Después de tres años de una batalla judicial que cruzó el Atlántico, unas 800 mujeres argentinas cobrarán una indemnización por haber recibido un implante de siliconas hecho con aceite industrial. La Cámara de Apelaciones de Francia ratificó un fallo de primera instancia condenando al fabricante de las prótesis mamarias PIP (Poly Implant Prothése).

Cada una de ellas cobrará entre 4 y 6 mil euros. Pero además, el fallo condena a cuatro años de prisión efectiva al dueño de la empresa Jean-Claude Mas, quien durante el juicio reconoció haber utilizado una silicona no apta implantar el cuerpo humano.

Se calcula que en todo el mundo las damnificadas alcanzan las 500 mil. Sólo en Argentina son 15 mil. Durante el juicio, Mas admitió también que el 80% de las ventas se hicieron en Sudamérica porque los controles eran menos exigentes.

De todas las mujeres que recibieron la prótesis, unas 7.500 fueron las que decidieron llevar adelante este juicio colectivo que comenzó en 2013. De todos modos, este es un primer paso, ya que todavía falta otro juicio contra la empresa alemana que dio la certificación de calidad.

"Todas supimos de entrada que íbamos a ganar porque era muy obvio el efecto y el daño que producían. Yo misma abrí una y vi que era aceite de camión", le dijo al diario Clarín la abogada Virginia Luna, una de las damnificadas e impulsora de la demanda colectiva. Luna contó que todavía queda pendiente la demanda que se inició en Argentina.