Los cuatro efectivos de la Policía que detuvieron al exsecretario de Obras Públicas José López en el monasterio de General Rodríguez contaron detalles del procedimiento, que pasó de un ofrecimiento de masitas al hallazgo de casi nueve millones de dólares.

“Recibimos el llamado de un vecino diciéndonos que hacía como una hora que un auto estaba en marcha y que había visto que un hombre tiró algo dentro del monasterio y saltó”, contó uno de los efectivos a Telenoche.

Los policías llegaron al lugar y en un principio pensaron que no había nadie, porque tocaron el portero, prendieron la sirena del móvil y tocaron bocina en distintas oportunidades, sin obtener respuesta. Finalmente, fueron atendidos por una de las monjas.

“Señora me dijeron que entró un hombre para al convento”, dijo uno de los policías. “No, acá no entro nadie”, respondió la monja. El efectivo insistió: “Déjenos pasar, es para que ustedes estén bien”.

La monja accedió a abrir el portón, y apenas ingresaron los efectivos vieron aparecer desde el fondo del convento a un hombre, que venía comiendo unas masitas.

 “Nos miró fijo y se nos reía. ¿Quieren scones?”, les dijo el hombre.

Los policías le preguntaron si el auto era suyo y de dónde era. A lo que contestó que sí era su auto, que provenía de Junín, pero que no tenía documentación.

“¿Qué haces acá?’”, le preguntó una de las policías. “Soy colaborador”, contestó el hombre.

“Los jefes nuestros quieren saber qué es lo que tiraste vos acá adentro”, le dijo otro de los efectivos, mientras se dirigían hacia la construcción.

En ese lugar, los efectivos encontraron el arma y los bolsos con dinero.

“Los bolsos estaban en el piso de la cocina. Había dos abiertos y se veía la plata. Nos preguntábamos a quién le habría robado este hombre”, contaron.

Cuando lo detuvieron, desconocían su identidad. Horas más tarde se enteraron que se trataba de un exfuncionario kirchnerista y de que el procedimiento que llevaron a cabo se transformó en tema de índole nacional.