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Moyano duda entre responder a las bases y lanzar "contragolpe light"

Fracasada la aventura parlamentaria, su desafío principal es recomponer la debilitada alianza sindical pero la fragmentación complica sus planes 
20/05/2016 - 10:12hs
Moyano duda entre responder a las bases y lanzar "contragolpe light"

Hugo Moyano comenzó a esbozar una salida al atolladero en que se convirtió la ley antidespidos. La decisión del Gobierno de vetar la iniciativa aprobada por mayoría en Diputados lo obligó a barajar un plan B en su cada vez más complicada estrategia de dar respuesta a la presión de las bases sin quemar las naves con Mauricio Macri. En su espacio hay quienes ya se despegan de la doble indemnización y posturas a favor de un paro.

Fracasada la aventura parlamentaria, el desafío principal de Moyano por estas horas es recomponer la debilitada alianza sindical que protagonizó el acto multitudinario del 29 de abril. El primero paso en ese sentido lo dará este sábado cuando se reúna con los titulares de las otras CGT, Antonio Caló y Luis Barrionuevo, y de las dos CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli, en el marco de la pastoral social.

Del respaldo que obtenga depende el tenor de la contraofensiva. "Acabo de hablar con Caló y me dijo que se va a respetar lo que planteamos en la tribuna (del acto del 29 de abril)", dijo Micheli el jueves a la salida del Consejo del Salario, que se realizó en la Rosada para evadir una protesta por despidos en el Ministerio de Trabajo. Allí la CGT Azopardo, encabezada por Moyano, dejó en claro que para ellos la doble indemnización ya estaba vigente. Pero el ultimatum de poco sirvió.

Ahora, con una vía de escape menos, el camionero sondea el humor entre sus pares para definir sus próximos pasos. Según pudo saber iProfesional, las centrales se debaten entre retornar a la "luna de miel", marchar a la Plaza de Mayo, o lanzar el primer paro general en la era del Cambio. Una muestra de que el veto no solo descolocó a la oposición, sino también al sindicalismo.

En ese abanico de posturas, el entorno del titular de Azopardo volvió a amenazar con la huelga. "Si veta la ley va a cometer un error histórico y si es así no descartamos un paro general", aseguró el jueves Pablo, el hijo de Moyano. El secretario adjunto del gremio de choferes de camiones anunció además que en los próximos días la rama combustibles realizará "una medida de fuerza por el aumento en las tarifas, el impuesto a las Ganancias y la inflación".

Las dos CTA también prevén lanzar medidas de fuerza. La versión encabezada por Yasky tendrá su plenario nacional el 26 y 27 de mayo, mientras que la organización de Micheli aprobó este miércoles un paro nacional para la primera quincena de julio. "El gobierno se quedó en el 10 de diciembre donde el Presidente tenía imagen positiva, ahora la situación es distinta", advirtió Micheli.

En los últimos días, nuevos datos privados sumaron presión al sindicalismo: se conocieron 154 mil despidos y suspensiones correspondientes a los últimos cinco meses y la consultora Aragón difundió encuestas en las que un 57,4% respalda la ley antidespidos, cifra que entre los más jóvenes llega al 69%. Son mediciones opuestas a las del oficialismo, que niega que haya una crisis de empleo y cree que su electorado no forma parte del núcleo preocupado por su futuro laboral.

Quizás por ello en los cuarteles de la CGT moyanista aseguran que todavía "no hay un curso de acción a seguir". Juan Carlos Schmid, titular de la poderosa Confederación del Transporte (CATT), se despegó en los últimos días de la doble indemnización, al señalar que "una cosa es la ley antidespidos y otra nuestra petición de seis puntos del 29 de abril". El documento reclamaba que el Gobierno declarara la emergencia ocupacional, pero no se hablaba de prohibir los despidos.

El envío de señales ambiguas no es monopolio del camionero. Por caso, mientras un sector de los "gordos" representado por el mercantil Armando Cavallieri impulsa la vieja consigna peronista de desencillar hasta que aclare, otro grupo perteneciente a lo que fuera la CGT exkirchnerista impulsa llevar el escenario frente a Casa de Gobierno. "La opinión mayoritaria es realizar un acto de protesta pero no están las condiciones para un paro", dijo un gremialista de la industria.

La polémica se instaló en el seno del gremio metalúrgico, luego de que Caló reconociera que en su sector hubo 8 mil despidos y más de 10 mil suspensiones en los últimos meses. "Va a tener que hacer algo", dijo a iProfesional un dirigente que participó esta semana de un cónclave de las seccionales de la UOM de Buenos Aires. Allí la dirigencia se mostró disconforme con la suba acordada del 33% en tres tramos más dos sumas fijas.

En tanto, esta semana el sindicato petrolero Supeh propuso realizar una "pueblada" que vaya desde Berisso hasta La Plata para "concientizar" sobre de una potencial ola de despidos. La dirigencia se inspiró en el "Comodorazo", una protesta de más de 60.000 trabajadores que a principios de mes paralizó la capital provincial en respuesta a 2.000 cesantías en las petroleras.

Moyano es quien aspira a sintetizar el cúmulo de tensiones. En plena campaña al interior de la CGT, disputa la interna peronista, las elecciones de la AFA y, aunque no lo diga, a su modo interviene en la pelea al interior del Gobierno, a favor de la fracción que pide graduar el ajuste. Del resultado depende su supervivencia como garante de la paz social. 

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