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Sus ideas sustituyeron a otras tecnologías menos eficientes e incluso perjudiciales, por lo que facilitó el desarrollo sostenible y los procesos limpios
26/05/2016 - 10:43hs

El Premio Millennium de Tecnología es uno de los galardones más importantes en este campo, dotado con un millón de euros.

El galardón es entregado por la Academia de Tecnología de Finlandia (TAF) en los años pares desde 2004.

Entre las personalidades distinguidas están el creador de la World Wide Web (WWW) Tim Berners Lee, el inventor de los LED azul y blanco brillantes, Shuji Nakamura, o el pionero en células madre éticas, Shinya Yamanaka.

En esta edición del 2016, celebrada en Helsinki, el premio se entregó por primera vez a una mujer, a la ingeniera bioquímica estadounidense Frances Arnold (en la foto), en reconocimiento a sus descubrimientos, los cuales "han impulsado el campo de la evolución dirigida, un proceso que imita la evolución natural para crear nuevas y mejores proteínas en el laboratorio".

"La evolución dirigida nos permite burlar nuestra incapacidad de explicar cómo las mutaciones afectan al comportamiento de las proteínas y, no digamos, de predecir cuáles serán beneficiosas", afirmó la premiada.

"Los objetos más hermosos, complejos y funcionales del planeta han sido creados por la evolución. Y ahora podemos utilizar la evolución para crear cosas que ningún ser humano sabe cómo concebir. La evolución es el método de ingeniería más poderoso del mundo y debemos emplearlo para encontrar nuevas soluciones biológicas a los problemas", dijo Arnold.

Este proceso resuelve problemas de suma importancia y sustituye a otras tecnologías menos eficientes e incluso perjudiciales, por lo que facilitó la llegada del desarrollo sostenible y las tecnologías limpias a muchas áreas de la industria.

Así, la evolución dirigida se utiliza en cientos de laboratorios y empresas del mundo y les permite no depender de materias primas fósiles en la producción de combustibles, productos de papel, farmacéuticos, textiles y químicos para la agricultura.

"Durante toda mi carrera me ha preocupado el daño que estamos causando al planeta y a nosotros mismos. La ciencia y la tecnología pueden jugar un papel muy importante en la mitigación de nuestras influencias negativas en el medioambiente. Cambiar nuestro comportamiento es, si cabe, aún más importante, pero me parece que es más fácil si tenemos alternativas buenas y económicamente viables a los hábitos nocivos", contó Arnold.

La presidenta de la TAF, Marja Makarow, explicó que "premiar la innovación de Frances Arnold es muy oportuno, dado que numerosos países, incluida Finlandia, tienen como objetivo adoptar tecnologías limpias y crecer ecológicamente".

Además de ser la primera mujer en ganar este galardón, Arnold también fue pionera en un campo hasta ahora dominado por los hombres, el de la química, la bioingeniería y la bioquímica.

También fue la primera mujer en ser elegida miembro de las tres academias de ciencias de Estados Unidos.

"De verdad espero que las jóvenes de hoy puedan verse en mi situación algún día. Espero que al conseguir este premio se destaque el hecho de que sí, las mujeres podemos hacerlo, y podemos hacerlo bien, podemos hacer una contribución al mundo y ser reconocidas por ello", concluyó Arnold.