoplarlos al mercado internacional, cuando sube y cuando baja, y no nos desacoplemos más", prometió.

El nuevo ajuste en las naftas provocará muy probablemente una nueva escalada de precios.

"El gobierno nacional está intentando lograr que los índices de inflación bajen en el segundo semestre. Y, por lo tanto, todas las medidas que tengamos que tomar para reacomodar los precios de la economía en estos momentos las estamos tomando", justificó Aranguren.