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Paul Polman, quien vino al país a anunciar inversiones al presidente Macri, asegura que el futuro del consumo masivo está en un capitalismo inclusivo
30/05/2016 - 11:43hs

Paul Polman, CEO de Unilever, pasó recientemente tres días en la Argentina en una visita cuyo principal objetivo fue anunciar ante el presidente Mauricio Macri inversiones en el país.

La compañía invertirá $4820 millones hasta 2019 para ampliar la capacidad productiva con nuevas líneas de envasado, tecnologías para la elaboración de materias primas, e innovaciones en fórmulas y empaques.

Los proyectos incluyen a todas las categorías de la empresa, que tiene presencia en 190 países y más de 2000 millones de clientes.

El directivo aprovechó para visitar tiendas de una cadena de supermercados y un mayorista, y notó más productos en las góndolas que en su último viaje, durante la gestión de Cristina Kirchner. 

"En todos los países a los que voy no dejo de visitar tiendas o consumidores. Así no necesito ver gráficos", describió en diálogo con el diario La Nación. 

La sustentabilidad y el capitalismo inclusivo son los modelos con los cuales Polman quiere liderar la empresa que facturó u$s54.410 millones a nivel global en el último año.

"Los números no me enorgullecen. Una cosa que sé con certeza es que cuando llegue el momento de irme de este maravilloso mundo, no van a decir que aumenté el precio de las acciones medio punto o aumenté la rentabilidad en la Argentina 100 puntos de base cuando fui CEO. Van a decir que es una compañía que cambia algo en la sociedad", resumió.

"Espero que los resultados den bien por una cuestión de sustentabilidad y de hecho así ocurrió en los ocho años que llevo de gestión. Pero estoy tratando de mostrar una forma distinta de capitalismo", añadió.

"Las cosas en las que tenemos que concentrarnos si queremos hacer que funcione este mundo son la reducción de la pobreza, las metas de desarrollo sustentable y, por el otro lado, el cambio climático", respondió ante la pregunta sobre sus críticas al capitalismo global.

Para Polman hay tres fronteras que deben cambiar en el sistema económico. "Se debe salir del crecimiento basado en producir más. Vamos hacia una economía de compartir, Uber y Airbnb son buenos ejemplos de ello. También tenemos que ampliar la definición del Producto Bruto Interno. La calidad del aire, la seguridad, la calidad de la educación, todas estas cosas no están incluidas y deberían. Mucha gente dice que tenemos que ir a un PBI+, por el que valoremos más que sólo producir y ampliar la definición económica con definiciones sociales y ambientales", dijo al matutino.

Una de las soluciones que esgrime es imponer un precio a las emisiones de carbono para entender los verdaderos costos.

La segunda clave es la inclusión y la tercera es que "muchas compañías están manejando sus negocios con vistas al corto plazo en lugar de buscar soluciones de fondo".

De hecho esa fue una de las primeras decisiones que les comunicó a sus accionistas cuando desembarcó en el sillón más alto del gigante de consumo. Dejó de informar resultados trimestralmente y cambió el sistema de compensación de la firma. El resultado: el precio de las acciones aumentó más del 160% desde entonces.

El 60% de sus insumos migraron a fuentes sustentables, comparado con el 10% de cuando asumió en 2008. Esa transformación le permitió incluso reducir costos por alrededor de u$s400 millones. Desodorantes comprimidos, champús sin agua, suavizantes con un enjuague, son sólo algunas de las formas en las que el consumidor toma contacto con la estrategia detrás de escena.

Por último, cerró la entrevista con un ejemplo de las variables que impactarán en el futuro en los hábitos de consumo: "Antes creíamos que era inteligente comprar una remera por un dólar. Y le dijimos a nuestros amigos lo buenos que éramos. Pero hace unos años tuvimos el colapso de un edificio de la fábrica textil de Rana Plaza en Bangladesh. Todo el mundo pudo ver lo que sucedió allí. Unas 1050 mujeres inocentes perdieron sus vidas. Ganaban 11 centavos la hora. En el país con el siguiente salario más bajo, Vietnam, se paga 26 centavos la hora. Claramente ya no parece tan cool".

"Tenemos una obligación como compañía, más que nada como personas, de hacer un aporte positivo para resolver estos problemas. A menudo se remite a crear empleos y oportunidades. Esa es la agenda del desarrollo", dijo a La Nación.