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Ken Rogoff, el economista estrella al que llama Sturzenegger para pedirle consejos sobre el dólar
10/06/2016 - 08:36hs

El extraño diálogo tuvo lugar hace cinco años, tras la victoria de la dupla Cristina Kirchner-Amado Boudou en las elecciones primarias de 2011.“

- "¿Cómo se llama el economista que te gusta a vos, ese que apareció en el diario? ¿Rugoff, Rogoff? Ése que habla de la contracción de la economía...", inquirió Cristina mirando fijo a Boudou.

-"Rogoff", contestó Boudou, quien enseguida aclaró que no se trabaja de "el favorito" sino uno más de los economistas que le gustaban.

Lo que no hizo el entonces vicepresidente fue recordarle a Cristina que el experto en cuestión había sido economista jefe del Fondo Monetario en los años del colapso económico argentino. Ni, mucho menos, le explicó que Rogoff había polemizado duramente con el premio Nobel Joseph Stiglitz, el economista preferido de Cristina.

En aquel momento, la presidenta había sido criticada por su supuesta malinterpretación de los postulados de Rogoff, quien comparaba la crisis griega con la que había vivido la Argentina en 2001. Cristina pretendió presentar las recomendaciones del prestigioso economista como una convalidación del modelo kirchnerista.

Paradojas de la política argentina, hoy un gobierno de signo totalmente opuesto, se vale de los consejos de Rogoff, que se ha convertido en el asesor secreto al que más llama el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger.

Rogoff visitó varias veces la Argentina, sobre todo mientras fue economista jefe del Fondo Monetario, entre 2001 y 2003. En aquel entonces, Rogoff llegaba al FMI como parte de una nueva camada que refrescara el fracaso del organismo por sus políticas de ajuste hacia la Argentina de la convertibilidad.

Un maestro del ajedrez, reconocido a nivel mundial en ese deporte, y frecuente partícipe de los debates al más alto nivel entre los economistas "world class", Rogoff suele recibir en estos días los llamados de Sturzenegger.

El presidente del Banco Central lo tiene como interlocutor en un tema puntual: qué hacer para quitarles incentivos a los "capitales golondrina".

Sturzenegger cree que esos fondos especulativos pueden dañar aun más a la economía. El BCRA detectó que en las últimas semanas se intensificó la llegada de esas inversiones financieras, que tienen la pretensión exclusiva de ganar dinero apostando en el mercado de las tasas de interés.

El ingreso de esos fondos presiona a la baja al tipo de cambio, algo que Sturzenegger trata de evitar. El banquero central no la tiene nada fácil en esa pelea: la emisión de pesos para comprar los dólares de los financistas desarmarían el plan monetario del jefe del BCRA y presionaría sobre la inflación.

Para tomar una decisión sobre los capitales especulativos, Sturzenegger armó una especie de comité de crisis. Los llamados a Rogoff para monitorear la situación se completan con la convocatoria a sus asesores del BCRA, a quienes reúne en su despacho para abordar la temática que más lo preocupa por estos días.

También hay comunicaciones diarias con el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay.

Entre los asesores de Sturzenegger no llama la atención la convocatoria de Rogoff. "Ken" -como lo conocen en el mundillo de los economistas- es un reconocido defensor de imponer severos controles de capitales para atemperar la volatilidad de corto plazo.

Aun cuando se lo suele mencionar como uno de los economistas referentes de la ortodoxia, Rogoff impuso la política de mayores controles sobre el "dinero caliente".

Lo hizo desde 2002, cuando ejercía en el FMI. Allí escribió un artículo emblemático sobre la cuestión. "Repensando los controles de capitales: ¿Cuándo deberíamos mantener la mente abierta?", escribió hace ya 14 años.

Sturzenegger evalúa, justamente, la reposición de los encajes del 30% sobre los capitales que ingresan a la Argentina.

Rogoff mantuvo una disputa histórica con el ex hombre fuerte del Banco Mundial, el laureado Joseph Stiglitz, a quien Cristina Kirchner prodigó en sus reiteradas visitas a la Argentina.

Por eso, en su momento, fue llamativo su mención a Rogoff, un ortodoxo en las antípodas de Stiglitz a partir de su defensa del funcionamiento de los organismos financieros globales.

En momentos en que hasta el propio FMI se muestra autocrítico de las políticas de los años ‘90 ("Algunas políticas neoliberales trajeron desigualdad en lugar de crecimiento sostenido", resume un artículo en la última publicación oficial del organismo), el Banco Central busca alternativas para evitar que a la Argentina le pase lo mismo que en aquella época.

Tal vez no sea para nada casual que la respuesta más adecuada provenga de uno de sus economistas más emblemáticos y, a la vez, con una mirada crítica de aquellos años.