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¿Vuelta a la normalidad?: se despierta el dólar de su siesta otoñal y ahora el que no duerme es Sturzenegger
27/06/2016 - 09:05hs

La economía argentina es así. Hasta hace menos de dos semanas, la preocupación generalizada era la vuelta del atraso cambiario.

Sobre todo porque el mercado percibía que el Banco Central no encontraba la fórmula para evitar el desplome del dólar pese a que compraba billetes.

Sin embargo, en unas pocas jornadas, la situación no sólo cambió (desde el 14 de junio a la fecha el mayorista recuperó casi 10%), sino que ya empiezan a escucharse voces nerviosas sobre si se viene una nueva escapada.

Tanto, que el dato del viernes-al cierre de una semana agitada- era que un banco estatal había salido a vender u$s130 millones, en un claro intento por frenar a la cotización y evitar que tocara los $15.

Esta actitud marca un claro contraste con respecto a lo que venía ocurriendo en las últimas semanas.

En ese entonces, el Banco Central -alarmado porque la divisa bajaba a un mínimo de $13,75- no vaciló en retirar dólares de la plaza cambiaria hasta totalizar una compra acumulada de u$s2.077 millones en un mes.

Es decir, lo que se percibió no fue una situación típica de volatilidad, sino un verdadero cambio de tendencia.

Algo así como una señal de que la "siesta" de la que el billete verde ha venido disfrutando desde hace tres meses ya estaba llegando a su fin.

El tema quedó en claro el último jueves, cuando el mayorista trepó 38 centavos, un salto que no registraba desde mediados de marzo.

Una jornada después, ayudado por un oscuro contexto mundial tras la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, repuntó otros 48 centavos, para ubicarse en los actuales $14,93.

¿Qué pasó? En parte, lo ocurrido es un efecto buscado deliberadamente.

Por más que Federico Sturzenegger afirme que el tipo de cambio lo tiene sin cuidado -y que el único criterio que lo estimula a mover las tasas de interés es su lucha contra la inflación- todos los operadores interpretaron que había algo más que eso.

Más bien, la acelerada baja de tasas de las Lebacs (desde 38% al 31,5%) no parecía ser consecuencia de un fuerte descenso del índice inflacionario, sino producto de la necesidad frenar la caída del billete verde a partir de alentar una mayor demanda.

Todo indica que con la última baja del martes pasado, finalmente se llegó a un nivel tal en el que los inversores reaccionaron y empezaron a salir de las colocaciones en pesos para volver a dolarizar sus carteras.

En números:

- Si se realiza una licitación en moneda nacional, como es el caso de las Lebac a 180 días (todo el segundo semestre), se obtiene una ganancia cercana al 15% en ese lapso (28,7% anual).

- En tanto, según las últimas negociaciones del mercado de futuros de Rosario (Rofex), se prevé que la divisa estadounidense cotizará a $16,70 hacia fines de diciembre.

- En consecuencia, esto implicaría un alza del 10,5%, en caso de haber comprado el viernes estos contratos.

- Sin embargo, aquellos ahorristas que adquirieron estos contratos hace apenas diez días (con dólar a $13,75), estarían obteniendo ahora el doble de rentabilidad: 21%.

En resumen, con este doble accionar (salir a comprar billetes verdes y bajar la tasa para instrumentos en pesos) Sturzenegger forzó lo que en cierta forma buscaba: "despertar" al dólar.

De este modo, apunta a evitar un mayor y peligroso atraso cambiario que genera una importante pérdida de competitividad en muchas economías regionales.¿Qué pasó ahora?

Si bien es cierto que la baja de tasas se venía produciendo desde un par de meses atrás, también es verdad que el cambio de tendencia no dejó de ser una sorpresa.

Esto, a raíz de que no había certeza sobre cuál iba a ser el momento en el que el mercado se convencería de que había que dar por terminada la fase de "plata dulce" que propiciaban las Lebacs.

Los expertos señalan que, además, hubo otros factores que influyeron para esta suba:

1.- Los exportadores bajaron sensiblemente la liquidación de divisas, especulando con que, "aguantando un poco", podrían obtener una mejor cotización.

Lo de siempre, si creen que el billete verde quedó atrasado y tiene chances de repuntar, entonces "encanutan".

2.- En la licitación semanal de Lebacs del martes pasado, el BCRA debió inyectar un gran volumen de pesos al mercado.

Concretamente, unos $31.000 millones, para cubrir los vencimientos de ese día. Este mayor efectivo disponible propició la suba en la demanda de divisas estadounidenses.

3.- El Banco Central elevó de 10% a 15% el techo de dólares que pueden tener los bancos en cartera.

Con esta decisión, apuntó a elevar la demanda y así frenar la caída que venía experimentando.

4.- Los bancos oficiaron de grandes compradores en las últimas jornadas.

Esto, para dolarizar sus carteras y también ante la necesidad de cumplir con sus compromisos de pagos al exterior de fin de mes.

5.- La proximidad de las vacaciones de invierno también incrementa la demanda minorista.

En resumen, se combinaron cuestiones estacionales con típicas correcciones de oferta y demanda: mayores requerimientos de bancos frente a menores liquidaciones de los agroexportadores.¿Dólar a futuro?

Lo que no está tan claro es si este nuevo "dólar despierto" debe ser interpretado como una situación pasajera o como un cambio firme de tendencia.

A favor de la primera opción juega el ingreso de capitales, que ya empezó a dejar su sello con la política de endeudamiento de empresas privadas y gobiernos provinciales. Además, claro, del resultado del blanqueo por venir.

Pero también están quienes apuntan a que un precio en torno de los $14 no era sostenible desde el punto de vista económico y que el mercado estaba esperando una corrección.

Por lo pronto, una de las señales que indican los pasos que tomarán las autoridades ha sido la reacción del Gobierno del último viernes.

Si bien antes el Banco Central se sentía incómodo con una cotización por debajo de los $14, también se notó una preocupación cuando superó los $15.

"Un banco oficial tuvo que vender unos u$s130 millones para contener la escalada de la divisa", menciona Fernando Izzo, operador de ABC Cambios.

Esa actitud parece convalidar una política de una "banda de flotación" informal, en la que Sturzenegger interviene cuando percibe que la divisa se acerca demasiado a uno de los extremos.

"El Banco Central tratará de mantener la referencia por debajo de los $15 en los próximos días", pronostica Gabriel Caamaño Gómez, economista de la Consultora Ledesma.

En su interpretación, no quiere que suba a un nivel cercano a los $16 ahora.

Tampoco que se mueva muy bruscamente, ya que eso podría generar una corrida, lo cual lo forzaría a dar marcha atrás con su política de baja de tasas.

"De hecho, eso es lo que ya le pasó en los meses del verano", argumenta Caamaño Gómez.

Para el economista Gastón Rossi, no cabe duda sobre cómo interpretar el momento: la suba actual es una buena noticia.

"Había una situación de atraso cambiario fuerte y las últimas señales del Central -bajando la tasa- acercó las ganancias que se podían obtener con las Lebacs y con la compra de dólar futuro".

¿Qué puede pasar con el actual precio, cercano a los $15?

Según los analistas consultados por iProfesional, lo más probable es que en el corto plazo haya un freno a la baja de las tipos de interés.

Esto, con el fin de que el Banco Central pueda hacer un "wait and see" para evaluar cómo continuará la demanda de dólares y de instrumentos en pesos.

Y, por cierto, ahora hay otro elemento para el análisis: el "cisne negro" que el Brexit significa sobre el mercado financiero mundial, dado que una posibilidad es que los inversores frenen sus apuestas en los países emergentes.

"Si todo esto tiende a generar un conflicto más serio, puede enrarecer el ambiente internacional, lo que no es positivo para Argentina que quiere integrarse al sistema financiero", afirma el ex presidente del Banco Central, Mario Blejer.

El "divorcio" europeo llega justo en el momento en el que se preveía que la Argentina iba a recibir una entrada masiva de dólares.

Es un punto que, ahora, entra en zona de duda.

Por lo pronto, hay quienes creen que el Brexit dará mayor impulso a una suba del tipo de cambio en el mercado argentino.

"Claramente hará que la corrección cambiaria resulte mayor", apunta el economista Hernán Hirsch, director de FyEConsult.

Desde su punto de vista, hay un punto positivo en esa situación: "le dará margen al BCRA para intervenir en el mercado de cambios sin costos de reputación".

Ya antes de que se conociera el resultado del referéndum, Hirsch preveía que el impulso del dólar continuaría, debido al exceso de liquidez que "le imprimirá una presión a la baja a las tasas" de interés locales.

El otro factor que entra en juego es el rendimiento implícito de los contratos de dólar futuro, que se ubica en niveles similares a las tasas de interés domésticas.

"Nuestra impresión es que el Banco Central apunta a que la divisa estadounidense comience a tener una volatilidad propia, sin ‘pisos' y ‘techos' inducidos por la propia autoridad monetaria", concluye Hirsch.

Entonces, en este momento tan incierto, ¿en qué se recomienda invertir: dólar o Letras?

Para Caamaño Gómez, "las Lebacs son más seguras, ya que se sabe cuánto rendirán en el año. Es como un plazo fijo. En cambio, el billete verde tiene más riesgos de la volatilidad de precio".

Para los expertos, la única forma de bajar la inflación es atrasar el tipo de cambio real y que haya tasas de interés en torno al 30%, o menos.

"No hay margen para una suba desordenada. Hay que ver qué pasa con el resultado del blanqueo y otras variables inciertas", finaliza Rossi.

Por el momento, Sturzenegger tiene capacidad, independencia y herramientas para controlar el tipo de cambio.

La misión es que el dólar se mantenga en los niveles actuales por debajo de los $15, si bien la coyuntura será la que le marque la cancha al titular del Central.

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